Crisis en el Guaviare colombiano: grupos armados y cultivos ilegales impulsan la crisis de deforestación

Idioma Español
País Colombia
Pese a una disminución de la deforestación en 2023, este proceso repuntó en 2024 y su tendencia aumenta este año. Foto: cortesía Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible

La deforestación en el departamento colombiano de Guaviare —que está cubierto en un 85 % de bosque— repuntó en 2024 y muestra señales de alerta en lo que va del año. Esto ocurre mientras los grupos armados, la ganadería a gran escala, los cultivos ilegales y los incendios se expanden en la región amazónica del país.

Un  análisis de la Defensoría del Pueblo y la Naturaleza de Colombia estima que en 2024 la deforestación en Guaviare repuntó con pérdidas de hasta 20 000 hectáreas de bosque. El estudio, basado en un modelo de Inteligencia Artificial e imágenes satelitales, ha permitido detectar focos de deforestación en la región, principalmente por cambios de uso de suelo.

Incluso, el análisis sostiene que los incendios forestales detectados entre enero y junio de 2025, especialmente en bosques primarios de los municipios de Calamar y San José del Guaviare, siguen un patrón y rutas marcadas por economías ilícitas.

Estos incendios forestales han impactado en áreas como La Sierra de la Macarena, ubicada en el departamento de Meta, y la Reserva Nacional Natural Nukak, cuyos territorios no solo son de gran importancia biológica, sino cultural para pueblos indígenas, quienes históricamente han sido desplazados por conflictos armados y actividades ilegales.

Las unidades ambientales y resguardos indígenas ocupan más del 90 % de la superficie de Guaviare. Foto: cortesía Defensoría del Pueblo

Descenso y repunte de la deforestación

De acuerdo con el estudio de la Defensoría, Guaviare había disminuido notablemente la pérdida de bosques con un registro de 17 000 hectáreas, luego de que en 2018 alcanzó máximos de 45 000 deforestadas.

Esta reducción fue incluso regional, pues el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) registró una disminución histórica del 38 % en la deforestación de la Amazonía colombiana respecto a 2022. En el caso de Guaviare, la reducción fue del 27 %, según  los registros oficiales.

Sin embargo, la misma institución advirtió desde el año pasado un aumento en los focos de deforestación. Además, en los primeros tres meses de 2025 detectó  18 núcleos de Alerta Temprana de Deforestación, el 21 % de ellos en territorio de Guaviare, algunos dentro de resguardos indígenas como Yaguará II y la Reserva Nukak-Makú. El colindante departamento de Meta acumuló otro 20 % de las detecciones.

Autoridades detectaron como causas directas el acaparamiento de tierras, obras de transporte no planificadas, ganadería extensiva y cultivos ilícitos.

Deforestación en Guaviare, Colombia, entre 2001 y 2024. Foto: cortesía Defensoría del Pueblo

Angélica Rojas Moncada, coordinadora regional de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) en Guaviare, señala que estas actividades siguen siendo los principales delitos ambientales en la región, donde los grupos armados se involucran cada vez más.

«El Guaviare ha tenido un proceso [de deforestación] que está auspiciado o permitido por los grupos armados. En la medida en dejan la negociación de paz con el Gobierno, las zonas que dominan van siendo más ocupadas y dañadas”, explica.

En el caso del Parque Sierra de La Macarena, área de gran biodiversidad y punto de encuentro entre la Amazonía, los Andes y la Orinoquía, la especialista recuerda la complejidad de su manejo, pues antes de ser decretada como área protegida ya vivía procesos de ocupación y deforestación que siguen sin resolverse.

En solo siete años el departamento del Guaviare, en la Amazonía colombiana, duplicó su población de vacas. Crédito: Luis Ángel

Además, destaca Rojas, fue también un centro de ocupación del conflicto armado donde se fortaleció la producción de coca. “Actualmente está retomándose esa producción coquera, además del cambio por ganadería en unas zonas y por cultivos intensivos en otras que obviamente sigue afectándola”, dice a Mongabay Latam.

En el caso de la Reserva Natural Nukak, hogar de las comunidades indígenas Puinave, Curripaco y Nukak, los cultivos de coca, la construcción de vías y la presión ganadera se han convertido en serias amenazas para el área natural.

Mongabay Latam ha documentado la transformación del paisaje a lo largo de 1926 kilómetros de vías ilegales ubicadas en los núcleos más activos de la deforestación, principalmente en los departamentos de Caquetá, Meta y Guaviare, donde también se impactan áreas protegidas y resguardos indígenas.

La crisis ambiental se volvió humanitaria por la violencia generada con el acaparamiento de tierras de grupos armados en Guaviare. Foto: Defensoría del Pueblo

Crisis ambiental y humanitaria en Guaviare

El departamento de Guaviare acumula, desde 2010, casi el 60 % de la deforestación total de Colombia, principalmente por el cambio de bosques a pastizales, de acuerdo con una  investigación científica publicada en 2024.

Otra de las complejidades que tiene es que las unidades ambientales y las 26 reservas indígenas cubren casi todo el departamento, pues abarcan más del 90 % de la superficie, por lo que los impactos de la deforestación van directamente contra las comunidades que ahí habitan.

Además, la disputa de los grupos armados por el control de los territorios y sus recursos han generado una crisis humanitaria en los territorios.

La Defensoría del Pueblo y la Naturaleza advirtió desde los primeros días de 2025 una alerta en Guaviare por las desapariciones, el reclutamiento y asesinato de adolescentes por grupos armados, así como comunidades confinadas por la disputa territorial entre las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo y el grupo disidente Estado Mayor Central.

En especial, destaca la situación de los pueblos Nukak y Jiw, a quienes considera en proceso de extinción física y cultural por el desplazamiento forzado de las comunidades.

Rojas afirma que el manejo de los resguardos indígenas bajo una estructura cultural diferente ha permitido la conservación de los bosques.

“Su papel es protagónico y algo aún más importante es que conocen los bosques, los han utilizado históricamente para proveer medicina, alimento, vivienda, vestido. Ese conocimiento implica usarlo adecuadamente”, sostiene la investigadora de la FCDS.

Fuente: Mongabay

Temas: Acaparamiento de tierras, Defensa del Territorio , Extractivismo

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