Colombia - “Muerte a cambio de carbón”: La Mina de El Cerrejón en Guajira

Idioma Español
País Colombia

Éste es el desastre del modelo neoliberal de "la Locomotora Minera-Energética" en los departamentos de Guajira y Tolima. (Parte 1): Donde comienza la explotación de los metales, el medio ambiente, la naturaleza y las personas son afectados de dramáticos efectos de la salud. Pero el gran capital minero transnacional enfrenta una creciente resistencia entre los pueblos de América Latina.

Carmen Sierra con una de sus hijas caminan en lo que era su predio de 80 hectáreas. Pero desde el 1994, cuando fue despojada, es prohibida a entrar. Un letrero en la orilla de la carretera dice; ´ÁREA PRIVADA, ¡PROHIBIDO ENTRAR!´. “Aquí he enterrado mis diez placentas y los cordones umbilicales cuando parí mis diez hijos”. Foto: Miriam Emanuelsson.

La lucha indígena, afrocolombiana, campesina y guerrillera por la tierra y el agua en contra la mina de El Cerrejón, la mina de carbón más grande del mundo a cielo abierto. Éste es el desastre del modelo neoliberal de "la Locomotora Minera-Energética" en los departamentos de Guajira y Tolima. Primera parte.

La poderosa industria minera transnacional posee recursos financieros mayores que el PIB de la mayoría de los países del tercer mundo. Donde comienza la explotación de los metales, el medio ambiente, la naturaleza y las personas son afectados de dramáticos efectos de la salud. Pero el gran capital minero transnacional enfrenta una creciente resistencia entre los pueblos de América Latina. Acompáñenos a dos regiones de Colombia, Guajira y Tolima donde los pueblos indígenas y los campesinos se levantan.

Diez placentas wayuu enterradas

El olor de Basilika es fuerte y le hace cosquillas en las fosas nasales. Aquí, antes de que el gigante minero cruzara la tierra con la ayuda del ejército colombiano, con el respaldo de todas estas plantas y cultivos pudieron sobrevivir las 25 familias indígenas wayuu y sus animales. Ahora todo está abandonado y el bosque y la vegetación inevitablemente penetrarán hasta que lleguen los monstruos gigantes que rompen el carbón.

Estamos en el "ÁREA PRIVADA, ¡PROHIBIDO ENTRAR!" como el letrero nos informa cuando pasamos entre las cuerdas de puya de alambre. Entramos en el área que había sido la tierra de la familia wayuu durante siglos.

“Aquí he enterrado mis diez placentas y los cordones umbilicales cuando parí mis diez hijos aquí”. Dice doña Carmen Sierra. Con una expresión amarga del rostro con la cara quemada por el sol, señaló con el dedo el lugar donde fueron enterrados.

El Sagrado Cementerio de los Wayuu está abandonado con su cruz caída, una prueba visual de que aquí la gente vivía y trabajaba. En este campo, no solo este orgulloso y hermoso pueblo nativo cultivó la tierra que les dio los medios que necesitaban para su existencia. Pero a partir de 1994, las 25 familias y otras ocho comunidades wayuu y afrocolombianas fueron sacadas con sus raíces cuando El Cerrejón las expulsó brutalmente en la parte sur del departamento de Guajira. Ahora es propiedad de la compañía.

Carmen Sierra, 57 años y cabeza de la familia wayuu, que era una de una de ocho comunidades wayuu´s en el sur de Guajira que fueron despojadas por ´el Monstruo´ El Cerrejón. Foto: Miriam Emanuelsson.

A pesar que solo tiene 57 años parece mucho mayor. La vida se ha cambiado brutalmente después de que fueron expulsados de las 80 hectáreas de tierra que poseían. Bruno, el arroyo que bajaba desde la cordillera Serranía de Perijá, un antiguo baluarte del Frente 59 de las Farc, casi se ha secado y es hoy una masa nublada y sucia de sedimentos. Más de la mitad de los feroces arroyos y fuentes de agua que garantizaban la supervivencia de las comunidades indígenas y su ganado, principalmente cabras, se han quedado sin el vital líquido.

