Argentina: Científicos y ambientalistas ponen en el ojo de la tormenta a la producción agraria y la especulaciòn inmobiliaria

Idioma Español
País Argentina

Investigadores y especialistas sostienen que la producción intensiva de soja genera menor permeabilidad de los suelos, lo que hace circular con mayor velocidad el agua hacia los arroyos.

Las inundaciones en la provincia revisten un carácter particular respecto a las causas que las provocan. Es decir, mientras en aquellos distritos de la tercera sección electoral el trasfondo de la problemática puede hallarse –según los especialistas- en los fuertes niveles de especulación inmobiliaria, ya sea por la construcción de barrios privados y buildings que arrojan a terrenos inundables a importantes sectores de la población, en las ciudades linderas a la actividad agrícola el objeto de las críticas se centra en el tipo de producción rural.

Luján, Arrecifes, San Antonio de Areco, Pergamino, Exaltaciòn de la Cruz, Salto, son algunas de las ciudades bonaerenses afectadas por las inundaciones que pusieron en el ojo de la tormenta al desempeño del agro.

Especialistas y organizaciones ambientales vienen asegurando que la producción intensiva de soja y la siembra directa vienen disminuyendo la capacidad absorbente de los suelos, lo que hace que el agua circule con mayor velocidad a los arroyos desbordándolos en pocas horas.

En diálogo con “Todo no se puede”, programa radial emitido por FM Cielo, Patricia Pintos, integrante del Centro de Investigaciones Geográfical de la UNLP, señaló, respecto al río Luján, que entre los factores antrópicos puede encontrarse el “cambio del perfil productivo” en la zona que “ha ido virando de la ganadería a la agricultura y sobre todo a la soja”, por lo que “los productores tratan de evacuar el excedentes hídricos a través de canalizaciones clandestinas”.

Por dar un ejemplo, en los alrededores de Luján, ambientalistas, estiman la existencia de 114 canales ilegales en campos.

Por otra parte, en diálogo con Infocielo, desde la organización socioambiental “Tierra para Vivir” sostuvieron que la “sojizaciòn” es una de las causas detrás de estas inundaciones.

“Está comprobado que la sojización produce desertificación de los suelos, perdiendo los mismos su capacidad de renovar cultivos después de determinado tiempo, a la vez que quita considerablemente la capacidad de absorción de la tierra. Para sumar complejidades al tema, el monocultivo de soja se abre terreno a través del desmonte y la deforestación, siendo de las causas principales del arrasamiento de 36 canchas de fútbol por hora de especies nativas”, aseguró Gigi Krein, integrante del espacio.

Además y respecto a las políticas de estado, afirmó que “más allá de discursos o colores, el podio de los candidatos a presidente no plantea una política de revisión de la extensa sojización y cementación de nuestro territorio sino más bien, todo lo contrario”.

La especulación inmobiliaria:

Otra de las causas consignadas por los especialistas tiene que ver con la especulación inmobiliaria, la cual genera impermeabilización de sectores a través de la construcción de grandes torres o edificios, a la vez que la construcción de countries o barrios privados sobre humedales extiende dicho proceso dejando a la deriva barrios precarios u asentamientos.

“Un segundo problema antrópico que es muy importante –relata Pintos- es el del avance de la ciudad sobre las planicies de inundación del rio Luján, es decir los humedales”.

Según la investigadora de la UNLP, esos terrenos ocupados “cumplen una función muy importante que es la de amortiguar las inundaciones al resto de la ciudad”, al tiempo que “a medida de que la urbanización ha ido avanzando, por una moda que es la de difundir el modelo nordelta” las probabilidades de inundaciones crecen.

“Son los sectores más vulnerables los que tienen menos condiciones para superar estas condiciones, son los más afectados”, concluyó Pintos.

