Cómo Cuba está revolucionando su agricultura

Idioma Español
País Cuba

El país hoy celebra su 60° aniversario del triunfo de su revolución en 1959. El pueblo cubano ha tenido que resistir décadas de hostilidad por parte de los EEUU y de sus aliados. Sin embargo, la mejor forma de resistencia que ha tenido el país ha sido no solo la reafirmación de su soberanía nacional, sino mediante la creación de un sistema alternativo de desarrollo que pone a la ecología y al ser humano en su centro.

Los modelos de desarrollo sustentable de Cuba – en áreas como la educación, salud y agricultura – están siendo ampliamente replicados a lo largo y ancho de América Latina.

Aplicando las clásicas formas de medición de la economía convencional para estudiar la sociedad cubana (Por ejemplo, enfocándose en el PIB, en el ingreso disponible o en los niveles de consumo), los comentaristas han concluido que la revolución ha fracasado en sacar al pueblo cubano de la pobreza.

Pero tales criticas omiten los siguientes hechos: El Estado Cubano garantiza a todos sus ciudadanos un suministro básico de alimentación, la mayor parte de los ingresos no pagan impuestos, casi toda la población es dueña de su hogar o paga una renta muy pequeña, las cuentas, costos de transporte y de medicinas representan una porción muy ínfima del gasto de los hogares cubanos, y la ópera, el cine y el ballet son baratos para todos.

La educación y la salud es gratuita y universal.

Estas provisiones son parte de la riqueza material de Cuba y no pueden ser desechadas -como si el consumo de DVDs y cámaras digitales fueran la única forma de medir el crecimiento económico.

Contra todos los pronósticos, Cuba ha pasado de ser una “neo-colonia” subdesarrollada a un Estado independiente, potenciando varios indicadores de desarrollo humano, desarrollando una educación internacionalista, creando programas de salud que son aplicados en otros países del tercer mundo y avanzando en desarrollo sustentable.

No es una mera coincidencia que Cuba es el único país en el mundo, de acuerdo a un estudio de la WWF (World Wildlife Fund – Fondo Mundial de la vida salvaje) en alcanzar el desarrollo sustentable en el año 2006 (Medido de acuerdo a las mejoras en la calidad de vida sin alterar los ecosistemas)

El colapso del campo socialista entre 1989 y 1991 llevo al colapso del intercambio comercial de Cuba en un contexto de un asfixiante bloqueo económico contra la isla mantenido por los EEUU desde 1960.

El PIB decreció un 35% para el año 1993 y hubo escasez crítica de recursos energéticos, fertilizantes, alimentos, medicinas, cemento, equipamiento y recursos en cada sector.

Cuba se vio obligada a encontrar soluciones domesticas. En agricultura, los fertilizantes orgánicos y pesticidas, las clásicas técnicas de rotación de cultivos y los jardines orgánicos fueron reemplazados por trabajo humano y animal para hacer frente a la crisis. Desde China, se comenzaron a importar bicicletas y se comenzaron a compartir los vehículos de transporte. Así mismo, se aplicaron varias medidas medioambientales, incluyendo el ecoturismo y la energía solar.

Se hicieron varias reformas económicas, incluyendo varias concesiones al “libre mercado”. Pero manteniendo el control y la planificación estatal de los medios de producción, así como la provisión de servicios públicos universales. Increíblemente, y pese a la gravedad de la crisis, entre 1990 y 2003, el numero de médicos cubanos se incremento en un 76%, dentistas en un 46% y de enfermeros en un 16%. El número de casas de maternidad creció en un 86%, los centros de cuidados para la tercera edad en otro 107% y las casas para gente con discapacidad en un 47%.

La mortalidad infantil bajo y la expectativa de vida subió. Las misiones internacionalistas se incrementaron, a medida que miles de especialistas, incluyendo profesionales de la salud y educadores, fueron de voluntarios a varios países del mundo. En noviembre del 2008, Cuba tenía cerca de 30.000 doctores y otros profesionales de la salud trabajando en 75 países del mundo, entregando salud y entrenando nuevos médicos.