Porque el conglomerado minero transnacional Carbones del Cerrejón, consume 24 millones de litros de agua por día en un departamento como Guajira donde 87 por ciento es desierto. La población está experimentando una dramática escasez de agua, que en los últimos dos años ha causado la muerte de cientos de niños por desnutrición y las enfermedades que la escasez de agua causa. Es un escándalo que en Colombia fue revelado por los medios durante 2016, pero luego desapareció en un vergonzoso silencio.

El termómetro señala una temperatura de 38 grados centígrados en el lugar más cálido de Colombia. José Manuel Sierra es un hermano menor de Doña Carmen y con el machete corta el monte y los arbustos cuando ingresamos a la propiedad San Vicente de la familia Sierra. José fue uno de los doce hermanos. Hoy, quedan nueve.

Doña Carmen no encuentra palabras en español cuando le pregunto sobre la fuente del agua y recurre a José con una pregunta en el idioma wayuu.

“Toda esta área estaba cubierta de agua”, dijo José, señalando un punto a 2 o 3 metros por encima del pequeño río estancado.

“Aquí nos bañamos y lavamos la ropa”, agrega doña Carmen.

Su padre tenía tanto cabras como ganado, caballos y mulas. Casi nada de esto queda, solo unos pocos de cabras y una mula. El Gobierno colombiano y la compañía minera compensaron la literal expropiación con un par de hectáreas al otro lado de la carretera, pero sin acceso al curso de agua que tienen prohibido utilizar.

“El único ingreso que tenemos hoy es la artesanía que hacemos las mujeres y que se vende a los turistas. Pero es un ingreso muy modesto”.

En la foto el arroyo Bruno, ha sido desviado pero que las comunidades lo defiende con sus vidas. Foto: Miriam Emanuelsson.

Los gigantes Mineras y Energéticas

Hasta el 2002 fue una subsidiaria de la compañía petrolera más grande del mundo, Exxon-Mobile, que llevó a cabo la minería en cooperación con el Estado colombiano. Hoy es Carbones del Cerrejón, llamado brevemente ‘El Cerrejón’ que representa el conglomerado minero. Consiste en tres gigantes mineros transnacionales; el australiano BHP Billiton, el sudafricano Anglo American y el británico-suizo Glencore.

Durante el 2016 las tres compañías tenían juntas una facturación total de 266,7 mil millones de dólares. Los tres tuvieron ganancias a casi 12 millones de dólares. Esta última suma es igual al PIB de Puerto Rico o el presupuesto de la educación en Colombia para el 2017.

‘El Cerrejón’ es la mina de carbón a cielo abierto más grande del mundo. El Estado colombiano le otorgó a la empresa una concesión que se extiende hasta 2034 en un área de 69,000 hectáreas para la extracción de carbón. Las reservas de carbón se estiman en 5244 millones de toneladas y la extrae 32 millones de toneladas de carbón por año en el valle del Río Rancheria con los municipios de Albania, Barrancas y Hatonuevo como centro.

El carbón se transporta hasta nueve veces por día en un una línea de ferrocarril de 150 kilómetros de largo con 80-130 vagones abiertos que esparcen un talco negro de carbón sobre el paisaje con animales y seres humanos como víctimas. En el puerto de Puerto Bolívar, en la costa del Caribe, los barcos se cargan en el orden de 180,000 toneladas de peso muerto (TPM). El conglomerado minero multinacional controla toda la cadena de minería, ferrocarril y puerto.

El Estado colombiano ha entregado 69 000 hectáreas a la multinacional Carbones del Cerrejón, constituida por tres empresas mineras transnacionales con el resultado de decenas de miles de pueblos originarios despojados de sus tierras en el sur de Guajira. Esta enorme zona es un desastre ambiental, matando la misma vida para los seres humanos, los animales y la flora y fauna.

