Costa Rica: MAG consulta reglamento o "portillo abierto" para agrotóxicos que dañan la salud y ambiente

Por FECON
Idioma Español

Costa Rica es el principal consumidor de plaguicidas en el mundo y 12 mil personas reciben agua en cisterna por contaminación de agroquímicos por el cultivo de piña.Costarricenses piden gravar con impuestos los agroquímicos que llegan de “gratis y sin pagar impuestos” cuando abrimos el tubo del agua, en la orina de niños, en placentas y en el ambiente.

Si ya somos, nada más y nada menos, que el principal consumidor de plaguicidas del mundo ¿qué pasaría en Costa Rica si flexibilizamos y facilitamos aún más el registro de estos venenos? En un momento donde el gobierno está condicionado todo por el tema fiscal, surge de manera contradictoria una nueva propuesta para desregular y facilitar aún más el uso de plaguicidas.

La crisis fiscal del país resulta una oportunidad para debatir el beneficio millonario que significa la propuesta de reglamento del MAG para los exportadores y transnacionales quienes venden al país un promedio de 10 millones de kilos de agrotóxicos que envenenan anualmente el ambiente, muchos de ellos se acumulan en los productos para terminan en nuestros platos y bocas.

Hoy los plaguicidas están exentos de impuestos a la importación (art. 5 de la ley 7293) pero también de los impuestos sobre la renta (decreto 34706 MAG Y 14082) y articulo 9 de ley de impuesto general de las ventas.

La propuesta publicada para consulta hoy en la GACETA :“Reglamento Técnico: “RTCR 484:2016. Insumos Agrícolas. Plaguicidas Sintéticos Formulados, Ingrediente Activo Grado Técnico, Coadyuvantes y Sustancias Afines de Uso Agrícola. Registro, Uso y Control”tiene fuertes objeciones técnicas y legales de profesionales de los ministerios de Ambiente, Salud y MAG. Este reglamento fue elaborado por la Cámara agrícolas y de plaguicidas genéricos, el Colegio de Agrónomos y avalado por las autoridades superiores del MAG. Esta propuesta beneficiará sobre todo a la Cámara de Insumos Agropecuarios, cámara dominada por las principales transnacionales del negocio de los transgénicos, semillas y agroquímicos: BAYER, SYNGENTA, DOW AGROSCIENCES.

Sin embargo, muchas de las observaciones realizadas por los funcionarios públicos que son especialistas en el tema no han sido acogidas por el Ministro MAG y, a pesar de sus distintas argumentaciones, sacaron a consulta esta versión “final”, que todavía sigue presentando gran riesgo para la protección de la salud humana y el ambiente.

De aprobarse como un decreto ejecutivo se trataría de un evidente caso de regresión ambiental pues se estarían reduciendo los controles del MINSA y MINAE para favorecer el lucro de las cámaras agrícolas y de insumos que a final de cuenta beneficiara mayormente a las trasnacionales fabricantes de venenos en perjuicio de la Salud Ambiental del país.

Inaceptable. Después de más casi 9 años de contaminación de las nacientes de las comunidades de Milano y Cairo, no han podido juzgar a los responsables ni resolver integralmente la problemática, a un costo de más de un millón de dólares, pagados por usted y por mí en camiones cisterna, pero no por la empresa responsable (Astorga Y, CIDH, 2015). Hace unas semanas nos enteramos de la clausura un acueducto en Veracruz de Pital de San Carlos, tras detectarse una contaminación con bromacil hacía ya varios meses.

Costa Rica ocupa un lugar nada privilegiado en el mundo. Es el mayor consumidor plaguicidas químicos en la agricultura según el World Resources Institute (2010), organización vinculada con el Banco Mundial, lanzó un informe sobre el primerísimo lugar de Costa Rica en el consumo de pesticidas. Este dato fue corroborado el Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional (UNA) el país se usan en promedio 18,2 kilogramos de plaguicidas por hectárea de cultivo agrícola.

