Huerquen

Pandemia de racismo: ¿podés respirar?

“I can’t breath”, no puedo respirar, llegó a decir George Floyd, afrodescendiente, antes de morir por asfixia bajo la rodilla del policía blanco Derek Chauvin el 25 de mayo pasado en Estados Unidos. Con el aire, la vida dejaba el cuerpo de Floyd frente a varias cámaras que registraban (impotentes?). Y explotó todo; “No Justice, No Peace”; sin justicia, no hay paz. Millones; hombres, mujeres; blancos, negras, latines; salieron a la calle con carteles improvisados a gritar, a romper todo, porque en ese clima de odio racial no se puede respirar. El policía asesino fue detenido recién 3 días después, cuando ya ardía Minnesota. Trump, como buen supremacista blanco, salió a redoblar la apuesta con la biblia en la mano, amenazando con mayor represión.

Pandemia de racismo: ¿podés respirar?

Frente al apriete del agronegocio, es hora de la agroecología

"El cese de comercialización de insumos, que el agronegocio y sectores de la política buscan transformar en un callejón sin salida, quizá sea una oportunidad más para avanzar hacia la agricultura del futuro. A hacer lo que tenemos que hacer, no sólo para producir las divisas que nuestro país necesita para reconstruirse luego de la devastación macrista, sino para plantear un modelo agropecuario en función de la soberanía alimentaria de nuestro pueblo".

Frente al apriete del agronegocio, es hora de la agroecología

Torturas y represión a la Guardia Comunitaria Whasek Wichí

Desde hace semanas la prensa hegemónica de la provincia del Chaco viene desplegando una intensa campaña de demonización de la Guardia Comunitaria Whasek Wichí como venimos denunciando aquí. Intentan presentar a esta novedosa forma de organización comunitaria como una organización paramilitar y terrorista ante el conjunto de la sociedad chaqueña.

Torturas y represión a la Guardia Comunitaria Whasek Wichí

“El neoliberalismo en el campo de nuestro país tiene que ser frenado con una reforma agraria integral y popular”

Durante el aislamiento obligatorio de millones en Argentina los alimentos siguen llegando a nuestras mesas de una u otra manera. Mientras los sectores concentrados de la cadena de producción y abastecimiento aprovechan la excepcionalidad del momento para redoblar en especulación: con precios finales acá, con precios afuera, con el dólar, etc; la agricultura familiar campesina tomó el compromiso de que a nadie le falte comida: sobre todo entre los sectores populares.

“El neoliberalismo en el campo de nuestro país tiene que ser frenado con una reforma agraria integral y popular”

“Fortalecer la agricultura familiar, campesina e indígena es central para una nueva Argentina”

Es mucho lo que estamos aprendiendo de esta pandemia global. Por ejemplo que muchas de las tareas “esenciales” son sostenidas por trabajadores y trabajadores con enormes niveles de precarización; y en general muy lejos de la valoración social de la que gozan las profesiones liberales que hoy pueden guardar aislamiento preventivo, o de los médicos que aplaudimos cada noche. 

“Fortalecer la agricultura familiar, campesina e indígena es central para una nueva Argentina”

Hay una “normalidad” a la que no podemos volver

En diciembre de 2019 fracasaba estrepitosamente la Cumbre de las Partes o COP25 frente al Cambio Climático, y algunas semanas después explotaba la pandemia de coronavirus que tiene en vilo a la humanidad. A esta altura, mientras los muertos se cuentan de a miles y las economías crujen, también se acumula evidencia que relaciona un hecho con el otro: No puede disociarse el drama sanitario que vivimos, con los impactos que el modo de producción y consumo dominante ejerce sobre los ecosistemas y el sistema climático. Por lo tanto la salida exitosa de este desastre tiene que incluir cambios profundos en nuestro modo de estar en el mundo.

Hay una “normalidad” a la que no podemos volver

Pandemias: ¿dónde estaríamos sin las organizaciones campesinas?

"Este 17 encuentra al mundo enfrentando la pandemia de coronavirus, y esta situación tan difícil permitió que afloren preguntas y debates fundamentales: sobre el rumbo de la humanidad, fundamentalmente la crisis climática y la destrucción de ecosistemas; sobre las formas en que están organizadas nuestra sociedades, con enorme desigualdad y la predominancia de lógicas especulativas; y también cómo se producen y circulan en ellas los frutos del trabajo de los pueblos, en particular los alimentos".

Pandemias: ¿dónde estaríamos sin las organizaciones campesinas?

- Foto de Greenpeace

En plena cuarentena a nivel nacional, el desmonte no cesa. Esta vez le tocó a uno de los bosques más conservados de todo el ecosistema del Gran Chaco. El contexto de excepción por el coronavirus dilata una respuesta oficial ante la denuncia de desmonte sobre una superficie de 8.000 hectáreas en la Estancia La Fidelidad.

“Están en peligro 8.000 hectáreas del monte mejor conservado del Impenetrable”