Los investigadores argumentan que el carbono contiene mercurio, plomo, cadmio, arsénico, manganeso, berilio, cromo y otras sustancias tóxicas y cancerígenas. El proceso y lavado del carbón significa que se liberan muchas partículas y productos químicos como agua contaminante y afectan la salud pública y los sistemas ecológicos. En el caso del agua, los investigadores en los EE. UU. han encontrado niveles elevados de arsénico en el agua potable en las áreas de extracción de carbón.

Doña Carmen, su familia y animales no están libres de ser afectados. En la inmensa área de 69,000 hectáreas se levantan montañas de más de 70 metros de los residuos de la mina que rodea al municipio de Albania en tres flancos. La población acusa a la compañía de albergar los venenos que penetran en las aguas subterráneas.

Estado-Paramilitarismo-Compañía

Misael Sucarays Ipauana es nuestro Cicerón por dos días en Guajira. Él sorprende al presentarse como responsable de las comunicaciones de (Sütsüin Jieyuu Wayuu) Fuerza de Mujeres Wayuu de La Guajira.

“Es más un nombre simbólico para la organización que también contiene hombres. La mujer Wayuu es algo sagrado, la mujer es la cabeza de toda la sociedad wayuu. Es la que da ese nombre y ese origen a este pueblo. Cuando se decidió organizar fue algo simbólico de dar ese nombre como un homenaje a la mujer”.

Y la verdad es que tenemos la misma experiencia durante los dos días de estancia en Guajira y en sus diferentes comunidades; ¡la mujer tiene la batuta!

Esa es la ruta del tren más "sucio" del mundo, que con sus más de cien vagones sin techo riegan una capa finita del polvo negro a las comunidades, la naturaleza y a su gente. Más de una fueron aplaudidas las voladuras de la locomotora de ese tren por parte del Frente 59 de las FARC-EP.

“Cuando hay un conflicto o guerra surgida, la mujer son las únicas que pueden a entrar a ese territorio. Las mujeres son las únicas que pueden dar la cara sin temor a que le pueden hacer algo. En cualquier conflicto, a la mujer no le tocan”.

Sucarays cuenta que la organización se formalizó después que el paramilitarismo llevara a cabo muchas masacres contra el pueblo wayuu en Guajira:

“Hubieron muchas masacres, muchas mujeres fueron muertas en manos de ellos. Varios líderes decidimos organizarnos y decir <>. Decidimos que las mujeres eran en esa facultad de hablar y de poder reclamar y denunciar sin que pudieran correr el riesgo, mirando de la visión y de la cultura propia que respetamos mucho a las mujeres”.

Pero los paramilitares no respetaron si eran mujeres u hombres, niños o ancianos. Las masacres fueron de la mano con las manipulaciones y amenazas de la compañía minera a la población para vender sus tierras a la compañía con el respaldo del Estado colombiano. Los que se negaron fueron nombrados colaboradores de la guerrilla. Luego gradualmente tomaron la tierra que tienen hoy. Además, falsificaron documentos de bienes inmuebles que fueron legalizados por el Estado, relata Sucarays.

Él afirma que el Estado ha sido el principal aliado de la compañía minera para expulsar a la población. En la constitución, dice Misael, hay un artículo que dice que las Fuerzas Armadas se encargan para vigilar de la seguridad física de cada ciudadano colombiano. Pero aquí en Guajira, dice Misael, están al servicio de la empresa multinacional y el poder real en el país.

Comunidades wayuu´s, afrocolombianas y campesinas en una toma de la ruta de más de 150 kilómetros del tren.

