El Ministerio de Agricultura de China acusado de complicidad con Monsanto

Por ISiS
Idioma Español
País Asia

El Ministerio de Agricultura de China ha sido acusado de permitir la importación de soja y maíz transgénicos tolerantes a Roundup para su comercialización en el mercado chino, sin pruebas de seguridad, con falsos permisos, falsificación de las muestras y falsos informes de pruebas de seguridad. Los ciudadanos chinos han solicitado una reorganización de este Ministerio, dice la Dra. Mae-Wan Ho.

Ciudadanos chinos solicitan a la Oficina legislativa del Gobierno la reorganización del Ministerio de Agricultura

Una petición firmada por más de 600 personas de China, se ha presentado ante la Oficina de Asuntos Legislativos del Consejo de Estado en la que alegan que el Ministerio de Agricultura ha permitido el cultivo de soja, maíz y colza transgénicos tolerantes al glifosato, que causan un daño sistemático a “las personas, los animales, las plantas, los microorganismos y el entorno ecológico, para su comercialización en China, sin confirmar que dichos productos sean seguros (1). Al contrario, el Ministerio ha actuado en connivencia con Monsanto, falsificando muestras, llevando a cabo falsas pruebas de seguridad y manipulando también las conclusiones sobre su seguridad”.

La petición dice que el Ministerio de Agricultura y el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China, en colaboración con Monsanto, “han engañado al Gobierno y al pueblo chino, violando el Reglamento de Administración Agrícola de Seguridad de los Transgénicos… y entiende que es un delito poner el peligro la salud pública. ( El citado Reglamento deja claro que en relación a la seguridad de los transgénicos, tiene por objeto evitar el peligro o potencial peligro causado por los transgénicos a los seres humanos, los animales, las plantas, los microorganismos y el medio ambiente)”.

China, que forma parte del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica y el Protocolo de Bioseguridad de Cartagena, debe aplicar el Protocolo en sentido estricto, que establece que ante la falta de información científica o las dudas respecto a los posibles efectos adversos de los transgénicos en la salud y el medio ambiente, no impedirá que la parte importadora tome las medidas adecuadas para reducir al mínimo los efectos adversos. El Ministerio de Agricultura ha violado descaradamente las estipulaciones recogidas en el Protocolo.

La parte más polémica de la petición dice: “Por lo tanto, debemos llevar a cabo una cirugía similar a la del cáncer: primero investigar el grado de colusión entre los funcionarios del Ministerio de Agricultura y Monsanto por haber engañado al Gobierno y al pueblo chino; segundo, llevar a cabo una reorganización y reestructuración de la dirección del Ministerio; y tercero, proceder a un cambio en el que la agricultura ecológica se entienda como la única dirección para un desarrollo sostenible de la agricultura de China”.

Y además: “No podemos excluir la posibilidad de que los transgénicos sean utilizados por las potencias extranjeras como parte de una guerra biológica” contra el pueblo chino. Por lo tanto, el uso de los transgénicos en la agricultura es un importante problema que afecta a la biodefensa, y no pueden ser regulados, supervisados y administrados por un solo departamento del Gobierno, como el Ministerio de Agricultura. En su lugar, debe crearse un organismo especial del Consejo de Seguridad Nacional, junto con las Instituciones de Investigación médico-militar, empresas de biodefensa y de guerra química y especialistas en la investigación de los cultivos transgénicos, así como de Inspección, salud pública y protección del medio ambiente.

La petición incluye 23 anexos, que contienen las pruebas documentales para apoyar sus alegaciones sobre las irregularidades cometidas en el Ministerio de Agricultura, cuatro de los cuales están en inglés y el resto en chino. Entre los archivos adjuntos hay un conjunto de artículos científicos publicados en chino y en inglés sobre la toxicidad de los herbicidas a base de glifosato.

- Puede firmar el Manifiesto de científicos independientes sobre el glifosato, en el que se solicita a los Gobiernos que prohíban la pulverización de glifosato, basándose en la gran cantidad de evidencias que muestran el daño que produce: Firmar aquí.

Grandes cantidades de soja transgénica importada está contaminada con residuos de glifosato

En la petición se dice que China, desde hace varios años, viene importando anualmente de entre 50 a 70 millones de toneladas de soja transgénica tolerante al glifosato contaminados con residuos de glifosato (2) para la obtención de harinas de soja. La harina de soja se procesa parcialmente para uso en la alimentación animal, y por otra parte se obtienen proteínas de soja, en forma de polvo, para añadirla a las salchichas, al jamón, alimentos congelados, leche de soja, galletas, pasteles, pan e incluso a las harinas de trigo y a las leches infantiles en polvo. Han sido analizados los ingredientes con soja transgénica y se ha podido comprobar la presencia de residuos de glifosato en la salsa de soja, en la pasta de soja, en el tofu, etc. productos todos ellos muy consumidos por los chinos.

