Avis Hoyos

Todos los caminos llevan a Roma (a Washington, habría que decir en la actualidad). Y es que alrededor de la deuda externa no sólo gravitan las posibilidades de desarrollo de los países empobrecidos, sino gran parte de las posibilidades de afrontar con éxito la crisis ecológica que amenaza nuestro planeta

¿Quién debe a quién?