¿Es comercializable la agricultura sustentable?

Idioma Español
País Venezuela

"La agricultura tropical debe y tiene que ser uno de los apoyos básicos de nuestra economía nacional, por cuanto la producción de alimentos se relaciona con la soberanía nacional y con el carácter de autodeterminación agroalimentaria que podamos ofrecerles a nuestra sociedad, especialmente a las nuevas generaciones que nos exigen un nuevo estilo de desarrollo económico y social."

Por Miguel Angel Nuñez

 

El concepto de agricultura sustentable se originó en 1972, cuando la Federación Internacional de Movimientos de Agricultores Orgánicos (lFOAM) se funda con el objetivo de promover "prácticas o métodos agrícolas biológicos, económicos y socialmente sustentables". Su primera conferencia científica en 1977 IFOAM la tituló "hacia una agricultura sustentable". Posterior a esta iniciativa, una serie de documentos han sido publicados. Gips, de la Alianza Internacional de Agricultura Sustentable, realiza una exhaustiva revisión bibliográfica sobre el tema en mención; encontrando que muchas definiciones sobre agricultura sustentable presentan limitaciones, especialmente son conceptos aislados, como por ejemplo: economía, producción, ecología y cultura.

 

Pareciera que estos intentos no presentan niveles de integración entre los conceptos emitidos. Es el propio Gips y su equipo de trabajo quienes se aproximan a definir que "la agricultura sustentable es ecológicamente sana, económicamente viable, social y humanamente justa". En esta definición, entendemos, que se recogen objetivos y metas a lograr en los diversos desarrollos de la agricultura sustentable a impulsar.

 

También la definición de Gips nos proporciona una base o plataforma común a las diversa prácticas agrícolas que deben cumplir a cabalidad los cuatro criterios que conforman la definición evaluada.

 

Algunos de los sistemas agrícolas más comunes que tienden a cumplir en alguna medida los cuatro criterios de sustentabilidad en las nuevas agriculturas a impulsar son: la orgánica, la alternativa, la biológica, la natural, la regenerativa, la ecológica, la permacultura, la biodinámica y la de bajos insumos. Es importante aclarar que ya algunos de estos sistemas están funcionando cabalmente en otras latitudes. Los sistemas agrícolas anunciados se han desarrollado y consolidado en función de personalidades, historias, intereses políticos y mercantilistas, localidades geográficas y diversas expresiones geográficas. Algunas de ellos presentan concepciones epistemológicas y filosóficas.

 

Dado el auge indetenible de estas prácticas de agriculturas sustentable en Europa y Estados Unidos, uno de los aspectos delicados en el desarrollo de estas agriculturas son los diversos problemas que se relacionan con la certificación de los productores, su mercadeo, comercialización y distribución. Algunos países como Suecia, Alemania, Francia parecen haber superado esta situación. Algunos productores ecológicos se han visto obligados a crear mercados alternativos con éxito, otros se han visto obligados a negociar sus productos con empresas de mercadeo y distribución. Por otra parte, por la eficiencia de sus sistemas de control en la cadena agroalimentaria han; entrado en el negocio orgánico algunas empresas transnacionales de alimentos que de una u otra forma han contribuido a consolidar monopolios y oligopolios en el intercambio de alimentos a nivel internacional.

 

Actualmente algunas multinacionales de alimentos, de agroquímicos, entre otras, comienzan a usar el término de agricultura sustentable con fines puramente comerciales y agroindustriales.

 

Las Industrias de Jacobs Suchard en Europa controlan el comercio de café y chocolates. La Nestlé posee el comercio mundial de¡ café soluble, del chocolate y sus derivados; compite por la compra de café para hacerlo orgánico con otras multinacionales, como por ejemplo: la Philips Morris (25%) (indica cantidad de compra de café), Nestlé (17%); Procter & Gamble (7%); Rothfos (12%); Volkart (10%); Cargill (8%), EDF Man (6%); Sara Lee (6%). La Sandoz busca entrar en el mercado de productos orgánicos.

 

Nos comentaba un productor de café en Rondonia, Brasil, que las ganancias de un 1 kg. de café orgánico se distribuyen de la siguiente forma: supermercados (20%); gobierno (17%); publicidad (14%); torrefactoras (13%); empresas o fundaciones comercializadoras (12%); productores (10%) y agroindustria (4%). Sin contar los precios de los productos orgánicos que los obligan a elevarlos, del esquema de ganancias observamos que los productores siguen teniendo la peor parte, las ganancias son bajas, sin que ellos realmente puedan conocer cómo es el manejo de la importancia de los alimentos orgánicos en los mercados internacionales.

 

La incursión de las multinacionales agroindustriales en la agricultura sustentable, especialmente a través de su promoción en Asia, África y Latino América, está ocasionando otro tipo de problemas a niveles regionales y locales, por ejemplo: la calidad, la certificación de los productos y su relación con el proceso productivo, el manejo de los medios de producción tienen estrecha relación con el modo de producción. Hoy día un monocultivo orgánico es técnicamente criticado por no ser una práctica ecológicamente sustentable. Al no tener un suelo biológicamente sustentable, no tendremos una planta fisiológicamente fuerte y saludable, y será atacada por las plagas, permitiendo seguir con la dependencia de insumos curativos para el desarrollo de las plantas, por lo cual no podremos tomar medidas preventivas para la protección de los cultivos.

