Argentina: Comunidad Guaraní El Tabacal: "Queremos seguir adelante y tener la tierra"

En septiembre de 2003 la lucha de la Comunidad Avá Guaraní que intentó recuperar su territorio ancestral en la provincia de Salta, hasta ese momento en posesión del Ingenio San Martín del Tabacal, recorría varios medios de contrainformación e información masiva. La propiedad del complejo agroindustrial por parte de la empresa de origen norteamericano Seaboard Corp. incluso posibilitó que la noticia de la represión y posterior desalojo que sufrió la comunidad viajara fuera de la Argentina y llegara a figurar como antecedentes de la empresa en la popular enciclopedia de edición colectiva Wikipedia.

Viviendo en una ciudad vecina, hoy varios de sus miembros continúan enfrentándose al ingenio para que no avance con los desmontes sobre su tierra originaria. Con las dificultades que implica mantenerse unidos, lejos del territorio y anhelando el regreso al lugar donde descansan sus antecesores, Mónica Romero es una de las referentes de esta comunidad que sigue firme en la pelea contra uno de los mayores productores de azúcar y cítricos del país. Con ella conversó esta semana la Agencia de Noticias Biodiversidadla.

-¿El Ingenio San Martín del Tabacal otra vez avanzó sobre el territorio ancestral de La Loma?

Siempre entre nosotros hay hermanos que van a ver. La casualidad es que el domingo cuando fueron se encontraron que justo en el territorio que reclamamos hay un playón donde ha pasado una máquina. Es un playón muy grande que han "limpiado". Nosotros tenemos unas fotos, hemos sacado unas fotos. Se hizo una presentación hace un año y eso dio lugar a una medida cautelar. El ingenio no tiene que tocar nada de nada de La Loma. Esa medida cautelar pasó a la Corte Suprema de la provincia, donde se hizo la apelación y la Corte dio lugar a esa medida también, o sea que han sido rechazadas todas las apelaciones que hizo el ingenio.

- Si la Justicia dio lugar a esta medida cautelar, ¿estaría reconociendo que esa tierra es de la comunidad guaraní?

Sí, así es. Porque ese territorio es una tierra ancestral y pertenece a la comunidad, porque bien sabe que ahí está nuestro desarrollo, nuestro cementerio, un montón de cosas. Ellos reconocen que es de la comunidad, y más allá de todo esto, el ingenio hace lo que quiere, no respetan. Se han hecho varias denuncias, sobre todo cuando salió esa medida cautelar, al poco tiempo fueron a ver y resulta ser que se han encontrado sacando rollos. Había un montón de rollos. Esa máquina pertenece a un aserradero, en el cual nos dijeron que el ingenio les dio la orden para que ellos saquen esos rollos. No han respetado nada esa medida cautelar.

Hasta este momento pasó un año y no podemos ingresar a nuestro territorio. De igual manera, la empresa tiene que respetar pero no respeta. No respetan las leyes, no respetan nada. Siguen y hoy otra vez nos encontramos nuevamente con ese playón que hicieron ahí arriba. También tenemos nosotros una copia de una cartilla, donde justamente el intendente de acá, de Hipólito Yrigoyen, quería hacer un reciclado. Hoy hay muchas cosas, hay muchos proyectos que se quieren hacer ahí en La Loma, cuando realmente saben bien que eso es de la comunidad.

- En 2003 la comunidad inició una pelea fuerte para volver a La Loma y tras ser violentamente desalojados, muchos permanecieron viviendo en Hipólito Yrigoyen. ¿En qué condiciones viven hoy?

Nosotros estamos en distintos asentamientos de Hipólito Yrigoyen. Algunos viviendo en un terreno que es prestado, un terreno fiscal, y así en distintos lugares están desparramados los hermanos. Estamos esperando del IPIS (Instituto de Pueblos Indígenas de Salta) por ejemplo, este relevamiento territorial que están por iniciar. Hablé yo con el presidente del IPIS, donde él dijo que bueno, que estemos al tanto, que ellos iban a venir a hacer las demarcaciones. Desde de 15 de marzo que no vienen, yo estuve hace un tiempo con él, y me dijo "lo que pasa es que no se compró los vehículos, y ahora tenemos y en cualquier momento vamos a ir a hacer las demarcaciones de La Loma". Están todos los técnicos y todo para hacer ese relevamiento. Los hermanos están contentos pero hasta este momento todavía no lo tenemos.

