Los movimientos sociales rurales en América Latina

"El cuestionamiento a fondo del modelo de desarrollo rural, proviene de los movimientos campesinos e indígenas que demandan el reconocimiento de su diversidad y el respeto a sus entornos, sus territorios y sus formas de utilizar los recursos naturales. Los movimientos campesinos e indígenas proponen un proyecto civilizatorio alternativo, que retoma los aspectos culturales y ecológicos más relevantes para enriquecer los procesos de búsqueda hacia la sustentabilidad rural."

El contexto: la crisis ambiental global y los movimientos sociales rurales

Los modelos de desarrollo son el reflejo concreto de un proyecto civilizatorio, de una visión del mundo y comprende el conjunto de valores, de símbolos, de conocimientos, el sentido de trascendencia, de realización humana, las ideas sobre la democracia, la comprensión de la naturaleza, del trabajo, de la producción material. El proyecto occidental ha sido el dominante, y ahora sus resultados muestran una crisis global y multidimensional, es una crisis civilizatoria donde se Incluye lo ecológico, lo social, lo económico, lo cultural, lo político, lo ético, en un complejo entramado conocido como crisis de la modernidad.

Los modelos de desarrollo presentan diversas variantes en sus formas de aplicación, sin embargo, tienen entre sí un origen común y una serie de elementos que comparten como: La industrialización y la urbanización como objetivos, las relaciones sociedad-naturaleza, las relaciones entre ciudad y campo, los procesos económicos y la naturaleza, el papel de la ciencia y la tecnología.

El modelo actual de desarrollo rural propone una serie de herramientas tecnológica basadas en la Industrialización de la naturaleza el Monocultivos y mono especies, el Uso de insumos de origen industrial y fósil, los Plaguicidas, fertilizantes, hormonas, transgénicos El conocimiento científico como único camino, las -Grandes cadenas agroalimentarias y la Exportación y agrocombustibles.

La crisis civilizatoria

La dimensión ecológica de la crisis se expresa en un deterioro global de las condiciones naturales que hacen posible la vida en el planeta, y que ponen en peligro nuestro futuro como especie. –el cambio climático-ambiental. De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 20 % del total de la población del planeta, hace uso de 80 % de los recursos naturales, dejando a 80% restante de la población, solo el uso de 20% de estos recursos naturales.

Además de la destrucción de la naturaleza, el proyecto civilizatorio no ha resuelto el problema de la pobreza y la marginación, por el contrario la ha aumentado y esto constituye la dimensión social de la crisis. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, 800 millones de seres humanos padecen hambre crónica, mientras que 14 millones mueren de hambre cada año, y 35,000 niños mueren diariamente por hambre.

La crisis alimentaria

En Latinoamérica se encuentra el 45%, del total de los campesinos mundiales. En la actualidad los campesinos, disponen de 33% de la superficie cultivable y son 26% de la población económicamente activa.

Estos campesinos además de alimentarse ellos y sus familias, se encargan del 40% de la producción para el mercado interno y 35% de los productos de exportación. Los campesinos latinoamericanos producen 77% del fríjol, 51% del maíz y 61% de las papas, así en Bolivia aportan 80% de la producción agrícola, en Perú 55%, en México 47 %, en Brasil 40% y en Chile 38% (FAO 2004). Pero ha pesar de estas cifras Crece el sector agrícola y la economía agrícola FAO 2006, crece la desnutrición y el hambre en el medio rural FAO 2006, crece el deterioro ambiental y la insustentabilidad rural ONU 2005, crece la emigración hacia las ciudades y EUA (ONU 2006). Desaparecen culturas rurales e indígenas (ONU 2006), el 80 % de los indígenas se encuentran en pobreza extrema (ONU 2005) y el 51 % de los pobres se ubica en el campo. (ONU 2005)

Los movimientos sociales rurales y la construcción de la sustentabilidad

La crisis de la modernidad, ha provocado un creciente cuestionamiento de carácter global del desarrollo modernizador y su etapa neoliberal como modelo único. Ha generado un amplia búsqueda de alternativas de desarrollo en la cual, participa un espectro variado de instituciones, actores y movimientos sociales.

A pesar de los diferencias, existe un creciente consenso acerca de la necesidad de establecer otro tipo de articulación entre las sociedades humanas, y la naturaleza en los procesos de desarrollo. La perspectiva de la sustentabilidad no se origina a partir de preocupaciones teóricas o académicas, se ubica en una amplia variedad de movimientos ciudadanos y sociales, que incluye entre otros a ecologistas, campesinos, indígenas, mujeres, pacifistas, consumidores y ciudadanos.

Los impactos del modelo de desarrollo occidental, han sido especialmente severos en el mundo rural y sus pobladores indígenas y campesinos y en sus tierras, habitats y recursos naturales.

El cuestionamiento a fondo del modelo de desarrollo rural, proviene de los movimientos campesinos e indígenas que demandan el reconocimiento de su diversidad y el respeto a sus entornos, sus territorios y sus formas de utilizar los recursos naturales. Los movimientos campesinos e indígenas proponen un proyecto civilizatorio alternativo, que retoma los aspectos culturales y ecológicos más relevantes para enriquecer los procesos de búsqueda hacia la sustentabilidad rural.

En una curiosa paradoja estos actores sociales despreciados y condenados por la civilización moderna –ahora en crisis-, con sus cosmovisiones, sus relaciones con la naturaleza, sus hábitos comunitarios, y sus culturas , son parte sustancial de las fuerzas sociales que promueven el cambio civilizatorio.

También existen otros actores de la sustentabilidad rural que debemos considerar; las organizaciones no gubernamentales, los movimientos ecologistas, las universidades, los consumidores y los gobiernos a distintos niveles con elementos comunes en las estrategias para el fortalecimiento de la agricultura familiar, la sustentabilidad de la agricultura, el acceso a la tierra y los recursos naturales, la promoción de la cultura y la vida rural, la sustentabilidad del desarrollo rural, el comercio justo, la gestión local del desarrollo y la multifuncionalidad de la agricultura.

Alexander Galindo Murcia
Ingeniero Agroecologo
UNAC –CAQUETA
COLOMBIA

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