Pilar Galindo

Soberanía alimentaria

Las instituciones políticas como la FAO, al servicio del mercado global, son responsables de que en estos 60 años, no sólo no se ha resuelto el problema del hambre, sino que dicho problema se ha agravado

Las Políticas contra el hambre de la FAO

La Declaración Universal de los Derechos Humanos considera el derecho a la alimentación y al bienestar nutricional como un derecho fundamental. Pero la economía moderna no produce los bienes y servicios que necesita la población, sino las mercancías que generan beneficios. Las necesidades humanas básicas, incluida la alimentación, quedan subordinadas a esos beneficios. Con ello la lógica de la vida es subordinada a la producción industrial de alimentos para el mercado mundial.

Soberanía alimentaria, ¿dentro o fuera del mercado global?

En sus principios, la producción y el consumo ecológicos no cuestionan la lógica mercantil propia de la agricultura industrial, ni tampoco su modo de distribución globalizada. Su discurso no tiene en cuenta el hambre de mil millones de personas, ni la desaparición de la agricultura familiar y campesina. El crecimiento del consumo ecológico, con el apoyo de los gobiernos y la complacencia de los sectores sociales con alto poder adquisitivo, es alentado por las multinacionales de la alimentación, sobre todo por las cadenas internacionales de distribución a través de las grandes superficies y por los suministradores de insumos* y tecnología a unos productores ecológicos cada vez de mayor escala, más competitivos

España: agroecología y consumo responsable: una actividad antiglobalización, no alterglobalización

Tanto el PP como el PSOE intentan legalizar la coexistencia entre cultivos transgénicos y no transgénicos. La coexistencia normalizada de los cultivos transgénicos con los no transgénicos significa aceptar la contaminación segura de los primeros sobre los segundos y también la transferencia de genes resistentes a antibióticos y plaguicidas, desde las semillas transgénicas a otras plantas y seres vivos

España: la unidad de la izquierda y los transgénicos: una victoria pírrica

Este artículo explora las dificultades para abordar una verdadera seguridad alimentaria sin afrontar, a su vez, las consecuencias en salud, ecológicas, sociales y económicas del modelo de alimentación actual. Comienza demostrando la falacia teórica y empírica de promover el desarrollo de los pueblos a través de la liberalización del comercio. Por el contrario, su despliegue ha causado mayor inseguridad alimentaria, pobreza y pérdida de autonomía de los Gobiernos y de las personas, para resolver dichos problemas

OMC y PAC: la seguridad alimentaria en manos del libre comercio

Resistencia social antiglobalización desde la agroecología y el consumo responsable. Junto a la teorización desde la práctica de los conceptos de agroecología y consumo responsable aparecen las dimensiones, no menos importantes, de la transformación de las relaciones sociales, el ejercicio de la participación y la vinculación con otros movimientos sociales. Este artículo muestra también la apuesta por trascender los límites de iniciativas aisladas para promover una resistencia agroecológica a la globalización desde abajo

Globalización de la agircultura y la alimentación y sus consecuencias

Globalización de la agricultura y la alimentación. La OMC, el ALCA y la PAC: La economía moderna no produce los bienes y servicios que necesita la población, sino las mercancías que generan beneficios. Subordina a la lógica mercantil las necesidades humanas básicas, incluida la alimentación y, para ser atendidas por la economía, deben expresarse bajo la forma precio. A partir de aquí, la lógica de la vida queda supeditada a la lógica del mercado

Resistencia agroecológica a la globalización de la agricultura y la alimentación