- Hasta hace un tiempo ustedes tenían posibilidad de ingresar a La Loma y realizar cultivos, ¿hoy pueden acceder al territorio?

No todavía. No podemos ingresar porque hay seguridad ahí del ingenio y no se puede ir a plantar, ni nada, que era lo que hacíamos, ninguna actividad. Acá la gente del ingenio dio permiso a personas criollas de Yriyoyen para hacer carbón en La Loma. Les permiten ingresar con una orden de ellos, pero nosotros realmente no podemos ingresar porque todavía los de seguridad de ahí no nos dejan pasar. Así igual, los hermanos como sea se escapan y van a ver La Loma cómo está, ese territorio en qué estado se encuentra. A pesar de todo, más al fondo, han desmontado, han hecho un camino larguísimo, y nosotros tenemos las fotos y todo eso. Nosotros las mandamos, vamos a hacer la denuncia. Tienen que respetar los derechos de los que habla el Convenio 169. Yo creo que ellos pasan por los derechos de nosotros, violando todo el derecho, incluso el derecho del niño. Hoy en día los papás se tienen que ir lejos a trabajar ó algunos van a la finca. Así que no podemos ingresar allá.

- ¿Cómo se organizan como comunidad para poder sostenerse?

Nosotros por ejemplo, muchas de las mamás acá, algunas están trabajando en el lavado de ropa, algunos van a trabajar para el municipio limpiando las calles, a veces algunos hacen una changuita y así otros venden pan. Algunos están cobrando una pensioncita, la de los siete hijos que ahora ha salido, pero igual no alcanza porque hay que pagar la luz, hay que pagar el agua, hay que pagar para comer, para vestir a los chicos, para mandarlos al colegio, y a veces no alcanza para nada.

El trabajo que se está haciendo es por ejemplo la apicultura, se están haciendo los dulces, el licor, en eso se está trabajando en este momento.

- ¿Tienen apoyo de otras organizaciones locales y comunidades?

No tenemos apoyo económico de nadie. Sí el apoyo de lucha con otras comunidades, de fuerza, fortalecimiento espiritual.

- De volver a La Loma, ¿cuántas familias serían las que estarían regresando?

Son como setenta familias, contaría más ó menos unas 300 personas, porque algunas familias tienen cuatro, cinco, seis, siete hijos, hasta 9 o 10 chicos tienen por familia.

- Si podrían regresar a la tierra, ¿cuál sería la forma de vida que podrían recuperar?

Una es trabajar en la tierra. Tenemos varios proyectos. Trabajar los jóvenes, donde ellos puedan hacer también ladrillos por ejemplo. No por eso nosotros vamos a ir a tirar todos los árboles, lo poco que hay, porque ya prácticamente está quedando todo "limpio" ese territorio, porque están sacando todos esos rollos. Creo que ya casi nada queda. Tener algo bueno para los jóvenes más que nada.

- ¿Hay algo que te gustaría agregar?

Nosotros queremos seguir adelante y tener la tierra, y que los jóvenes también aprendan que lo que estamos haciendo más que nada lo queremos para ellos, algo bueno, un futuro bueno para ellos. Que sepan que lo que hacemos es un derecho que nos corresponde a las comunidades, a los hermanos aborígenes. Realmente muchas veces el Gobierno, el Estado, ellos mismos nos dividen, ellos mismos nos quitan lo que es nuestro.

A pesar que ahora conocemos las leyes, tenemos conocimiento, a pesar de todo a ellos igual no les interesa. Nosotros tenemos que ser fuertes, tenemos que ser unidos, pelear todos juntos por el derecho nuestro.

ten.inoizudorpotua@orubal

* Por ten.inoizudorpotua@orubal para la moc.liamg@aldoibaicnega .

Temas: Tierra, territorio y bienes comunes

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