Carta pública a los presidentes del SICA reunidos en Honduras

"Deploramos que para la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea se haya escogido la fecha y el país en el que hace tres años se rompió la institucionalidad democrática en Centroamérica por medio de un Golpe de Estado. No es aceptable que sus gobiernos que se asumen democráticos tomaran tal decisión."

Señor Otto Pérez Molina Presidente de la República de Guatemala
Señor Porfirio Lobo Sosa Presidente de la República de Honduras
Señor Mauricio Funes Presidente de la República de El Salvador
Señor Daniel Ortega Presidente de la República de Nicaragua
Señora Laura Chinchilla Presidenta de la República de Costa Rica
Señor Ricardo Martinelli Presidente de la República de Panamá
Señor Leonel Fernández Presidente de la República Dominicana

Señores Presidentes, Señora Presidenta:

Nos dirigimos respetuosamente a ustedes, como Movimientos Sociales de Honduras y de Centroamérica para manifestarles lo siguiente:

Deploramos que para la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea se haya escogido la fecha y el país en el que hace tres años se rompió la institucionalidad democrática en Centroamérica por medio de un Golpe de Estado. No es aceptable que sus gobiernos que se asumen democráticos tomaran tal decisión. Para el pueblo hondureño, el Golpe de Estado también ha significado un dramático deterioro de los derechos humanos, y para evidencia de esta situación citamos lo declarado el 30 de mayo recién pasado en la Audiencia Pública Internacional sobre la situación de los Derechos Humanos de las comunidades campesinas en el Bajo Aguán, Honduras, en la que se expresa textualmente: “CONSIDERANDO LA GRAVE SITUACIÓN DE VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS, SE CONCLUYE QUE NO HAY CONDICIONES ADECUADAS PARA FIRMAR UN ACUERDO DE ASOCIACIÓN ENTRE LA UNIÓN EUROPEA Y AMÉRICA CENTRAL”.

En toda la región vivimos la remilitarización de nuestros territorios, la criminalización de las luchas sociales, la profundización de las políticas neoliberales bajo la lógica de la recolonización y saqueo de los bienes comunes que desplaza a las comunidades indígenas y negras de sus territorios ancestrales, y una sumatoria imparable de asesinatos vinculados a la espiral de violencia que generan las políticas relacionadas con la supuesta libertad comercial.

Desde hace casi tres décadas nos hemos opuesto al libre comercio impuesto por los Organismos Financieros Internacionales y administrado por los diversos gobiernos. Nuestra oposición está sustentada en el hecho que esta agenda de liberalización del comercio y las inversiones, lejos de mejorar los indicadores socioeconómicos, ha profundizado la histórica exclusión social en la región. Algunos datos lo sustentan: 55% de la población centroamericana sigue viviendo en la pobreza (20 millones de personas); 9.5 millones viven en la miseria o indigencia; la cobertura de la seguridad social es apenas del 26% de la población centroamericana; la inversión social no llega siquiera al 10% del PIB regional; el 50% de la población centroamericana vive con un ingreso mensual per cápita menor a $140 dólares.

El efecto en materia fiscal ha sido la reducción de los ingresos de los Estados centroamericanos producto de las radicales políticas de desgravación arancelaria que han promovido los TLCs, también resultado de la gran cantidad de exenciones y exoneraciones de impuestos a la inversión extranjera directa y los regímenes de zonas francas que provocan el crecimiento de los déficits fiscales en todos los países.

Los Tratados de Libre Comercio imposibilitan el desarrollo y profundización de políticas públicas sociales a favor de la salud y educación para los pueblos,impactando por razones de género, particularmente a las mujeres, dado que asumen las tareas del cuidado de los enfermos que son expulsados de los hospitales y de la niñez no atendida por las escuelas. Asimismo los hechos demuestran que el desempleo ha aumentado obligando a millones de centroamericanos(as) al exilio económico, agudizando la desintegración familiar, y por lo tanto la responsabilidad del cuido recae sobre las mujeres. La sobre oferta de empleo favorece su precarización, la cual es avalada con leyes como la del empleo temporal por horas.

El libre comercio ha significado el desmantelamiento de nuestra producción de alimentos y la expansión de monocultivos de exportación agroindustrial. Nuestra dieta de granos básicos depende mayoritariamente de la importación extra regional de arroz, frijoles y maíz, en manos de transnacionales. Las tierras agrícolas han dado paso a la producción de agro combustibles como la palma africana con graves implicaciones ambientales, territoriales, culturales y de agravamiento de los conflictos agrarios. El TLC con Europa tampoco contribuirá a nuestra soberanía alimentaria.

Cuestionamos que lejos de hacer un alto y un viraje en la lógica del libre comercio ante el fracaso de dicha política económica, tal y como se hace en la mayoría de los países de América Latina, ustedes siguen profundizando esta lógica depredadora al firmar un Tratado de Libre Comercio con Unión Europa, aunque eufemísticamente se llame Acuerdo de Asociación (ADA). Somos del criterio que este tratado lo que hará es blindar la acción depredadora de diversas transnacionales europeas que ya operan en la región y que han sido denunciadas por sus prácticas económicas agresivas contra las condiciones laborales y nocivas contra las realidad ambientales y culturales de los pueblos. Entendemos que particularmente el capital europeo está interesado en los movimientos de capital financiero, el apoyo a la policía como medio de preservación de sus intereses y en la desintegración de los territorios para apropiarse de las riquezas del subsuelo, el agua y recursos turísticos.

Seguir por la ruta que favorece sólo a los fuertes grupos económicos centroamericanos, socios menores de los emporios transnacionales europeos, profundiza la ilegitimidad social de sus administraciones y provoca que más millones de ciudadanos y ciudadanas en nuestra región asumamos que ustedes no están firmando este Acuerdo en nombre de los pueblos.

En su momento nos opusimos al ALCA, junto a otros pueblos latinoamericanos, en las jornadas continentales que provocaron su fracaso, y desde entonces lo hemos hecho en contra de sus sustitutos, los tratados de libre comercio. Hoy, por las razones que hemos argumentado, reiteramos nuestra posición contra la firma del llamado ACUERDO DE ASOCIACION con la Unión Europea, impuesto por los intereses del capital. Nuestras propuestas como pueblos continuarán en el camino del fortalecimiento de los procesos históricos regionales de soberanía e independencia popular por las que hemos luchado desde hace más de dos siglos y que empiezan a reflejarse en iniciativas como la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA).

Tegucigalpa, Honduras, 29 de Junio 2012

- FRENTE NACIONAL DE RESISTENCIA POPULAR
- MESOAMERICANAS EN RESISTENCIA
- VÍA CAMPESINA
- FORO MESOAMERICANO
- ALIANZA SOCIAL CONTINENTAL-CA
- ESPACIO REFUNDACIONAL

Fuente: Minga Informativa de Movimientos Sociales

Temas: TLC y Tratados de inversión

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