Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles. Llamado contra la financierización

Idioma Español

Organizaciones y activistas de 45 países alertan hoy -Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles- en una carta abierta a los gobiernos nacionales, de un fenómeno nuevo: la expansión de los monocultivos viene siendo cada vez más estimulada por el capital financiero.

Según la carta, dicho incentivo forma parte un proceso mayor a través del cual “los mercados financieros especulativos han adquirido cada vez más poder sobre el resto de la economía y de la vida.” La carta constata también que "Surge la Economía Verde, estimulada por la ONU y racionalizada con la justificación de que la única forma de garantizar que la naturaleza sea preservada es atribuirle un precio.”

 

Y continúa: “Preservar la naturaleza se convierte en un negocio, que restringe el acceso de las comunidades locales a zonas y bienes que son esenciales para su supervivencia. Los proyectos REDD y proto-REDD son un claro ejemplo”.

 

También agrega que “En muchos casos, los propios actores están especulando con el “negocio de la naturaleza” y están enriqueciéndose con su destrucción. Al mismo tiempo en que se explotan los ‘servicios ambientales’, el capital financiero también continúa expandiendo sus intereses en actividades destructivas. Por ejemplo, cada vez es más común que los fondos de pensión o de inversión de los países del Norte inviertan en grandes plantaciones de monocultivos de árboles en los países del Sur y especulen con ello."

 

Según Winnie Overbeek, coordinador internacional del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM): “Hoy en día las plantaciones de monocultivos de árboles que, principalmente en los países del Sur, han causado graves problemas sociales y ambientales a las poblaciones locales encuentran un nuevo estímulo con dichas inversiones del capital financiero, especulativo, cuyo único interés es el lucro rápido y fácil. Esto está agravando la concentración de tierras y amenazando la soberanía alimentaria de poblaciones y regiones enteras”.

 

En el día de la fecha, en varios países, esta carta será enviada a los gobiernos nacionales, en las vísperas de la Undécima Conferencia de las Partes de la Convención sobre Diversidad Biológica, que se realizará en la India, del 1º al 19 de octubre.

 

Las organizaciones y activistas exigen que los gobiernos interrumpan la expansión de las plantaciones de árboles en los territorios y asuman una postura firme en la Convención, en contra de la creciente financierización de la naturaleza.

 

¡Lo que los pueblos indígenas llaman “lo sagrado” no puede tener precio y debe ser defendido!

 

Grupo Guayubira
21 de setiembre de 2012

 

CARTA ABIERTA a los GOBIERNOS NACIONALES
con motivo del 21 de septiembre, Día Internacional de Lucha contra el Monocultivo de Árboles

 

La humanidad se enfrenta a una crisis ambiental, económica y climática que amenaza su supervivencia. La destrucción de ecosistemas pone en peligro no sólo a las comunidades que dependen directamente de ellos sino también al planeta entero. Los centros de poder no han cuestionado el modelo de producción y de consumo del que son responsables. En cambio, promueven falsas soluciones que permiten seguir acumulando riquezas a quienes crearon la crisis, mientras la mayoría de la población del mundo ve deteriorarse su nivel de vida.

 

Hoy somos testigos de la confluencia de dos procesos: la incorporación de nuevos aspectos de la vida a la economía de mercado, y la financierización de la propia economía, que incluye la especulación sobre nuevos productos “verdes”.

 

Las sociedades capitalistas siempre se han apropiado de la naturaleza humana y no humana. Hoy, toda una serie de productos radicalmente nuevos están siendo desarrollados para la venta: el carbono, la biodiversidad, el agua, etc. Al mismo tiempo, los mercados financieros especulativos han obtenido cada vez más poder sobre el resto de la economía y de la vida, en respuesta a la crisis capitalista que comenzó en los años 1970. Hace su entrada la Economía Verde, respaldada por las Naciones Unidas y racionalizada por el argumento de que sólo fijando un precio a la naturaleza se puede lograr conservarla. Los llamados “servicios ecosistémicos”, presentados como productos frescos para el comercio y la especulación, son los encargados de salvar una economía que permanece centrada en el saqueo y la explotación.

 

Para los actores que se enriquecen con la financierización de la naturaleza – bancos, fondos de inversión, fondos de pensiones, compañías transnacionales – la Economía Verde no representa más que nuevas oportunidades de negocios. Actuando en tándem con las grandes organizaciones conservacionistas, se apropian de procesos de la ONU como las Convenciones sobre el Cambio Climático y sobre la Biodiversidad, y las usan para legitimar sus acciones.

 

La preservación de la naturaleza se convierte en un negocio, y restringe el acceso de las comunidades locales a zonas y bienes esenciales para su supervivencia. Los proyectos REDD y proto-REDD son un claro ejemplo de esto, como se subrayó en las reuniones de los pueblos durante la reciente Cumbre de la Tierra Río+20.

 

En muchos casos, quienes especulan con el “negocio de la naturaleza” son los mismos que se enriquecen destruyéndola. Mientras el capital financiero explora los “servicios ecosistémicos”, también continúa expandiendo sus intereses en actividades destructivas. Por ejemplo, es cada vez más común que los fondos de pensiones o de inversión de los países del Norte especulen e inviertan en grandes plantaciones industriales de árboles en los países del Sur. Los impactos negativos que esto tiene sobre los ecosistemas, la biodiversidad, las fuentes de agua y los medios de supervivencia de las comunidades locales han sido ampliamente demostrados.

 

Éste es un llamado a unir nuestras luchas para exigir que los gobiernos comiencen a desmantelar la especulación y la mercantilización de la vida, para contribuir a proteger los paisajes y los medios de subsistencia contra la destrucción y la desigualdad que se ven exacerbadas por la financierización.

 

Es por eso que, en el marco del 21 de septiembre, Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles, y en vísperas de la Undécima Reunión de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica, que se celebrará en la India del 1º al 19 de octubre, lanzamos esta carta abierta para exigir a nuestros gobiernos que detengan la expansión de las plantaciones de árboles en nuestros territorios y que adopten en el Convenio una posición firme contra la financierización creciente de la naturaleza.

 

¡Lo que los pueblos indígenas llaman “lo sagrado” no puede tener un precio, y debe ser defendido!

 

Grupo Guayubira
21 de setiembre de 2012

Temas: Monocultivos forestales y agroalimentarios

Comentarios