Ecuador: Nueva Constitución, soberanía alimentaria y algo más…

Idioma Español
País Ecuador

El referéndum sobre la nueva Constitución será mi iniciación como votante en Ecuador, luego de haber recibido la ciudadanía ecuatoriana. Será en un evento trascendente, esperado, porque los que creemos en un proceso de cambio esperamos que la nueva Constitución siente bases de transformación. Imaginamos que una Asamblea Constituyente soberana como ésta, puede ser columna fundamental de una nueva institucionalidad.

Sobre la iniciación y los cuentos

Yo no sé muchas cosas, es verdad. Digo tan sólo lo que he visto. Y he visto: que la cuna del hombre la mecen con CUENTOS, que los gritos de angustia del hombre los ahogan con CUENTOS, que el llanto del hombre lo taponan con CUENTOS, que los huesos del hombre los entierran con CUENTOS. y que el miedo del hombre... ha inventado todos los CUENTOS. Yo no sé muchas cosas, es verdad, pero me han dormido con todos los CUENTOS... y sé todos los CUENTOS.

León Felipe

La iniciación en cualquier ámbito es un hecho importante, trascendente. Cuando uno se inicia en algo se supone que reafirma sus convicciones.

El referéndum sobre la nueva Constitución será mi iniciación como votante en Ecuador, luego de haber recibido la ciudadanía ecuatoriana. Será en un evento trascendente, esperado, porque los que creemos en un proceso de cambio esperamos que la nueva Constitución siente bases de transformación. Imaginamos que una Asamblea Constituyente soberana como ésta, puede ser columna fundamental de una nueva institucionalidad.

La participación que ha existido de las gente en las distintas mesas dio crédito a la esperanza, los artículos sobre soberanía territorial elaborados por la Mesa 9 aportan en el mismo sentido, los derechos de la naturaleza otorgan más credibilidad a una propuesta progresista, la ley tributaria, el mandato minero, el mandato sobre la tercerización, la amnistía como forma de ejercer una justicia más justa, los artículos sobre Principios de las Relaciones Internacionales… En fin… hay mucho.

Mucho se aportó y se aporta a la esperanza desde la Asamblea Constituyente, por lo que he ido construyendo en la imaginación que esa iniciación será en positivo, con un sí por la nueva Constitución y por el cambio

Por ahora mantengo viva la esperanza y ese pensamiento en positivo, pero hay cosas que me preocupan y ojala no terminen desdibujando una propuesta progresista, no terminen empujándome al negativo.

El capítulo sobre Soberanía Alimentaria presentado para primer debate es un retroceso en un tema fundamental de estos tiempos, abriendo la puerta a los transgénicos entre otras cosas.

Los artículos sobre trabajo quedaron en falta al no promover la organización de sindicatos por rama de la producción como ocurre en los países con avanzada legislación laboral y donde los sindicatos han sido fundamentales en las luchas populares. A eso se suma la división arbitraria entre trabajador manual e intelectual, contradiciendo al propio Marx, y la eliminación de la solidaridad de clase o huelga solidaria.

La idea de algunos de casi eliminar el IESS terminando con la contribución patronal y el sistema solidario, y financiándolo con impuestos a todos los ciudadanos tampoco es nada progresista que digamos.

No espero una Constitución revolucionaria porque no estamos haciendo ninguna revolución. Espero sí una Constitución de quiebre porque creo y aspiro a que estemos viviendo un proceso de cambios bastante profundos, transformador tal vez. Con múltiples contradicciones, con errores varios, con presiones que buscan torcer el cambio desde adentro del gobierno y desde afuera, con ciertos oportunismos y acomodos, con algunas figuritas poco confiables para un cambio, con muchos cuentos como diría León Felipe, pero un proceso de cambios.

Por eso sigo confiando en el proceso, sigo creyendo que finalmente podremos caminar en positivo en el referéndum, pero no podemos dejarnos dormir con cuentos, porque hay cuenteros que tienen la capacidad de destruir todo y pueden transformar la nueva Constitución en una vieja, o sea en otro cuento…

Fuente: Rebelión

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