Mario Bladimir Monroy Gómez

Nuestro ingreso al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a la modernidad, nos costó entregar parte sustancial de nuestro mercado interno de granos básicos, con la consecuente renuncia a la soberanía alimentaria. Se sacrificó lo sustancial de nuestra agricultura y de paso a 3 o 4 millones de familias campesinas, era el costo de nuestra integración a las economías del norte. Pasamos de ser autosuficientes y exportadores de alimentos básicos, a importar el 40 por ciento de los granos y oleaginosas que consumimos

México: economía solidaria, democracia participativa, Soberanía alimentaria y desarrollo local