El reglamento propuesto por el MAG violaría el principio precautorio al establecer mecanismos para obtener registros sin evaluación de los riesgos, al darles tres años a las empresas para presentar los documentos requeridos para hacer la evaluación ambiental y de salud. Peor aún, establece que las autoridades podrán realizar la evaluación posterior del caso, pero no se garantiza que los expedientes tengan la información necesaria para hacer dicha evaluación. Para facilitar aún más el envenenamiento del ambiente, se le concede el silencio positivo a las empresas registrantes lo cual es totalmente ilegal, ya que si las autoridades competentes no indican que la evaluación no satisface -y no lo podrán hacer por falta de documentación, por falta de personal y por falta de tiempo- “se le otorgará el registro definitivo”, es decir, se les concede el registro por 10 años.

Desde hace días las cámaras agrícolas y de agrovenenos están presionando bajo argumentos de pérdida de competitividad, esto a pesar de quedar en evidencia en los medios de comunicación que MINSA y MINAE no apoyaban la publicación del borrador como estaba, sin embargo el MAG y el Presidente de la República tomaron la decisión de publicarlo sin consenso de todos los responsables legales. Esta publicación sin consenso es parte de la descalificación a los argumentos de protección a la salud y al ambiente.

Las cámaras se han “envalentonado” y presionado al MAG haciéndolo creer en el tema del registro de plaguicidas “manda solo” pero la realidad es que MINAE y MINSA tienen una responsabilidad cada uno según su ámbito de competencias, las funciones al respecto están claras en el decreto 33.495 vigente que se pretende reformar.

El movimiento ecologista costarricense propone que en primera instancia se prohíban este tipo de agrotóxicos en Costa Rica, pero en la medida que esto no se haga, al menos se graven con altos impuestos dadas las nefastas consecuencias de contaminación de fuentes de agua para consumo humano y vida silvestre, ya existen pruebas que ponen en evidencia la contaminación en placentas humanas y orina, incluso de niños menores a 5 años, y por tanto Costa Rica se llena de agroquímicos de gratis y sin pago de impuestos en:

Niños y mujeres embarazadas. El Programa Infantes y Salud Ambiental de la Universidad Nacional realizó una investigación desde hace 6 años con niños escolares de 6 a 9 años en el cantón de Talamanca encontrando significativas concentraciones de sustancias tóxicas como Mancozeb en la orina. Se ha podido establecer que los niños tienen más problemas de aprendizaje y son más lentos o inquietos. El estudio incluyo de mujeres embarazadas en Matina, donde las prácticas de fumigación de las compañías bananeras son similares a las de Talamanca encontrando un alto contenido de manganeso (uno de los componentes del Mancozeb) en el cabello de las mujeres embarazadas que participan en la investigación, lo que hace suponer que también los fetos podrían estar expuestos al tóxico, puesto que este es fácilmente absorbido por la placenta.

Suelos y aguas. La UCR a petición de la Sala Constitucional en 2010 para determinar la existencia de contaminación en una piñera en Guácimo, concluyó con base en los muestreos de aguas superficiales y en el suelo que existe contaminación por los siguientes plaguicidas: Ametrina, Clorpirifos, Endosulfan, y Diurón (solo en agua). Señalando que: “Es preocupante el valor obtenido en la muestra presenta concentraciones altas de diuron”.Concluyendo que existe un riesgo de contaminación del agua subterránea en la zona.[1]

Ríos. Otra investigación sobre el estado ecológico en la cuenca Río Jiménez (ríos: Santa Clara, Molino y Jiménez) en diferentes sitios de muestreo incluyendo algunos adyacentes a grandes plantaciones de piña. Se encontrarón ocho diferentes sustancias, entre ellas los insecticidas diazinón, etoprofós y carbaril, los herbicidas ametrina, hexazinona, diurón y bromacil y los fungicidas triadimefón y clorotalonil. Algunos de estos plaguicidas presentan una toxicidad de alta a extrema y a niveles suficientes para provocar efectos sobre la vida acuática.[2]

Vida silvestre. Un estudio realizado del 2005 al 2008 en una finca agrícola ubicada en Pueblo Nuevo de Guácimo dedicada a los cultivos intensivos de banano, piña y con potreros. Se encontraron muestras con rastros de plaguicidas en el pelo, lavado de los brazos y limpieza bucal de osos perezosos analizados. Entre los plaguicidas encontrados están: ametrina, clorpirifos, clorotalonil, diazinón, difeconazol, deet, etoprofos y tiabendazol. Todos estos se utilizan en los cultivos de piña y banano. Esa contaminación es producida “probablemente por la ingesta de alimento contaminado y por contacto directo con los plaguicidas”.[3]

