Análisis crítico de la iniciativa “Mina Responsable” del gobierno francés

Por ISF
Idioma Español
País Europa

"Si se quiere evitar de manera eficaz las graves consecuencias de la industria minera, hay que empezar por analizar sus impactos, entender como se producen y definir lo que podría ser eventualmente ser una “mina responsable” basándose en este análisis. La propuesta del Estado francés y los industriales mineros es la inversa. La llamada “Minería Responsable” no puede ser alcanzada si nos conformamos con estudiar únicamente los procesos industriales de explotación minera y sus limitaciones técnicas."

29 de febrero, 2016

 

Por ISF- SystExt

 

Un concepto alejado de la realidad minera

 

El 4 de febrero del 2015, durante el Consejo de Ministros, el Gobierno francés adoptó su Estrategia Nacional de Transición Ecológica hacia un Desarrollo Sostenible 2015-2020 (SNTEDD por sus siglas en francés), anunciando una ambición de “definir un nuevo modelo de sociedad de menores emisiones.” [2]

 

La SNTEDD afirma que los actores industriales del sector de las industrias extractivas “ya han realizado avances sustanciales para reducir los impactos ambientales de su actividad” [3]. Nos parece difícil aprobar esta afirmación tal cual. En cuanto a la industria minera, el único progreso ha consistido en obligar los explotadores a respetar unas reglas mínimas, reglas que han ignorado voluntariamente hasta ahora. Puesto que su actividad se intensifica, los explotadores mineros deberían esforzares en reducir sus impactos, más aún cuando de manera general, siguen trabajando del mismo modo desde el siglo pasado. En efecto, ni los procesos de extracción ni los de tratamiento de los minerales han sido re-inventados desde hace décadas. Es cierto, la constante automatización de los procedimientos y el uso masivo de modelizaciones numéricas han mejorado las condiciones de seguridad de los trabajadores, la definición de las zonas mineralizadas y la valorización de los minerales extraídos. Sin embargo también se han generalizado los conflictos sociales, los desastres sanitarios y ambientales perduran, agravados por la tendencia moderna al gigantismo de las explotaciones mineras.

 

Los ministros franceses argumentan que “el progreso es aún posible, por ejemplo vía la simbiosis de la industria y la eco-concepción o gracias al desarrollo del concepto de mina responsable y a la incitación a su aplicación efectiva.” [4] Opinamos, por nuestra parte, que el léxico al cual recurren no es nada mejor que una capa de pintura verde sobre una de las industrias más contaminantes y opacas del mundo. En estas circunstancias, el concepto de “Mina Responsable” aparece como un concepto alejado de la realidad minera.

 

Los funcionarios de la Oficina de Recursos Minerales de la Secretaría del Medio Ambiente, de Desarrollo Sostenible y de la Energía del gobierno francés pronto se felicitaron haber incluido el concepto de “Mina responsable” [5] en la Estrategia Nacional de Transición Ecológica hacia un Desarrollo Sostenible. Quedaba pendiente, sin embargo, desarrollar la filosofía general y las aplicaciones prácticas del concepto. Es así como primero de abril del 2015, el Ministro de Economía y Finanzas, Emmanuel Macron, nombró un grupo de trabajo sobre la “Mina responsable”, con un comité de monitoreo plural que tenía por objetivo reunir “todas las partes interesadas: regidores locales y nacionales, organizaciones no gubernamentales, representantes de profesionales y de empleados.” [6]

No hay lugar para la sociedad civil dentro de las alianzas “Estado/empresas”

 

Es así como se reunieron varios diputados, la Asociación Francesa de los Alcaldes, la Federación de los Parques Naturales Regionales, WWF France, organizaciones patronales, sindicatos, delegados de los varias Instituciones del Estado y expertos mineros procedentes de las estructuras públicas (Ineris, BRGM, Ecoles des Mines) para redactar “un libro blanco describiendo el principio de un proyecto minero, sus diferentes fases, los diferentes tipos de técnicas empleadas y los medios para evitar, reducir o compensar los impactos” [7]. La coordinación general del proyecto estaba a cargo de Rémi Galin, jefe de la Oficina de Recursos Minerales del gobierno francés. A raíz del “libro blanco”, el objetivo era elaborar “un convenio de compromiso voluntario de la industria minera será elaborado sobre la base de este libro blanco, al cual los operadores serán invitados a afiliarse” [8].

 

La ONG Amigos de la Tierra también fue invitada a participar a la iniciativa. Sin embargo, se negó a respaldar la iniciativa [9]. Destacó la urgencia de concentrarse en analizar la mala gestión de los antiguos yacimientos contaminados en Francia y la revisión de nuestros modos de consumo y de producción, en vez de promover la “reanudación de las actividades mineras en Francia metropolitana”; un objetivo que planteó en 2012 el entonces Ministro de Productividad, Arnaud Montebourg.