“Los grandes terratenientes y caciques de la cultura occidental que han llegado acá han querido apropiarse el territorio. Incluso los hijos de (Álvaro) Uribe en una época comenzaron a comprar predios, engañando a la gente que vivía cerca la costa de Cartagena para acá, comprando tierra para construir grandes hoteles. Aquí en Guajira no lograron entrar. Pero sí empezaron comprar tierra en Maiá para construir un complejo turístico ahí, pero no lo lograron porque se logró frenar a tiempo. Y como los paramilitares estaban acá, les fue difícil mantenerse y de mandar a acallar a los que estaban haciendo la denuncia”.

¿Hay una alianza entre el Estado, autoridades regionales corruptas, paramilitares y El Cerrejón?

“Sí. El Estado ha sido el socio más grande que ha tenido la multinacional para el despojo del territorio (de las comunidades wayuu y afrocolombianas). Como te mencioné sobre el artículo de la constitución y el papel de las FFAA de la protección física de cada colombiano, aquí en Guajira las FFAA, la policía y las autoridades están al servicio de las grandes multinacionales y los grandes poderes. Porque prestan vigilancia a la empresa de Cerrejón”.

Dice Misael que en vez de proteger a la población, protegen a la empresa. Relata sobre el ejemplo de la comunidad afrocolombiana en Tabaco que fue despojada de sus tierras por las fuerzas especiales de Esmad (fuerzas policiales antidisturbios).

“Maltrataron a la gente. Hubo mujeres que les hicieron abortar, niños que fueron afectados por el gas, los golpes que les dieron a los dirigentes, todo quedó grabado, registrado en donde las maquinarias de El Cerrejón comenzaron a tumbar las viviendas. Metieron buldóceres para tumbar todo, no importando que ahí vivía gente todavía.

En la masacre de la Bahia Portete en el municipio de Uribia, en el Alto Guajira, fueron asesinados 12 integrantes de la comunidad wayuu, entre ellos varios niños, por los paramilitares. Éstos necesitaban tener un control del puerto para la exportación de la cocaina. Tanto la policía nacional como los militares locales del Ejército de Colombia jugaban un papel fundamental en el encubrimiento, tanto de la masacre como en el envío de la droga al exterior.

Podemos hablar que Cerrejón cuenta con poderío armado legal o ilegal, pero lo tiene”.

¿Igual como la Drummond? [1]

“Igual como la Drummond. Está en lo mismo. La Fuerza Pública está al servicio de ellos. No podemos negar que hace lo que la multinacional dice. Incluso los mismos gobernantes están al servicio de la multinacional.

Las autoridades ambientales están al servicio de quien lo mejor pague en el caso de Cerrejón. La licencia [ambiental] la consigue a través de manipulaciones de los funcionarios públicos que reciben dinero y están al servicio de la empresa. Le dan la licencia sin ningún estudio sin ir al territorio ¿qué lo que están haciendo? Firman y ¡listo!

Estamos en una lucha tan grande contra un enemigo tan grande y somos unos pocos y ellos son muchos porque tienen el poder. Pero no hemos desistido y estamos dándole y vamos a seguir adelante en la defensa de la fuente hídrica. En un foro realizado por Corpo-Guajira [2] se preguntó por qué llevan 16 arroyos que han acabado, y un funcionario de la institución dijo que era la primera vez que la corporación otorgaba una licencia ambiental para este tipo de desviación de un arroyo (caso Bruno).

¿Cómo es posible que un funcionario no sabe cómo desviaron los otros arroyos para que lo interviniera, si es la máxima autoridad ambiental de Guajira? ¿Cómo, entonces, consiguió la multinacional los permisos ambientales para desviar o intervenir las otras fuentes o cuencas?

Como muchos dirigentes populares expresa un total rechazo cómo las grandes corporaciones mediáticas manipulan y desinforman sobre las realidades que tienen que ver con la actuación de la empresa, las autoridades y el desastre ambiental que sufre los pueblos en Guajira.