Por su parte, Krein señaló que “la superficie absorvible, a su vez, no escapa a los negociados planteados por empresas y gobiernos, y llega a ser afectada por emprendimientos inmobiliarios y e infraestructura que demanda el emporio del automovil, como el caso de la autopista que pretende atravesar el Parque Pereyra Iraola”.

Por último, sostuvo que “ante estos avances, las poblaciones siempre eligen por organizarse y luchar desde proyectos alternativos concretos, que pocas veces son atendidos por los gobiernos de turno”.

Fuente y foto: Info Cielo

Temas: Agronegocio

Comentarios

20/08/2015
produccion agraria , por miguel
Volver a la Tierra
Inundaciones y agro negocios

“… la cuestión de las inundaciones y de los proyectados trabajos de nivelación y desagüe estuvieran a la orden del día y se deseara conocer mi opinión al respecto. Eso me indujo a hacer algunas observaciones sobre las causas de las inundaciones y los medios de evitarlas, y encontré que esta cuestión estaba íntimamente ligada con la de las sequías que de tiempo en tiempo hacen sentir sus desastrosos efectos sobre distintas regiones de la Provincia. Aún más: adquirí la convicción de que todo esfuerzo y todo trabajo que tendieran a evitar uno de esos males, sin tomar en cuenta el otro, ocasionaría, probablemente, más perjuicios que beneficios.” (Sequías e inundaciones en la Prov. de Bs. As. Florentino Ameghino, 1884)

Mas de 130 años han pasado y seguimos debatiendo sobre un problema al que, la actividad del hombre suma agravantes como el cambio climático y el modelo de los agro negocios. Desde el GRR hemos expresado, a fines de los 90, que este modelo de agricultura industrial, no es sustentable, peor aun ha causado daños que será difícil revertir por generaciones.
Ya he cumplido 51 años de agrónomo, he visto los efectos del modelo agrario actual y su implementación que en parte ya describí hace 10 años en: Cambios productivos y sus repercusiones en el nivel agronómico (En EL CAMPO EN LA ENCRUCIJADA Ed.Alianza 2005) -http://www.pararelmundo.com/ciencia-agronegocios-acerca-ho…/
En el mencionado artículo, documento que viví el proceso de puesta a punto de la siembra directa en la EEA de San Pedro, una experimental fruti – hortícola que fue superada, primero por la demanda de los productores de soja, y luego los contratistas; fui testigo del despoblamiento de parajes y colonias, del levantamiento de alambrados, casas y molinos. Las familias rurales se “urbanizaron” y el campo se despobló, la Argentina cambió.
La siembra directa que hoy se realiza, poco tiene que ver con los postulados que, desde la SD se manejaban en sus comienzos, herramientas livianas, tractores de pocos HP, ROTACIONES (en sus inicios arveja y lenteja, ambos invernales, formaban parte de dicha rotación) el trigo era infaltable. He repetido hasta el cansancio que se usaba 1 litro de glifosato en soja NO GM, pues se usaba la “soga” delante del tractor. Hoy todos sabemos que no solo se multiplicó la dosis sino que se duplicó la materia activa de los glifosatos.
Solo como evidencia del extremo a que ha llegado la SD, que dice en su relato utilizar menos agrotóxicos, traigo del recuerdo estas imágenes .Las malezas resistentes se multiplican como lo hacen las plagas, he visto quemar rastrojo como salida desesperada de la invasión de bicho bolita.