 

El 4 de mayo del 2015, Rémi Galin inivitó a ISF SystExt unirse al proyecto de “libro blanco” sobre la minería. A pesar nuestras dudas, decidimos unirnos a la iniciativa, preocupados por fomentar el debate sobre las problemáticas claves planteadas por la industria minera.

 

Las reuniones debían favorecer el debate e intercambio de argumentos sobre aspectos delicados de las actividades mineras. Sin embargo, pronto nos dimos cuenta que el objetivo principal era más bien “definir una alianza Estado / Empresas al servicio de un nuevo modelo minero francés mas vinculado con el territorio” [10]. En este caso, preguntamos: ¿cuál es el verdadero papel de la sociedad civil? ¿Cuál peso puede esperar tener en las discusiones cuando representa sólo el 10% de los participantes durante las reuniones?

Una estrategia de distracción

 

Participamos a las segundas y terceras reuniones técnicas de la iniciativa de “libro blanco”. Salimos profundamente decepcionados de la metodología y del contenido de las discusiones. Éstas estaban principalmente enfocadas en cuestiones técnicas, y no se dio un análisis a profundidad de la pertinencia del modelo minero actual a nivel nacional e internacional. Los coordinadores de la iniciativa adoptaron una estrategia de distracción. Por ejemplo, cuando algunas ONGs exigieron tomar en cuenta la preocupante situación de la gestión francesa de las antiguas minas, los desastres sanitarios, sociales y ambientales vinculados a la actividad minera en el mundo, las preguntas fueron eludidas. Los participantes fueron más bien invitados a concentrarse en la redacción de una especie de guía “la Mina para Principiantes” en francés.

 

A nuestro parecer, era prioritario contestar a las preguntas siguientes: ¿Por qué hablar de “Mina responsable”? ¿Es ésta una manera de reconocer que la actividad minera pasada y actual fue y es irresponsable y debería de ser replanteada?

 

Hay más. En el marco de estas reuniones, nosotros, ingenieros de ISF SystExt, basándonos en nuestra experiencia de terreno, formulamos una serie de observaciones y expresamos nuestras dudas e incomprensión frente a la falta de claridad de los documentos elaborados. Sin embargo, de los 150 comentarios que se publicaron sobre los documentos de trabajo, los equipos de redacción del gobierno no integraron ni uno en las versiones intermedias del “libro blanco” que hemos podido consultar.

 

Los meses pasaron y nuestros temores se confirmaron. Nos preguntamos: ¿la sociedad civil habría sido invitada sólo para servir de aval?, ¿para poner una bonita firma abajo de un voluminoso documento desprovisto de cualquier interés social y político?

 

La última sesión técnica a la cual participamos se desarrolló como las primeras. Observamos amargamente el uso de las mismas metodologías: falsa concertación, modos de intercambios inapropriados y toma de decisiones unilateral en cuanto a la redacción del documento final.

 

Ante la situacion, ISF SystExt no podia ser garante de un texto sin nada de ambición social, humana o ambiental. La ONG France Nature Environnement (FNE) llegó a las mismas conclusiones: la “sociedad civil” sirve solo de aval para un proyecto sin ambición, similar a las iniciativas internacionales existentes, impulsadas por colegios industriales, preconizando el autocontrol, la auto-certificación y la responsabilidad social de las empresas como solución milagrosa. Los industriales y los delegados del Estado nunca parecieron tener la intención de tomar en cuenta nuestras reivindicaciones. Es por esta razón que, ISF SystExt y FNE decidieron dejar la iniciativa de “libro blanco” y el grupo de trabajo “Mina responsable”.

Una metodologia errada, reflejo de una falta de medios y de voluntad política

 

Con la iniciativa “Mina Responsable”, el gobierno francés logró transformar un tema de interés político fundamental en un simple ejercicio de revisión técnico, incompleto y árido. Reconocemos que la industria minera participa directamente al desarrollo del modelo económico actual y se volvió imprescindible para casi todos los sectores de actividad. Pero también genera daños catastróficos e irreparables en el medio ambiente, en la organización social y en la salud. Nosotros, ingenieros ciudadanos en vínculo directo con el sector minero, somos testigos de estos daños día con día en nuestras actividades profesionales, ya sea en Francia o en el extranjero.

