Colombia: referendo por el agua: un bien público y un derecho fundamental

Idioma Español
País Colombia

Ecofondo ha asumido la campaña en defensa del agua, centrándose en varios aspectos: considerarla a ella misma y a los ecosistemas y territorios que la generan como bien común; considerarla bien público y colectivo frente a las prácticas agrícolas de la llamada “revolución verde” y los transgénicos; y defensa del agua como bien público frente a la privatización de los servicios públicos

El pasado domingo 27 de mayo en el Humedal de la Conejera, localidad de Suba, en la ciudad de Bogotá [ ver mapa], se consolidó la intención de firma por un referendo en defensa del agua. Este referendo hace parte de la segunda fase de la campaña El agua: un bien público, promovida por la Corporación Ecofondo, desde finales del año 2005.

Esta entidad ha asumido la campaña en defensa del agua, centrándose en varios aspectos: (1) considerarla a ella misma y a los ecosistemas y territorios que la generan como bien común; (2) considerarla bien público y colectivo frente a las prácticas agrícolas de la llamada “ revolución verde” y los transgénicos, impulsando la agroecología y prácticas sustentables de manejo; y (3) defensa del agua como bien público frente a la privatización de los servicios públicos y el mal manejo de sistemas de abastecimiento que afectan los complejos (eco)sistemas y cuencas hídricas. Estos aspectos claramente tienen que ver con las controvertidas políticas que viene promoviendo el Gobierno colombiano, en especial el impulso de una discutida ley del agua que por el momento no ha sido aprobada (siendo dicho estatuto uno de los objetivos en los planes de desarrollo del actual gobierno), o el controvertido ordenamiento de las cuencas hidrográficas que ordena el decreto 1729 de 2002, que busca en el fondo ordenar los caudales para su provecho económico.

Consolidación y respaldo al Referendo del agua

Este acto de corte simbólico llevado a cabo el 27 de mayo y organizado por la Comisión Nacional de Defensa del Agua y de la Vida (que agrupa a un número de sesenta organizaciones que impulsan el referendo del agua en el país), estuvo acompañado de tambores, danzas autóctonas Yonna de la Guajira y danzas típicas del altiplano bogotano y por supuesto del agua presente en forma de lluvia. Se contó además con la presencia de importantes personalidades, no sólo del ambientalismo colombiano, sino de las artes, la academia y la intelectualidad, que apoyaron y firmaron por el referendo.

La instalación del evento estuvo a cargo del español Pedro Arrojo Agudo, ganador del premio Goldman de Medioambiente en el año 2003, por el maestro Julio Carrizosa-Umaña, pionero del ambientalismo colombiano y connotado académico, quien fue gerente del antiguo Instituto Nacional de Recursos Naturales (INDERENA), y Marxia Motta, ecóloga y directora de la Fundación Humedal de la Conejera.

El español Arrojo Agudo, defensor del agua en España y Europa, remarcó que este referendo se constituye en un hito en el movimiento mundial por la defensa del agua. Ya el año pasado, al cierre de la primera fase de la campaña, Maude Barlow, activista canadiense en defensa del agua, Presidenta del Council of Canadians y ganadora del Nóbel Alternativo 2005 por sus avances en defensa de la privatización del agua, apoyó la mencionada campaña e incluso estuvo en una sesión especial de la Comisión Quinta del Senado, respaldando las numerosas declaraciones en defensa del agua que se han venido presentando a lo largo y ancho del país. Por su lado Carrizosa-Umaña evocó la importancia del agua en los paisajes del Altiplano de Bogotá (mal llamado Sabana) y apoyó y puso su firma para el referendo. Finalmente Motta, por su lado, recalcó las actividades de tipo ambiental llevadas a cabo en La Conejera, que sirven de marco para apoyar este tipo de iniciativas ciudadanas, como lo es un referendo.