 

Con ello nos preguntamos, ¿cómo podemos producir un alimento de buena calidad? Las particularidades tratadas también se relacionan con la organización social que asume la responsabilidad de la producción. Se da una dispersión y confusión en el hecho de no producir o hacer de la agricultura una actividad más integral, más acorde con las necesidades locales, y los valores sociales y culturales de la comunidad.

 

Es aquí donde debemos hacer una reflexión con relación a los cambios que debemos impulsar en nuestra agricultura nacional.

 

Tenemos el deber y derecho de promover e investigar sobre nuestro tipo de agricultura, necesaria para nuestras latitudes tropicales. No podemos volver a cometer el histórico error de promover otros tipos de agriculturas no aptas para nuestro medio, como lo pueden ser algunos de los sistemas agrícolas sustentables que anunciamos con anterioridad. Estos no tienen el arraigo cultural, social y productivo establecido en nuestra región tropical.

 

Acorde con las cifras de Altieri, aproximadamente 13 millones de unidades comunales en Latinoamérica practican una agricultura que durante milenios ha ganado una práctica de integración, en la que se conjugan el manejo del suelo, la vegetación diversa y el agua. Estas tecnologías populares superan las limitaciones que nos presenta la naturaleza, definiendo los objetivos referidos a la organización social y de la producción, los cuales a su vez están estrechamente relacionados con los valores culturales y religiosos de la localidad.

 

Es importante aclarar que no estamos proponiendo ir al pasado e impulsar nuestros medios tradicionales de producción como base de un desarrollo económico agrícola nacional. Nuestro aporte trata de integrar los conocimientos más avanzados de las ciencias agrícolas y ecológicas con el vasto conocimiento inmerso en nuestros sistemas tradicionales de producción, los cuales preservan el ambiente con el uso de tecnologías populares.

 

En este sentido, vale la pena considerar el papel de la agricultura tropical en el contexto de las tecnologías populares. Para el Instituto para la Producción e Investigación de la Agricultura Tropical (IPIAT), la agricultura tropical es la agricultura que, por sus características latitudinales, se desarrolla bajo una adecuada temperatura y radiación solar de manera constante, condiciones básicas para el desarrollo de los procesos metabólicos de los cultivos expresados en la asociación de cultivos o policultivos, como la más alta expresión práctica de una unidad de producción sustentable con un grado de tecnificación apropiada para la preservación de los ecosistemas naturales, de los factores sociales y culturales inherentes a los procesos productivos en su concepto. Este concepto que se expresa en las agriculturas mejicanas, caribeñas de amazonas, andinas, indígenas y tradicionales, entre otras a lo largo de la latitud tropical, encierran un componente técnico básico para el desarrollo de las agriculturas propuestas. Este componente lo denominamos la práctica del policultivo o la asociación de cultivos. En estas técnicas parecieran encontrarse connotaciones biológicas, químicas y físicas hasta ahora poco estudiadas e investigadas a cabalidad. Esta biodiversidad expresada en el policultivo influyen sobre la productividad y los servicios que brindan a los ecosistemas. La importancia del policultivo es evidente en la actividad agraria dada las ventajas recogidas. La sabiduría de estas tecnologías populares y apropiadas, incluido su aporte, es útil para la protección de las cuencas hidrográficas, el mantenimiento de la fertilidad del suelo y la receptividad de prácticas de control biológico de plagas, está siendo confirmada hoy día por investigadores y productores como opciones válidas a ser incorporadas a los sistemas productivos para mejorarlos y aliviar los problemas ocasionados al ambiente.

 

Para concluir, afirmamos que la agricultura tropical debe y tiene que ser uno de los apoyos básicos de nuestra economía nacional, por cuanto la producción de alimentos se relaciona con la soberanía nacional y con el carácter de autodeterminación agroalimentaria que podamos ofrecerles a nuestra sociedad, especialmente a las nuevas generaciones que nos exigen un nuevo estilo de desarrollo económico y social. Todo esfuerzo tendiente a entender, proponer y justificar cambios para lograr una mejor agricultura que ayude a mejorar la economía del país debe ser considerada y valorado en su justa dimensión.

 

HAY QUE ESTUDIAR Y PONER EN PRACTICA LA AGRICULTURA ORGANICA BIOINTENSIVA, LA AGRICULTURA SINERGICA.,ETC.EL CAMBIO PARA UNA AGRICULTURA AGROECOLOGICA ES NECESARIO PARA LOGRAR UNOS ALIMENTOS SANOS QUE CONTRIBUYAN A TENER UNA MEJOR SALUD.

 

-

 

Recordemos lo dijo: Pierre Delbet "Ninguna actividad humana, ni siquiera la Medicina, tiene tanta importancia para la salud como la agricultura"

 

Red WADÄKA

 

Wadaka significa en voz pemón ¨el árbol de todos los frutos"

 

 

 

Temas: Agroecología, Soberanía alimentaria

Comentarios