María Angélica Kees y Roberto Olivares

Al pretender mejorar la alimentación de las personas y en especial de los sectores populares carenciados, hay que tener cuidado de que la gestión no provoque daños que confirmen el conocido dicho: “El camino al infierno está plagado de buenas intenciones”.

La soja: ¿por qué no estamos de acuerdo con su uso en la alimentación humana?