“Esos medios también están en favor de los intereses del gobierno y grandes empresarios. Nunca van a estar en favor a los intereses del pueblo. Por eso hemos organizado y capacitado una red de comunicadores sociales jóvenes wayuu que viven adentro de las comunidades para que ellos cuenten lo que está pasando.

No queremos ser más utilizado para que las grandes empresas de medios de comunicación nos tengan como la rata del laboratorio para experimentar. Y mostrar cosas que no es de ahora. La problemática del territorio viene desde que la multinacional entró al territorio. Antes no existía ningún grupo armado ilegal aquí en Guajira. No conocíamos lo que era la guerrilla o paramilitares, ni al ejército, el ejército solo se veía en las bases o en los batallones. La policía se veía adentro del casco urbano. Incluso había pueblos donde no existía puestos de policía. Todo era tranquilo. Entró la minería y entraron los grupos ilegales como guerrilla y paramilitares. La minería dividió la familia en Guajira.

Y que es un trabajo peligroso, crear una opinión en contra y desafiar la concesión minera más poderosa del mundo”, da testimonio de la amenaza para el presidente de la organización, Karmen Ramírez Boscán. En 2016 se vio obligada de abandonar Colombia y establecerse en Suiza, donde recibió asilo político luego de acusar a la compañía de delitos ambientales y de haber expulsado a los indígenas. Pero por el valiente trabajo, la Fuerza de Mujer Wayuu recibió este año el Premio Nacional en defensa de los Derechos Humanos, otorgado por el la seccional sueca de la Diakonia, con el apoyo del gobierno sueco.

Estos son los millonarios del Mundo Minero, según Bloomberg

Con miles de millones en ganancias, la industria extractiva de metales es una de las que mayores inversiones mueven en sus operaciones en el mundo. No obstante, las fluctuaciones en la cotización de las principales materias -oro, cobre y plata- la convierte un sector de alto riesgo. Pese a ello, ¿quiénes son los hombres y mujeres más ricos del sector minero en el mundo?

De acuerdo a la lista de multimillonarios elaborada porBloomberg, el empresario mexicano Alberto Bailleres lidera el ránking de esta industria con un patrimonio de US$13,8 miles de millones y se ubica en la posición 69 de la lista global de millonarios de esa misma publicación. De acuerdo a Bloomberg, el empresario mexicano Alberto Bailleres lidera el ránking de Mineros más ricos.

A sus 83 años, el dueño de Industrias Penoles ha superado los ingresos por US$13,5 miles de millones de Lakshmi Mittal (India), los US$ 13,1 miles de millones de Iris Fontbona (Chile) -similares al patrimonio de la australiana Gina Rinehart- así como otros grandes participantes del rubro minero. En la lista, en la que participan de forma mayoritaria ejecutivos de Rusia, también están presentes magnates de México e Italia en las primeras diez posiciones.

Top Ten Minero del mundo

1. Alberto Bailleres

El mexicano es el millonario que lidera la lista de los hombres más ricos de la industria minera. Con US$13,8 miles de millones en su haber, el empresario de 83 años dirige a Industrias Peñoles, productora de plata, oro y metales industriales. Tiene operaciones en Chile, México y Perú y tuvo ingresos por US$5 miles de millones en el 2013. Además, es dueño de la tienda por departamento Grupo Palacio de Hierro, proveedores de seguros de Grupo Nacional Provincial y Grupo Profuturo y posee una participación minoritaria en Femsa, el embotellador más grande de Coca-Cola en América.

2. Lakshmi Mittal

Ejecutivo natural de la India, con un patrimonio de US$13,5 miles de millones. Mittal es el presidente y accionista mayoritario de ArcelorMittal, la más grande siderúrgica del mundo. Establecida en Luxemburgo, la compañía se dedica a los sectores mineros, energéticos y de refinería y hace negocios en 60 países del globo. En la lista total de multimillonarios, Mittal se ubica en el puesto 72.

