Bosnia rechaza maíz transgénico procedente de EE UU por los riesgos que representa para la salud

Según ha podido saber Ecologistas en Acción, EE UU tuvo que retirar una partida de maíz transgénico, valorada en 4 millones de dólares, que envía a Bosnia como "ayuda humanitaria". El grano destinado a consumo animal fue rechazado, el pasado 30 de enero, por las autoridades bosnias que expresaron su preocupación porque la ayuda fuera en forma de maíz transgénico debido a los posibles riesgos que entraña para la salud.

Según Ecologistas en Acción, no es la primera vez que EE UU envía transgénicos en forma de Ayuda Alimentaria. El año pasado, EE UU donó 500.000 toneladas de maíz y productos derivados por un valor de 111 millones de dólares a programas internacionales de ayuda. Estas exportaciones de transgénicos en forma de Ayuda Alimentaria son pagadas por la administración de EE UU en forma de subvenciones multimillonarias a los productores que no encuentran un mercado "libre" donde venderlos.

Cuatro años de rechazo generalizado a los transgénicos por parte del consumidor europeo y la expansión del rechazo a otros países como Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda, India o Brasil está provocando un maremoto en el mercado estadounidense que es el primer productor mundial de transgénicos. Las exportaciones de maíz de EE UU a la UE han caído desde un valor de 360 millones de dólares anuales a prácticamente cero en la actualidad debido a que la industria alimentaria está evitando la utilización de transgénicos.
A juicio de Ecologistas en Acción, este regalo "envenenado" en forma de Ayuda Alimentaria es la forma en que el Gobierno de EE UU subvenciona a multinacionales como Monsanto o Novartis cuyo único objetivo es dar de comer al mundo entero sus alimentos transgénicos para así ganar más dinero. Estas ayudas escapan a cualquier tipo de control y por lo tanto violan el Protocolo de Bioseguridad que regula el tráfico internacional de transgénicos. La inocuidad de estos alimentos y semillas para la salud y el medio ambiente y los controles a los que son sometidos están siendo seriamente cuestionados por hechos como el del maíz Star-Link de la compañía Novartis que entró en la cadena de alimentación humana, cuando solo estaba permitido su uso para forraje de los animales por las características alergénicas del mismo.
En plena crisis de las vacas locas, Ecologistas en Acción hacen un llamamiento a los ganaderos y productores de piensos para que no cometan el error de utilizar proteínas vegetales procedentes de cultivos transgénicos en sustitución de las proteínas de origen animal, ya prohibidas. Según la organización ecologista unir el riesgo de la EEB con el riesgo de los piensos transgénicos sería dar la puntilla al maltrecho mercado de la carne.

Más información: Gregorio Álvaro Campos 915 22 18 00
Ecologistas en Accion

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