Chile: Transnacional promotora de transgénicos Syngenta auspicia cultura en Universidad de la Frontera de Temuco

Idioma Español
País Chile

La última actividad del Centro de Extensión de la Universidad de la Frontera, el concierto de la suiza Eliana Burki, que también contó con el apoyo de Conadi y que se realizó el miércoles 21 de enero en la flamante Aula Magna de dicha casa de estudios, es un eslabón más en la cadena de colaboraciones entre la universidad “pública y estatal” y una de las empresas denunciadas por organizaciones y movimientos sociales por sus prácticas de usurpación de la semilla y los cultivos campesinos, entre otros, llamada Syngenta.

En efecto, el vínculo de colaboración ya había sido anunciado en 2012, cuando Syngenta realizó una “importante donación con fines culturales” a la Dirección de Extensión y Formación Continua de la Universidad de la Frontera, que fue posibilitado por el Consulado y Embajada de Suiza en Chile. Recordemos que Syngenta es originaria del país nórdico. El entonces director de esta oficina, Eduardo Díaz Muñoz, comentó que Syngenta “es una de las pocas empresas de la región que están desarrollando activamente el concepto de Responsabilidad Social Empresarial, colaborando de modo silencioso y orientado al cumplimiento de logros, lo que otorga a la Universidad una grata oportunidad de participar en este tipo de acciones”.

Desde entonces figuran variadas actividades culturales que la casa de estudios ha realizado a través de la Embajada Suiza, sin que se vuelva a hacer mención a la empresa. Aún así, para el concierto de Burki el logo, pendón y agradecimiento explícito sobre el escenario a la transnacional, dejan entrever que su vinculación al Centro de Extensión no se ha interrumpido.

Por otro lado, en su sitio web UFRO declara mantener otros convenios de colaboración con la transnacional, a través de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales para la evaluación del comportamiento productivo de híbridos de maíz forrajero en las regiones de La Araucanía y de Los Ríos, convenio en el que además se encuentra involucrada Pioneer.

Los pecados de Syngenta

La empresa ha estado constantemente en el ojo del huracán en varios países por sus prácticas empresariales atentatorias a la Soberanía Alimentaria. En Chile, Syngenta es una de las principales promotoras del proyecto de Ley de Obtentores Vegetales UPOV 91, que el año pasado fue desestimado por el Congreso y que actualmente se encuentra en reformulación y a la espera de ser nuevamente votado por la discusión parlamentaria.

Recordemos que Syngenta es una de las empresas acusadas por causar mortandad de abejas en la región del Maule, por aplicaciones de plaguicidas altamente peligrosos. Su insecticida thiametoxam (Cruizer) fue incluido junto a otros en un petitorio que la Red de Acción en Plaguicidas Chile/Alianza por una Mejor Calidad de Vida formuló a la presidenta Bachelet, para restringir su uso y proteger las colonias de abejas.

En otros países como Canadá, Syngenta ya ha sido demandada por apicultores, debido a la muerte de colonias de abejas que han sido expuestas a insecticidas neonicotoides. En 2013, la Comisión Europera levantó una serie de restricciones por dos años, en la utilización de tres neonicotinoides- tiametoxám, imidacloprid y clotianidina- y para el insecticida fipronil, pertenecientes a Bayer y Syngenta.

Si bien no es novedad que existen alianzas entre empresas privadas con impactos negativos en el medioambiente y las universidades públicas y estatales chilenas, este tipo de eventos deben levantar la atención sobre la naturaleza de estos maridajes y su efecto en la formación de profesionales al servicio (o no) de la comunidad.

Fuente: Mapuexpress

Temas: Agrotóxicos, Corporaciones

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