La fertilidad, que se asegura mantiene la SD, queda desmentida con el testimonio del ing. Casas del Instituto de Suelos INTA:
“La intensificación productiva registrada en la Región Pampeana sin las rotaciones adecuadas ni los niveles de reposición de nutrientes necesario, determinó la disminución paulatina de la calidad de los suelos… Asimismo, se observa un incremento de los procesos de erosión hídrica en áreas onduladas, tema que estaba superado en gran medida por el sistema de siembra directa con rotaciones que aseguraban una cobertura total del suelo con rastrojos de los cultivos. La soja, por el contrario, provee un rastrojo rico en nitrógeno (baja relación carbono/nitrógeno) que se descompone rápidamente, dejando al suelo con muy escasa cobertura y expuesto a la acción erosiva.
La situación descripta determina a su vez, una doble vía de reducción del stock de materia orgánica del suelo. Por un lado, debido a que la tasa de adición de rastrojos no alcanza a compensar la tasa de mineralización y por otro, porque la erosión se lleva aproximadamente un 0,1 por ciento de materia orgánica por cada centímetro de suelo perdido, de acuerdo a mediciones efectuadas por el Instituto de Suelos del INTA en la subregión Pampa Ondulada.
Este “subsidio” que la riqueza natural de los suelos otorga al usuario de la tierra y al estado no es otra cosa que una pérdida paulatina del capital suelo”.
La SD exige rotaciones que hoy NO se hacen, pues no es negocio para los pooles de siembra sembrar trigo (tampoco lo es para los propietarios) y el maíz se ha convertido en una de los cultivos mas caros de implantar, así las cosas estamos ante un estricto monocultivo de soja. Los remito nuevamente a mi trabajo “Cambios agronómicos…” y quiero recordar al Dr Kobayashi, quien trabajara en convenio JICA –INTA, en los años 2009 en adelante, quien dijo: “Hace cuatro años, visité los campos de cultivo de soja en el noreste de China. Recuerdo haberme horrorizado de las extensas tierras áridas, donde se veía claramente la desertización, como resultado del deterioro del suelo a causa del monocultivo. El monocultivo había provocado el aumento y la expansión de los patógenos en el suelo. Al mismo tiempo, el exceso de riego había causado erosión y problemas de salinidad. Como consecuencia, se habían agravado las condiciones del suelo. Esta situación obligó a China a tratar el tema a nivel nacional, y desarrollar un programa para frenar la expansión de los daños causados por el monocultivo de la soja”.
La investigación llevada a cabo por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) demuestra que muchos de los terrenos argentinos presentan signos de deterioro a causa del uso excesivo de los pesticidas, fungicidas y fertilizantes, y advierte la probabilidad de que conduzca al país hacia una situación alarmante en un futuro cercano. La siembra directa es muy efectiva a la hora de evitar la erosión de los terrenos, pero no es un buen método cuando se trata de la protección de las plantas. Esta técnica, en caso de soja, provoca el resurgimiento de las enfermedades, ya que deja las raíces y los tallos infectados de hongos patógenos dentro del suelo hasta el año siguiente, por lo que los productores deben acudir a una mayor cantidad de pesticidas y fungicidas para combatirlos. http://www.agroparlamento.com/agroparlame…/desarrollada.asp…
Resulta muy llamativo que las recomendaciones de este especialista que hace muchos años trabajó en el país en temas de microbiología del suelo, hayan sido ignoradas hasta por las propias instituciones a las que él perteneció y a las que trató de aportar sus conocimientos.
En reiteradas exposiciones el Dr Kobayashi ha manifestado que “Si se persiste con este sistema de cultivo, no sólo se encontrará con la constante amenaza de las enfermedades del suelo, sino que también existirá la posibilidad de enfrentar el deterioro de las tierras y la destrucción del medio ambiente”.
