Argentina: Río Negro: un NO a la minería de oro

Idioma Español
País Argentina

La Minería de Oro, a cielo abierto y conuso de sustancias tóxicas, destruye los sistemas sostenedores de vida, envenena el agua, representa un saqueo descarado, resulta incompatible con las actividades económicas regionales y enferma a la población hipotecando su futuro

Desde la Asociación Ecologista Piuké celebramos la acertada decisión política del Sr. Gobernador de la Provincia de Río Negro Miguel Saiz, de prohibir aquellos proyectos mineros que requieran el empleo de sustancias tóxicas como el cianuro y el mercurio para la explotación

Comprobamos con alegría que nuestras voces comienzan a ser escuchadas. Este hecho renueva nuestras fuerzas para gritar con más energía que nunca, como incansablemente lo venimos haciendo localidad por localidad, como integrantes de la Asamblea Regional Rionegrina contra la Minería de Oro, a cielo abierto y conuso de sustancias tóxicas, que es el tipo de minería que se pretende desarrollar, incentivado por un marco legal ilegítimo gestado durante la década del remate, destruye los sistemas sostenedores de vida, envenena el agua, representa un saqueo descarado, resulta incompatible con las actividades económicas regionales y enferma a la población hipotecando su futuro.

Es este mismo NO, que nació en Esquel, el que recorre innumerables regiones jaqueadas a lo largo de todo nuestro país. Un NO a proyectos como el de la Mina Bajo La Alumbrera –Andalgalá que, con su mineraloducto de 250 Kms que utiliza 51 millones de litros diarios de agua para el bombeo de los barros ya ha contaminado y enfrenta procesos judiciales en tres provincias, un NO a los megaproyectos como el del Pascua Lama – Veladero, que ya tiene concluido un túnel de seis kilómetros y medio, a unos 4500 metros sobre el nivel del mar, en la Cordillera de los Andes, para que camiones de gran porte trasladen hacia el Pacífico, rumbo a los países del norte, los minerales del saqueo y que pretende garantizar la inalterabilidad de los patrones hídricos, imprescindibles para la subsistencias de las economías regionales de ambos lados de la cordillera, mediante la delirante propuesta de traslado enormes glaciares, un NO que se intenta acallar desesperadamente en San Juan, en donde con por una decisión vergonzosa del tribunal electoral se ha coartado la posibilidad de que la comunidad de Calingasta manifieste su opinión mediante plebiscito, provincia en la que también, luego de presiones, la catedral cerró sus puertas a la denominada “misa por el agua”. Porque de eso se trata, de nuestro derecho como comunidades involucradas a decidir qué tipo de emprendimientos apoyamos para nuestras propias localidades, se trata soberanía y de democracia.

Sabemos que esta lucha, que de alguna manera comenzó hace quinientos años, está muy lejos de terminar y que seguramente se incrementarán a partir de ahora todo tipo de presiones, maniobras sucias y compra de voluntades; ejercicios de rutina de este tipo de empresas que vienen a poner en práctica métodos extractivos que en sus propios países les están prohibidos por ley. Solo informándonos, sumando fuerzas y compromisos, trabajando en educación y concienciación conseguiremos entre TODOS, que este tipo de decisiones políticas se consoliden, se cristalicen en nuevas leyes y se generalicen en todo nuestro territorio.

Porque mientras ellas tengan nombres importantes en idioma extranjero y capitales poderosos, tengan el aval del gobierno nacional y el de muchos gobiernos provinciales, tengan leyes, resoluciones y convenios destinados a atraer sus inversiones, tengan técnicos dispuestos a explicarnos lo inexplicable, tengan medios de comunicación dispuestos a hacer brillar sus nombres tanto como el oro que se llevan y tengan la ventaja de nuestro hambre y de nuestra desesperación por falta de empleo; nosotros tenemos el impulso de reaccionar ante el atropello, el saqueo y la destrucción de la vida, tenemos el derecho a definir y decidir colectivamente el tipo de desarrollo que queremos y tenemos la necesidad de responder ante nuestros hijos por lo que hagamos o dejamos hacer en estos tiempos oscuros.

Deseamos, además, que sepan los que responden a intereses espurios que, como militantes de la noviolencia activa vamos a defender la vida, el agua y los bienes naturales y a las generaciones venideras, con la misma energía y firmeza que lo hemos hecho hasta ahora.

Asociación Ecologista Piuké
Bariloche, junio de 2005

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