Cambio climático: «el compromiso que se muestra en la Unión Europea es un simulacro»

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El incendio del Amazonas fue la peor catástrofe ambiental del año y evidenció la voracidad de las corporaciones sojeras y agrícolas y la ignorancia de los gobiernos que desconocen la crisis climática. El acuerdo firmado entre el Mercosur y la Unión Europea garantiza menos hectáreas naturales y más territorio a la explotación de la tierra. El aumento al cupo de las exportaciones de carne vacuna, etanol y soja de América hacia Europa aumentaría las emisiones en un 34 %.

En comunicación con Carlos Vicente, integrante de GRAIN, organización internacional sin fines de lucro que trabaja para apoyar a los pequeños agricultores y movimientos sociales, charlamos sobre el informe que publicó este organismo sobre los efectos ambientales que tendría el acuerdo comercial de la Unión Europea y el Mercosur. En particular sobre el calentamiento global, en un año donde los incendios en la Amazonia y en distintos territorios, inundaciones y demás demostraron que la crisis climática está en puerta y que poco preocupa a los gobernantes.

Carlos: «Se vendió al acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea como una bendición que tendrá y dará nuevas oportunidades a la Argentina, pero lo que mostramos en este informe es cómo en realidad este acuerdo que fue impulsado y resistido por ambos lados, va a agudizar la crisis climática. El informe aborda cómo aumentaría la cantidad de emisiones que se derivaría del aumento de producción. Nosotros hicimos una auditoría haciendo cálculos como los que realiza la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, sobre el acuerdo firmado entre la Unión Europea y  el Mercosur.»

«El acuerdo informa que se va a incrementar el comercio de algunos productos, es decir los cupos para algunos productos. A partir del cálculo demostramos que ese comercio bilateral de 8 productos solamente va a ser que las emisiones aumenten en un tercio, en un 34% prácticamente. Esto demuestra que el discurso de la Unión Europea, supuestamente comprometida con la disminución a las emisiones es falso. Siguen aportando al comercio de productos que van desde la carne bovina, a la soja, el etanol, el arroz y los productos que nos van a vender leche en polvo, queso, fórmula para alimentación infantil y manteca. Esos ocho productos son los que están en los estudios que hicimos demostrando que las emisiones van a aumentar entre un 33% y un 34%.

ELM: En relación a esta caracterización de cuáles son los productos que van a estar involucrados en este acuerdo, ¿qué importancia tiene la situación de Brasil como referencia de lo que fueron los incendios en la Amazonia y cómo se difundió el interés especial de Bolsonaro para entrar en el acuerdo?

Carlos: «En realidad lo que había anunciado Bolsonaro era que Brasil se retiraba del acuerdo de París que es el acuerdo sobre crisis climática que se discutió en la COP 25 y siguiendo la misma línea de negación que tiene Trump donde no hay cambio climático. Por presiones de la Unión Europea decidió mantener a Brasil dentro de la COP 25, pero obviamente las medidas que está tomando Bolsonaro, justamente los incendios que mencionaste en Amazonia, tienen que ver directamente con la expansión del agronegocio, la cría de ganado vacuno y la producción de soja y maíz transgénicos que son para alimentar ese ganado. Nosotros no incluimos en el informe a la soja porque no hay una mención a los cupos que van a incrementarse para el comercio de este grano. Es algo que claramente hay que tener en consideración porque la soja se va a producir el mayor cantidad y también van a incrementarse  las emisiones. El dato del 34% de aumento en las emisiones es una cifra conservadora.

ELM: Ustedes mencionan una cuestión contradictoria en términos de lo que implica la protección a los objetivos en torno al cambio climático de los países europeos que son los que teóricamente están siendo tenidos en cuenta a la hora de publicitar este acuerdo que paradójicamente causarían mayor deforestación y mayor depredación en los países de América.

Carlos: «Justamente nosotros lo que estamos denunciando, acompañados por la Confederación Paisana, organización campesina de Francia y en América latina por la CLOC, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, es que todo esto lo que se plantea es un show, es una puesta en escena en la cual en el fondo lo que siempre aparece privilegiado es el comercio. Por supuesto esto va a impactar en el clima, y va a tener un impacto de las producciones locales en América Latina. Pensemos que por ejemplo si el incremento de la importación para América de quesos es de un 700% como está planteado en el acuerdo, el impacto que va a tener en la producción nacional, en Uruguay, Brasil, Argentina y Paraguay a nivel de los productores de queso cuando la Unión Europea puede tranquilamente subsidiar sus producciones para no invadir a otros países con sus productos.

También es una cuestión la frontera agrícola en Argentina, Brasil o en Paraguay en la medida en que el cupo para la exportación de carne vacuna desde el el Mercosur hacia la Unión europea se incrementa en un 50% . Es necesario concientizar sobre cómo campesinas y campesinos pueden enfriar el planeta y denunciar esta puesta en escena de la Unión Europea y el Mercosur. De alguna manera en el Mercosur no hay todo el impulso y el compromiso que se muestra en la Unión Europea pero como vos decías muy claramente es simplemente un simulacro.»

ELM: Ustedes llaman a combatir los tratados de libre comercio para salvar el clima, ¿cómo imaginan ustedes esa resistencia a los tratados de libre comercio, estos extractivismos y esta formas de producción que depredan territorios y cuerpos?

Carlos: «Nosotros desde el momento en que cayó el ALCA en América Latina empezamos a dar seguimiento a los tratados bilaterales y multilaterales que empezaron a proliferar. De hecho, hicimos un sitio web que se llama bilateral.ong donde permanentemente estamos incluyendo información de la resistencia. Es claro que los tratados de libre comercio no sólo son una amenaza para el clima sino también para la soberanía alimentaria de los pueblos. Los tratados de libre comercio no tienen nada de libre comercio, tienen que ver con abrir las puertas a las corporaciones y permitir que estas corporaciones actúan en los mercados nacionales como si fueran empresas nacionale. Como por ejemplo, en Chile en donde a partir de los tratados de libre comercio que tiene con Estados Unidos, Walmart le pidió al gobierno de Chile que incremente la represión porque las movilizaciones del pueblo chileno desde hace más de un mes están afectando sus negocios. A ese nivel llegan los tratados de libre comercio.

Es necesario ir hacia una soberanía alimentaria centrada en la producción agroecológica, centrada en la participación y protagonismo de los productores familiares, campesinos y campesinas y pueblos originarios que son realmente los que producen los alimentos que todos los días consumimos en un 70% y hoy los tratados de libre comercio y las grandes corporaciones los están expulsando cada día de sus territorios.

Fuente: ANRed

Temas: Crisis climática, Sistema alimentario mundial

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