Durante el desarrollo del acto, apoyaron, firmaron y opinaron sobre el referendo personajes como los ex ministros de ambiente Juan Mayr y Manuel Rodríguez Becerra, el ex director del IDEAM Pablo Leyva y Gustavo Wilches-Chaux. Sumado a ellos se destacó la presencia de personajes como Enrique Santos Molano, Eduardo Árias, Héctor Buitrago, Adela Donadio ( Directora de la Casa de Teatro Nacional) y algunos representantes de movimientos y partidos políticos (en especial del Polo Democrático Alternativo y del Movimiento MIRA). A su vez hicieron presencia y apoyo al referendo representantes de organizaciones sociales, sindicales, de usuarios de servicios públicos, entre otros.

Pero lo que más llamó la atención fue el encuentro intergeneracional que se vio, pues en el evento se encontraban niños, jóvenes y adultos. El claro ejemplo de esto fue la presencia y reconocimiento del trabajo en educación ambiental en torno al agua, liderado por Ricardo Árias, un niño de 13 años cuya labor junto a la de sus compañeros fue reconocida y premiada este año por el premio Planeta Azul.

Inicialmente me enteré del evento por casualidad en la página web de Ecofondo, pero reafirmé mi presencia gracias a la invitación y compañía de una persona allegada a mí y muy allegada también a esta causa justa por el agua, la abogada ambientalista Gloria Narváez. En cuanto a la campaña, le vengo haciendo seguimiento desde el año pasado y de igual forma durante este tiempo le he hecho un justo reconocimiento y apoyo a la misma, pues ha generado un valioso ejemplo de movilización en torno a un bien público y patrimonio como el agua.

Colombia es uno de los países con mayor potencial hídrico en el mundo, por su ubicación, los ecosistemas que posee y la complejidad biofísica que los determina. Sin embargo, el uso y ordenamiento del territorio en nuestro país, incoherente con la vocación y uso, con la norma y el sentido común, gracias a una cultura política amañada y corrupta, han hecho que las actividades humanas hayan afectado de manera considerable los ecosistemas ‘generadores’ de agua, reduciendo el potencial hídrico de numerosas cuencas.

Ahora bien, con la excusa de ‘optimizar el servicio de los usuarios’, nos quieren meter gato por liebre y privatizar y hacer negocio con el acceso al agua, cuando a las grandes empresas que embotellan agua no les cobran o ni siquiera pagan por usufructuar este patrimonio, mientras a la gente de escasos recursos no tiene el suficiente dinero para pagar las ya absurdas tarifas del acueducto, viéndose obligados (por necesidad) a conseguir agua como sea, afectando y recrudeciendo aún más los ecosistemas base productores de agua y a esta en sí misma. Pienso que el asunto es más de cultura, educación y trabajo participativo en conservación y uso sustentable del agua y los ecosistemas y territorios que la soportan.

Recordemos que un proceso de referendo en nuestro país, se constituye en un mecanismo de participación política pública, que se estableció en el artículo 103 de la Constitución Política, desarrollado en la Ley 134 de 1994. Esto con el fin de proponer reformas constitucionales, proponer proyectos de ley o reformar los que ya se encuentran establecidos o en curso.

Más información:

- Ecofondo- Avocar- Agua y referendo (CENSAT)

Afortunadamente este tema no es nuevo para algunos y ya está teniendo eco, lo que representa un hecho positivo. Esta cruzada se estará desarrollando a lo largo y ancho del país. Por ahora, para inscribir la iniciativa de referendo en la Registraduría Nacional del Estado Civil, se debe llegar al número de las 137.000 firmas (5 por mil del censo electoral), número al que se espera llegar prontamente, y una vez inscrita la iniciativa, se requieren 1.370.000 firmas para que el Congreso de la República convoque a un referendo. Todo esto sin tener en cuenta las trabas politiqueras y burocráticas que se puedan avecinar en el camino. Sin embargo, la movilización pinta bien y esperanzadora teniendo en cuenta lo visto en el evento del pasado domingo.

Por Germán A. Quimbayo
30 de mayo de 2007

Vía Corporación Ecofondo

Fuente: Equinoxio.org

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