3. IRIS FONTBONA

Matriarca de una rica familia chilena, posee una fortuna de US$13,1 miles de millones, lo que la ubica en el puesto tres de gigantes del sector minero. Ella controla Antofagasta PLC, la séptima productora de cobre del mundo. Posicionada en la casilla 76 del ránking general.

4. Gina Rinehart

Con US$13,1 miles de millones, la australiana es cuarta en la lista de hombres y mujeres más ricos del rubro minero. Ella es presidente de Hancock Prospecting, firma que recoge regalías de las minas de hierra de su país. Además, tiene participaciones en dos de las más grandes compañías de medios en Australia. ten Network y Fairfax Media. Rinehart está en la posición 79 de la lista general de multimillonarios.

5. Alexey Mordashov El ruso cierra las cinco primeras ubicaciones de esta lista con ingresos por US$12,7 miles de millones. El empresario es el mayor accionista de Severstal, la tercera más grande siderúrgica de Rusia. También participa en la productora de oro Nordgold, la productora de equipos de energía Power Machines y TUI, la operadora más grande de turismo de Europa. Se ubica en el puesto 85 de la lista total de Bloomberg.

6. Vladimir Potanin

A sus 54 años, es el CEO de Norilsk Nockel, la mayor productora de níquel del mundo. Con US$12,4 miles de millones en sus cuentas, es dueño del 30,4% de la empresa instalada en Moscú, empresa que tuvo US$11,5 miles de millones en ingresos el 2013. Se ubica en el lugar 87 de la tabla total de hombres más ricos del mundo.

7. Sara Mota de Larrea

La mexicana es una de las mujeres más poderosas de la industria minera con US$9,7 miles de millones en la cartera. Ella y su hijo Germán Larrea controlan el Grupo México, la séptima productora de cobre más grande del mundo. Operan minas de zinc, molibdeno, plata y oro en México, Chile y Perú, las mismas que significaron ingresos por US$9,3 miles de millones el 2013. Mota de Larrea también tiene participación en el mayor operador de ferrocarriles de México así como en la firma, con sede en Phoenix, Southern Copper.

8. Vladimir Lisin

Con una producción de 15,4 millones de toneladas de acero y ganancias por US$10,9 miles de millones el 2013, es imposible dejar de nombrar al empresario, multimillonario con un patrimonio de US$8,9 miles de millones. Presidente y accionista mayoritario de Novolipetsk Steel, una de las cuatro mayores siderúrgicas de Rusia. Es el multimillonario 135 de la lista de Bloomberg.

9. Oleg Deripaska

El presidente y miembro del consejo de supervisión de Basic Element, se ubica noveno entre los multimillonarios de la actividad minera, con una fortuna de US$8,5 miles de millones. Su empresa opera en 19 países y maneja el 48% de United Co. Rusal, la más grande productora mundial de aluminio. También posee el 80% de GAZ Group, la segunda más grande fabricante de autos de Rusia. Estas inversiones lo posicionan en el lugar 145 de la tabla general de multimillonarios.

10. Paolo Rocca

A sus 62 años, el patriarca de la familia más rica de Italia, cierra la lista de los 10 hombres y mujeres más poderosos del sector minero, con US$8,4 miles de millones en sus bolsillos. Rocca está al mando de Techint, grupo industrial con sede en Argentina, enfocado en la fabricación de productos de acero, manufacturas, ingeniería y construcción, además de participación en la exploración de gas y el segmento de cuidado de la salud. Su familia también es dueña de Tenaris, productora de tubos de acero. El ejecutivo tiene interés en la producción de petróleo y la infraestructura.

Por Dick Emanuelsson y Mirian Emanuelsson

7 de enero de 2018
Notas

[1] Minera transnacional estadounidense, vecina de Cerrejón en el departamento de Cesar, donde los paramilitares asesinaron seccionales enteras de dirigentes sindicales de la empresa.

[2] Máxima autoridad ambiental del departamento

Fuente: Prensa Rural

Temas: Extractivismo, Minería

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