Agua subterránea. Un estudio en la región Caribe evidenció la vulnerabilidad de pozos y nacientes a la contaminación por agroquímicos utilizados en actividades de agricultura intensiva. Un 10% de los pozos muestreados contenía residuos de plaguicidas, en especial el herbicida Bromacil, que se usa en el cultivo de piña.[4]

Aire. El IRET ha encontrado el fungicida clorotalonil en un 95% de las muestras tomadas en el polvo de escuelas y casas de habitación en comunidades del Caribe costarricense cercano a plantaciones de piña y banano. Los pesticidas altamente solubles usados en las tierras bajas se evaporan y son transportados a mucha distancia por el viento, subiendo las laderas de las montañas, al encontrar una condición de más baja temperatura se precipitan, llegando y acumulándose en ambientes de bosque de montaña. Se han encontrado pesticidas tales como el insecticida endosulfan y el fungicida clorotalonil, los cuales se acumulan como factores que impactan negativamente las poblaciones de anfibios, en especial de ranas.[5]

Informes FECON Mauricio Alvarez 887091 65

Fuentes

1.Vargas, Ingrid, 2010. “Estudio técnico sobre la existencia o no de contaminación de las aguas con plaguicidas, finca Agro Industrial Tico Verde, S.A”. Escuela Centroamericana de Geología Universidad de Costa Rica

2. Echeverría-Sáenz, S., Pinnock, M., Mena, F., Faria, M., Barata, C. Ruepert, K. Solano y De la Cruz E. 2010. Métodos biológicos para evaluar el estado ecológico de las comunidades ribereñas en zonas piñeras del Caribe de Costa Rica. Informe Final de Proyecto. IRET Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas, Universidad Nacional, Heredia.

3. Pinnock Branford M, 2010. “Evaluación de la exposición a plaguicidas en una población de perezosos (Bradypus variegatus y Choloepus hoffmanni:Xenarthra) en un paisaje agrícola y un centro de rescate del Caribe de Costa Rica.” Tesis UNED

3. Ruepert, C. et al. 2004. Vulnerabilidad del agua subterránea a la contaminación por plaguicidas. Informe para CRUSA e IRET. Heredia, Universidad Nacional.

4.Sáenz M y Sánchez J, 2008. Informe Final “Diagnóstico: tendencias laborales, socioeconómicas y ambientales del monocultivo del banano y la piña, en los últimos cinco años en el Caribe costarricense.” Foro Emaús

Notas

[1] Vargas, Ingrid, 2010. “Estudio técnico sobre la existencia o no de contaminación de las aguas con plaguicidas, finca Agro Industrial Tico Verde, S.A”. Escuela Centroamericana de Geología Universidad de Costa Rica

[2] Echeverría-Sáenz, S., Pinnock, M., Mena, F., Faria, M., Barata, C. Ruepert, K. Solano y De la Cruz E. 2010. Métodos biológicos para evaluar el estado ecológico de las comunidades ribereñas en zonas piñeras del Caribe de Costa Rica. Informe Final de Proyecto. IRET Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas, Universidad Nacional, Heredia.

[3] Pinnock Branford M, 2010. “Evaluación de la exposición a plaguicidas en una población de perezosos (Bradypus variegatus y Choloepus hoffmanni:Xenarthra) en un paisaje agrícola y un centro de rescate del Caribe de Costa Rica.” Tesis UNED

[4] Ruepert, C. et al. 2004. Vulnerabilidad del agua subterránea a la contaminación por plaguicidas. Informe para CRUSA e IRET. Heredia,

Universidad Nacional.

[5] Sáenz M y Sánchez J, 2008. Informe Final “Diagnóstico: tendencias laborales, socioeconómicas y ambientales del monocultivo del banano y la piña, en los últimos cinco años en el Caribe costarricense.” Foro Emaús

Temas: Agrotóxicos

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