Nueva revisión científica sobre los efectos en la salud de los plaguicidas utilizados en los cultivos transgénicos

Se reproduce aquí un capítulo del nuevo libro del profesor Andrés Carrasco y sus colegas (resumen y conclusión). En el libro se revisa la literatura científica sobre los efectos sanitarios de los plaguicidas que se utilizan en grandes cantidades en el cultivo de la soja y otros cultivos transgénicos.

 

La conclusión a la que se llega es que resulta insostenible por los efectos perjudiciales de los plaguicidas utilizados en los cultivos transgénicos y pide la adopción de políticas que den prioridad a la seguridad ambiental y la seguridad alimentaria, frente a los intereses de las industrias agroquímicas y los mercados.

 

El capítulo forma parte de un nuevo libro, “Avances en Toxicología molecular, vol.6”, publicado por Elsevier: ver aquí

 

Más información sobre las investigaciones anteriores del profesor Carrasco, que encontró que el Roundup y el glifosato causan defectos de nacimiento en los embriones de los animales: aquí

 

Los pesticidas usados en América del Sur en la Agricultura OGM: una revisión de sus efectos sobre los seres humanos y en modelos animales

 

Silvia L. Lopez, Delia Aiassa, Stella Benitez-Leite, Rafael Lajmanovich, Fernando Manas, Gisela Poletta, Norma Sanchez, Maria Fernanda Simoniello, y Andres E. Carrasco

 

Avances en Toxicología Molecular, Volumen 6

 

Elsevier BV 2012

 

Resumen

 

En América del Sur, la incorporación de los organismos modificados genéticamente (OGM), diseñados para ser resistentes a los plaguicidas, han cambiado el modelo de agricultura con una dependencia masiva de los productos agroquímicos. Se utilizan diferentes pesticidas en respuesta a las demandas del mercado mundial de consumo para controlar las malezas, los artrópodos herbívoros y las enfermedades de los cultivos. En este artículo examinamos sus efectos sobre los seres humanos y en los modelos animales, en términos de genotoxicidad, teratogenicidad y daño celular. También hacemos hincapié en la importancia de los biomarcadores para la vigilancia médica de las poblaciones en situación de riesgo y proponemos el uso de biosensores como recurso sensible para detectar los efectos indeseables de las nuevas moléculas y los contaminantes ambientales. La compatibilidad del glifosato, el herbicida más intensamente utilizado en los cultivos transgénicos, para el manejo integrado de las plagas en los cultivos de soja, también se pone en duda.

 

1. Introducción

 

La productividad hortícola en las regiones subtropicales del mundo está severamente limitada por las plagas y las enfermedades que afectan a los cultivos, y por lo tanto, afecta a la calidad de los productos, convirtiéndose en una prioridad en todo el mundo en respuesta a las demandas del mercado de consumo. El uso de agroquímicos es la estrategia más común utilizada para el control de las malezas, de los artrópodos herbívoros y las enfermedades de los cultivos, pero que se convierte en un importante factor que afecta a los recursos naturales, así como a la salud de los trabajadores rurales y los potenciales consumidores.

 

En América del Sur, se utilizan distintos agroquímicos de forma masiva, con una preponderancia del uso de herbicidas de amplio espectro a base de glifosato (GBHS), del cual dependen completamente los cultivos modificados genéticamente (OGM) diseñados para ser resistentes al glifosato, tales como los cultivos de soja.

 

En Argentina, la extensión de tierra dedicada a la soja transgénica llegó a los 20 millones de hectáreas. Se rocían 200 millones de litros de glifosato para obtener una producción de 50 millones de toneladas de soja al año [1,2]. En Paraguay se está produciendo una gran expansión del cultivo de la soja, con semillas transgénicas introducidas ilegalmente en el país y una infraestructura montada por las grandes empresas [3,5]. En el año 2006/2007, la superficie cultivada alcanzó las 2.426.000 hectáreas, casi 400.000 hectáreas más que la cosecha del año anterior (2005/2006). De los herbicidas importados en 2002, el 75% estaba destinado al cultivo de la soja; de los plaguicidas importados, el 68% se utilizó en la misma zona, y de los fungicidas, el 65% tuvo un destino similar [6].

 

El modelo de agricultura extensiva basada en la Biotecnología OGM se aplica actualmente en América del Sur (principalmente en Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay), sin evaluación crítica, sin evaluaciones rigurosas y la información adecuada sobre el impactos de las dosis subletales sobre la salud humana y el medio ambiente, lo que lleva a una situación conflictiva. Los estudios sobre los posibles impactos son absolutamente necesarios, ya que existe una escasez de datos sobre la exposición crónica a los agroquímicos.

 

 

Necesidad de una ciencia crítica e independiente

 

Las Corporaciones Multinacionales manejan prácticamente el mercado mundial de semillas y productos químicos. No se puede inferir que la investigación realizada o respaldada por estas empresas sea totalmente objetiva. Investigaciones de grupos independientes han abierto el debate acerca del bisfenol A, mientras que los estudios financiados por la Industria no han encontrado efectos adversos relacionados con la exposición al bisfenol A, el 90% (n>100) de estudios no financiados por la Industria muestran significativos efectos adversos por la exposición al bisfenol A [177, 178]

 

Se encontraron varias malformaciones en conejos y ratas según estudios propios de la Industria para comprobar la teratogenicidad del ingrediente activo glifosato antes de su aprobación en 2002 por parte de la UE. Los estudios de la Industria no se pueden consultar por ser comercialmente confidenciales. Sin embargo, dichos datos fueron compilados por el Gobierno alemán en un Proyecto de Informe en 1998 (DAR), ya que Alemania ha sido el Estado miembro ponente para el glifosato y mantendrá este cargo hasta la próxima revisión del glifosato en el año 2015.

 

Se encontraron malformaciones que incluyen costillas adicionales, distorsiones que afectan a las costillas torácicas, malformaciones del corazón, agenesia renal, esternebras sin osificar, osificación reducida de centros craneales y arcos vertebrales sacrocaudales, así como variaciones esqueléticas y malformaciones viscerales, no especificadas en el DAR [179]

 

Es indispensable cambiar la dirección de la investigación científica, dejando atrás el reduccionismo y el pragmatismo que domina la agricultura en las últimas décadas. No será posible desarrollar una agricultura sostenible que satisfaga las necesidades sociales si el hombre no comienza a dar prioridad a las políticas que mejoren la seguridad ambiental y alimentaria frente a los intereses de la Industria Agroquímica y los Mercados. Los autores de este capítulo hacen un llamamiento a la comunidad científica para que sean conscientes de los riesgos involucrados a nivel local y a escala global, anticipándose a los problemas antes de que nos sorprendan.

 

Fuente: gmwatch.org

Publicado por noticiasdeabajo.wordpress.com

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Por noticiasdeabajo • 26 agosto, 2012

 

GMWatch, 25 de agosto de 2012

Temas: Agrotóxicos, Transgénicos

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