Su programa de literatura ha enseñado a mas de 3.600.000 de 23 países a leer y escribir

En el año 2006, se dio inicio a la llamada “revolución energética” en Cuba, la que fue una iniciativa estatal para ahorrar y racionalizar el uso de recursos energéticos, instalar nuevos y más eficientes generadores de energía, experimentar con energía renovable y reemplazar los viejos bienes durables (refrigeradores, televisores y hornos) con nuevos equipos ahorradores de energía

10 millones de ampolletas de bajo gasto energético y otros seis millones de hornos eléctricos y a presión fueron distribuidos gratuitamente. El objetivo era mejorar la capacidad de producción eléctrica de la isla y ahorrarle al gobierno central millones en recursos anteriormente gastados en subsidios al combustible. Los subsidios estatales significan que el consumo energético no es racionado a través del mercado, así que la eficiencia energética, no la subida de precios, es la forma en la que se reduce el consumo.

A la par de este proceso de ahorro energético, Cuba lanzo en 2008 una campaña para incrementar la producción alimenticia. Tras el cierre de varias plantas de azúcar, en el 2007 alrededor del 50% de toda la tierra arable del país estaba en barbecho, mientras cerca del 80% de los alimentos que consumía el país eran importados. El incremento mundial en los precios de alimentos y combustibles le significo al país un incremento en los costos de importación de cerca de un 1 billón de dolares de 2007 a 2008.

Ahora, la tierra esta siendo distribuida mediante la entrega de prestamos sin interés para aquellos que quieran producir comida orgánica.

Hoy en día, las famosas “granjas urbanas” le garantizan el 100% del suministro alimenticio a la capital de Cuba, La Habana. Estas últimas son suplementadas por patios urbanos, en donde existen alrededor de 60.000 solo en Habana.

Como señala Sinan Koont, del departamento de estudios latinoamericanos del Dickinson College, Pennsylvania, en un articulo del Monthly Review de enero de 2009: “No solo se trata de lo económico, o de generar empleo y producir alimentos. Se trata de producir desarrollo comunitario y preservar y mejorar el medio ambiente, trayendo una forma más sana de vida a las ciudades”.

Central para entender estos avances es el rol que ha tenido el Estado cubano.

La propiedad estatal y la planificación central permiten la distribución racional de los recursos, balancear el desarrollo ambiental y mejorar el bienestar humano mediante objetivos económicos.

Los criticos que apuntan a la ausencia de elecciones multipartidistas y de “sociedad civil” en Cuba fallan en apreciar como la isla ha desarrollado un sistema alternativo de participación directa que asegura que el Estado sea representativo de la población y actué en función de sus intereses colectivos.

Bajo el capitalismo, los negocios privados ven los recursos naturales del planeta como un “regalo” gratuito para el capital. La necesidad de desarrollo sustentable se vuelve una contradicción irreconciliable bajo el capitalismo por que implica necesariamente una obstrucción para la acumulación de ganancias que motiva la producción capitalista.

En diciembre de 2004, Cuba y Venezuela formalizaron su alianza con la creación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra America (ALBA). Entre 2006 y 2009, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Honduras (con Zelaya en el poder) Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda se unieron al ALBA, convirtiéndolo en un polo político y de intercambio comercial significativo. Sus miembros se han comprometido a varios proyectos de carácter humanitario, económico y social mediante intercambios no basados en la ganancia y en la acumulación.

El banco del ALBA fue lanzado en diciembre de 2008 con un capital de 2 billones de dolares, operando sin condiciones de prestamos y funcionando en la base de consenso entre sus miembros. Contribuye a liberar a los países de los dictados del banco mundial y del FMI. En enero del 2010, una nueva moneda intercambio entre los países del ALBA (El “Sucre”) fue introducida, con el fin de derrotar la hegemonía del dolar.

Basándose en un modelo internacionalista, de desarrollo humano, los países del ALBA buscan apoyar la creación de un nuevo modelo de desarrollo para los pueblos de américa latina, rescatando sus tradiciones y sus practicas locales. En el encuentro de abril de 2009 del ALBA, llamado “El capitalismo amenaza la vida en la tierra”, se dijo: La crisis económica mundial, climática, alimentaria y energética es el resultado de la decadencia del capitalismo, que amenaza con terminar con toda la vida en el planeta”

La revolución Cubana es un ejemplo vivo, y con cada vez mayor relevancia, de que es posible una vida con dignidad y sustentabilidad fuera de los marcos del capitalismo moderno, con el bienestar humano y el medio ambiente en el centro del desarrollo.

Es una lección que debemos aprender pronto. Como diría el ex presidente de Cuba, Fidel Castro Ruz, en su discurso en el encuentro de la tierra de 1992: “Mañana será demasiado tarde”.

Fuente: Revista de Frente

Temas: Agroecología, Crisis capitalista / Alternativas de los pueblos

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