Silvana Melo

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"Para comer bien hay que alejarse de los alimentos que se publicitan como saludables en el supermercado. No es sólo el azúcar, sino fórmulas enteras sobre las que no tenés ningún tipo de control, que no podrías reproducir en tu cocina y sólo sabés que te gustan mucho, sostiene Soledad Barutti"

Entrevista a Soledad Barruti: "Hay toda una ingeniería al servicio de una promesa de placer sin saciedad"

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"Los envenenadores sistémicos se han quitado, sonrientes, las máscaras. Y gobiernan. Ya no en las sombras. Sentados en los sillones máximos. Exhibiendo a sus niños y a sus corbatas. Y firmando actas de defunción de cerros y ríos."

Argentina: El país de los envenenadores sistémicos

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"Esos niños que fueron y serán fumigados a pesar del traspaso de mando del 10 de diciembre. Seguirán corriendo en patas y torso desnudo por campos y plazas envenenados".

Argentina: Los niños del sistema extractivo

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La ciencia venció con vacunas a la varicela y al sarampión. Pero nada puede hacer ante el futuro envenenado. Ante la amenaza del capital predador que lixivia las conciencias con agua de oro. Cuando los pobladores de Mariana escucharon apenas un bramido sordo que bajaba entre los cerros, sospecharon que la leyenda se hacía cuerpo. Cuántas veces fantasearon, como con la visita del sací pereré, con que los diques de cola de la mina se quebraran.

Argentina: El sací y la tierra envenenada

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"Y a pesar de que se trata del futuro de los pájaros, del porvenir de los montes, del mañana de los cultivos, de la encarnadura de los días en los niños y en los hombres, nada de esto se discute. Ni en los foros oficiales ni en Intratables."

Argentina: Ríos de penas y cianuro

Salud

Cuando las estadísticas incomodan, no hay estadísticas. Si los diagnósticos fastidian, se subdiagnostica. O se firman engañosas y obvias defunciones (paros cardiorrespiratorios). Cuando los niños se mueren de cáncer en un pueblo, es más simple hablar de la genética, del azar y del tabaquismo paterno. Y no de los aviones que llueven veneno sobre la piel, el agua y los pulmones de hombres, mujeres, niños, niñas, perros, pollos y vida en general en territorios cercanos al ombligo entrerriano como San Salvador.

Argentina: Joan tampoco resistió

Agrotóxicos

El viernes murió Leila. Peladita como en la foto por la agresión química de la terapia. Invadida por la leucemia como por la maleza las hierbas buenas. Porque Leila era una hierba buena, tierna, débil como los gurises de Entre Ríos. Y fue atacada como si fuera maleza. Por la otra agresión química. Por los glifosatos, los endosulfanes, los 2,4-D, inteligentes y selectivos, que no hacen mella de los cultivos atravesados por la transgénesis pero sí emborrachan y matan pájaros, perros, flores. Y niños.

Argentina: Leila, arrancada como la maleza

La tierra de los gurises envenenados

La soja en proceso de transgénesis ocupa el 60% del área sembrada del país. Son 20 millones de los 35 millones de hectáreas cultivadas. Se desforesta una hectárea cada dos minutos para ampliar la frontera agrícola. 400 millones de litros de agrotóxicos se utilizan en cada campaña, alrededor de unos 15 millones de personas.

La tierra de los gurises envenenados