El experto japonés abandonó el país y su experiencia fue ocultada e ignorada, ya que lo expresó en conferencias y escritos, pero los agronegocios tienen su propia ciencia empresarial, que se ocupa de ocultar y desprestigiar a quienes no están de acuerdo con el monocultivo. Cuando hacemos estas observaciones nos invitan a visitar campos con SD que no tienen estos problemas, nos dicen que arriesgamos al generalizar, sin embargo y luego de la breve descripción que he realizado, me animo a asegurar que quien puede mostrar un campo en SD sin los problemas descritos ha de ser seguramente propietario del campo (de los pocos que quedan) o ha hecho un trato de varios ciclos para su cultivo, no es precisamente el caso de los pooles de siembra.
Sorprendentes y hasta desconcertantes son las conclusiones del investigador del (Conicet-UNSL),Conicet-UNSL, Esteban G. Jobbágy en el Congreso Tecnológico CREA 2014, dijo que “era improbable anticipar todas las consecuencias hidrológicas que el reemplazo de pasturas y montes por agricultura tendría en nuestras llanuras”. Pero hoy, con el “diario del lunes”, las entendemos. “Hemos generado excesos hídricos sostenidos y, lo que en un principio se atribuyó exclusivamente a las fluctuaciones climáticas, hoy aparece también vinculado a los cambios en el uso del territorio: ascensos freáticos de diez metros en Marcos Juárez (Córdoba) desde los años 70 con lotes que se inundan por primera vez en la historia; napas que salvan la producción en años secos pero que ponen en jaque siembras y cosechas en años más húmedos; sales que aparecen en la superficie cuando menos lo esperamos”.
“El uso extensivo de fertilizante nitrogenado en casi todos los continentes (con excepción de África) permitiendo que hoy seamos 7200 millones de humanos mejor alimentados que los 1800 millones de hace 100 años. También permitió que hayamos contaminado aguas y eutroficando lagos y humedales, llegando hasta las zonas muertas del océano que crecen y colapsan pesquerías y acuicultura. Jobbágy indicó que la contaminación por sobre-fertilización, que encabeza la lista de preocupaciones en otras grandes regiones productoras, no es prioritaria en la Argentina. Pero sí lo es la pérdida de hábitats naturales y de recursos hídricos”.
“De hecho, en una enorme parte de nuestras llanuras el uso conservador del agua que hace la agricultura nos causa problemas más serios: niveles freáticos más elevados, menor capacidad de albergar excesos de lluvia y, por lo tanto, anegamientos e inundaciones más frecuentes en la región pampeana o ascenso de sales en la región chaqueña son algunos de estos problemas. No necesitamos ahorrar agua de lluvia en estas llanuras: necesitamos usar las lluvias tan exhaustivamente como la hacían las pasturas o los bosques que reemplazamos con cultivos anuales. Y aquí empiezan a surgir varias tensiones: Las inundaciones castigan a los pueblos mucho más que a los lotes agrícolas. Los tambos son el sistema productivo que generan menores excesos, pero uno de los que más caro paga la inundación. Lleva tiempo y esfuerzo entender estos problemas hidrológicos que no conocen fronteras entre disciplinas”, explicó.
El INTA, presentó resultados de un estudio de 18 años en la EEA Manfredi, que concluye que la siembra directa, “presenta numerosos beneficios. Entre ellos, mejora la infiltración del agua en el suelo, disminuye su evaporación desde la superficie y crea una condición que favorece la acumulación y conservación del agua en el perfil“. Carolina Álvarez, una de las expertas autoras de la experiencia, indicó: “La siembra directa (SD), junto con una rotación de cultivos con alta frecuencia de gramíneas y una fertilización balanceada crea las mejores condiciones para la captura de carbono, que se traduce en incrementos en rendimiento y en aportes de residuos (rastrojos) al suelo”. http://intainforma.inta.gov.ar/?p=25722
Los resultados son de una parcela experimental durante 18 años, conducida de acuerdo a los lineamientos básicos de la SD, que comenté al principio de este escrito: ROTACIONES “con alta frecuencia de gramíneas y fertilización balanceada” ¿ALGUNA COINCIDENCIA CON LA REALIDAD DEL MONOCULTIVO DE SOJA?
Las inundaciones, mas allá de una práctica o un cultivo, son consecuencia del modelo extractivo y de producción masiva de comodities, que solo sigue lineamientos del lucro, aunque necesita del justificativo falaz del hambre del mundo para disfrazar “un antropocentrismo despótico que se desentiende de las demás criaturas”. (Laudato Sí Capítulo II - párrafo 68).

Ingeniero Agrónomo Adolfo Boy / GRR / 17 de Agosto 2015