Gustavo Castro Soto y Ryan Zinn

Wal-Mart está cambiando la forma de la producción alimentaria a nivel mundial. La empresa ya es el supermercado más grande de los Estados Unidos (EU) y tiene toda América Latina en su mirada. Aunque sus políticas están teniendo un impacto fuerte en la agricultura y el mercado alimentario de una manera sustancial, Wal-Mart está aprovechando un modelo ya en existencia: la agricultura industrial. Wal-Mart representa todos los beneficios que el monstruo neoliberal facilita al modelo Corporación-Nación: violaciones laborales, desplazamiento de negocios locales, robo de tierras y abuso de los consumidores

Wal-Mart y el asalto contra campesinos y consumidores

Wal-Mart ha llegado a Chiapas bajo el nombre de las empresas que ha comprado como Sam’s Club, Bodegas Gigante o Bodegas Aurrera, y con ello los ecos del subdesarrollo, la explotación y la pobreza que genera. Con Wal-Mart en Chiapas la pobreza se acrecienta y ahora que pretende instalarse en la ciudad de Comitan las consecuencias serán graves para el campo y el comercio local. Basta repasar el papel que la trasnacional más grande del mundo ha jugado en la economía global para darse una idea del impacto que generará en los pueblos y comunidades

Wal-Mart: la transnacional de la pobreza