 

Conceptualizar la mina “responsable”, si lo fuera, es diseñar un proyecto industrial tomando en cuenta obligaciones mínimas para mantener un desarrollo socioeconómico coherente, preservar el bienestar de la población y mantener la calidad del entorno. Si se quiere evitar de manera eficaz las graves consecuencias de la industria minera, hay que empezar por analizar sus impactos, entender como se producen y definir lo que podría ser eventualmente ser una “mina responsable” basándose en este análisis. La propuesta del Estado francés y los industriales mineros es la inversa. La llamada “Minería Responsable” no puede ser alcanzada si nos conformamos con estudiar únicamente los procesos industriales de explotación minera y sus limitaciones técnicas. Una verdadera propuesta que identifique soluciones podrá solamente nacer de la aceptación de las graves consecuencias de la industria minera en los diferentes planos: sanitario, ambiental, social y económico.

 

¿Qué contiene la última versión del “libro blanco”? Respuesta: una jerga técnica mal estructurada. La proposición de dispositivos de control exterior y realmente independiente es débil o inexistente. La mayor parte del programa se apoya en la supuesta buena voluntad de los industriales y la protección de su imagen. Señalamos que los mecanismos de “soft law” ya mostraron sus límites a nivel internacional: los grandes escándalos industriales como los conflictos de interés Estados / industriales / expertos son generalizados (a pesar de ser a menudo presentados como algo banal). En este tipo de enfoque, la sociedad civil (y sus reticencias a la minería a gran escala) solo está tomada en cuenta desde el punto de vista de la industria minera, es decir es considerada únicamente como una restricción de la cual las empresas tienen que emanciparse. Se considera además, que es esencial convencerla de los beneficios de los proyectos mineros, con el objetivo de conseguir la famosa licencia social.

 

Si la presión de los industriales, de los fondos de inversión y de las políticas europeas sobre las materias primas son demasiadas fuertes para el Estado, no podemos aceptar que la sociedad civil no sirva de “escaparate verde”. El Estado debe posicionarse claramente al respecto, y esta posición no puede tener intermedia. O se doblega a las exigencias del sector minero como lo está haciendo cuando expide concesiones mineras en serie (como lo está haciendo en Francia), ignorando las expectativas y las reivindicaciones de las poblaciones afectadas y de sus regidores locales; o se posiciona como verdadero actor de cambio de las prácticas y de responsabilización de las empresas, tomando en cuenta las reinvindicaciones de la población y la sociedad civil.

 

ISF SystExt quiere participar en la transformación de los sistemas extractivos existentes así como a redefinir nuestra relación con las materias primas minerales y energéticas para avanzar hacia modelos respetuosos de los seres humanos y el medio ambiente. Objetivos que no son compartidos por la iniciativa “Mina responsable”.

 

► Fuentes :

 

[1] Comunicado de prensa de la Secretaría de la Economía del 24/03/2015: Emmanuel MACRON se compromete con la iniciativa « Mina responsable »

 

[2] Presentación de la estrategia nacional de transición ecológica hacia un desarrollo sostenible (SNTEDD 2015-2020 sobre la página de la Secretaría de la Ecología, del desarrollo sostenible y de la Energía)

 

[3] Ibid., p.44

 

[4] Idem.

 

[5] Especialmente durante una intervención en el Coloquio « Renovación minera en Francia metropolitana: potencialidades y actores.” organizada por la SIM en marzo 2015 (cf. artículo de SystExt sobre el tema)

 

[6] Comunicado de prensa de la Secretaría de la Economía del 01/04/2015: Emmanuel MACRON presidió el lanzamiento del grupo de trabajo encargado de definir la « Mina responsable » del siglo 21

 

[7] Idem.

 

[8] Idem.

 

[9] Comunicado de prensa de Amigos de la Tierra del 01/04/2015: « Mina responsable » : Amigos de la Tierra niegan la invitación del gobierno

 

[10] Presentación por Alain LIGER del 01/04/2015: Mina Responsable - Reunión de lanzamiento de la iniciativa Mina Responsable.

 

ISF SystExt (Ingenieros Sin Fronteras Sistemas Extractivos) es una ONG francesa que agrupa ingenieros geólogos, mineros, en medio ambiente con experiencia nacional e internacional, con un interés común por la industria minera y conocimientos para trabajar en las problemáticas técnicas vinculadas a esta actividad. El pasado 15 de septiembre, ISF SystExt y otra ONG francesa, France Nature Environnement (FNE), abandonaron conjuntamente el grupo de trabajo sobre la « Mina Responsable », una iniciativa lanzada por la Secretaría de Economía del gobierno francés en marzo del 2015. [1] Ofrecemos en el presente texto una serie de comentarios sobre nuestra participación y posicionamiento al respecto.

 

Fuente: ISF

Temas: Minería

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