Cómo Monsanto ha falsificado las pruebas para obtener la aprobación de uso del glifosato y de la soja y maíz transgénicos

No sólo el Ministerio de Agricultura ignora los daños producidos por los residuos de glifosato en la soja transgénica, sino que también se ha negado a revelar cómo el herbicida Roundup de Monsanto obtuvo la aprobación para el uso de este plaguicida en China, en 1988, y cómo la soja 40-3-2 transgénica y el maíz transgénico NK603, obtuvieron también su certificado de bioseguridad por parte del Ministerio de Agricultura de China.

Parece ser que para la obtención de este certificado de comercialización de Roundup, Monsanto mintió al Gobierno chino y a los chinos. En primer lugar, Monsanto, de forma intencionada, no informó al Ministerio de Agricultura de China que este producto fue primeramente patentado como quelante, causando el deterioro de los suelos, los microorganismos, las plantas, los animales y los seres humanos. En segundo lugar, Monsanto tampoco informó al Ministerio de Agricultura que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ya había clasificado en 1985 al glifosato como probablemente cancerígeno. En tercer lugar, Monsanto no proporcionó los estudios a largo plazo, de por vida y durante tres generaciones, sobre la carcinogenicidad del glifosato. Y en cuarto lugar, Monsanto presento un “Informe de estudio toxicológico de Roundup expedido por Younger Laboratories el 23 de diciembre de 1985”, que tiene toda la apariencia de tratarse de un fraude descarado. Todas este comportamiento fraudulento está recogido en el Anexo 1 de la petición.

En cuanto al certificado de bioseguridad para la soja transgénica 40-3-2 y el maíz transgénico NK603, la petición alega que los dirigentes del Ministerio de Agricultura, el Centro para el Control de Enfermedades de China y Monsanto, actuaron en connivencia, tanto interna como externa, utilizaron muestras falsas, falsificaron pruebas y aportaron fraudulentos estudios de seguridad.

En primer lugar, Monsanto solicitó el certificado de bioseguridad para la soja y el maíz tolerantes al glifosato en 2004, sin que la Empresa informase al Ministerio de Agricultura de que el glifosato es un potente biocida de amplio espectro/ antibiótico, capaz de aniquilar a varios cientos de especies de microbios de la flora intestinal de los seres humanos y animales, y que había sido patentado como tal. Monsanto presentó su solicitud de patente ante la Oficina de Patentes de Estados Unidos el 29 de agosto de 2003, siendo aprobada el 22 de abril de 2004. El documento de la patente recoge la dosis de glifosato como biocida: “En términos generales, un dosis tan pequeña como de 1 a 2 miligramos por kilogramo de peso corporal es la adecuada”.

En segundo lugar, cuando Monsanto solicitó el certificado de bioseguridad para la soja y el maíz transgénicos tolerantes al glifosato en el año 2003, no informó al Ministerio de Agricultura de que el glifosato es también un acaricida, artropocida, insecticida, molusquicida y rodenticida, y como tal presentó la patente ( el 29 de agosto de 2003 en la Oficina de Patentes de Estados Unidos, concedida en 2004). La dosis para el uso indicado en la patente es la siguiente: “Uso en mamíferos y seres humanos, mediante inyección, por vía oral, anal, intravenosa, intramuscular. Generalmente, una dosis de 1 a 2 miligramos por kilogramo de peso corporal es lo adecuado”.

En tercer lugar, los responsables del Ministerio de Agricultura actuaron presuntamente en connivencia con Monsanto para obtener con rapidez los certificados de bioseguridad para la soja MON87701 resistente a los insectos y para la soja MON87701xMON89788 (Intacta RR2) resistente a los insectos y tolerante al glifosato (rasgos apilados), sin suficientes pruebas de seguridad. Y como revelan diferentes artículos publicados en la prensa, esta rápida aprobación se hizo para intentar salvar los 600.000 sacos de semillas de Intacta RR2 de Monsanto. Para evitar el conocimiento público de esta aprobación relámpago, el Ministerio de Agricultura se ha negado a hacer públicos los Informes de los estudios toxicológicos sobre seguridad alimentaria de la soja transgénica.

Por lo tanto, Monsanto y los funcionarios y científicos del Ministerio de Agricultura están acusados de “usar métodos peligrosos que pueden dañar la seguridad pública” y deben ser investigados a tal efecto.

No se ha dado ningún tipo de aprobación para la obtención de aceite y harinas de la soja transgénica para uso en la alimentación

Para empeorar aún más las cosas, de acuerdo con el Método de Gestión de la Higiene de los Alimentos transgénicos, aprobado el 1 de julio de 2002, en el Artículo 3 se establece que los alimentos transgénicos deben ser examinados y aprobados por el Ministerio de Salud antes de su producción o importación. Pero el Ministerio de Salud ha confirmado que “Nunca ha aceptado o aprobado” su uso para la obtención de aceite alimentario a partir de la soja transgénica tolerante al glifosato 40-3-2 de Monsanto, ni otros tipos de procesos de extracción química.

Del mismo modo, el Ministerio de Agricultura, en respuesta a la solicitud de información emitida el 27 de junio de 2014, ha confirmado que no ha evaluado ni aprobado la producción y venta de proteínas de soja en polvo, ni aceites elaborados a partir de la soja transgénica tolerante al glifosato de Monsanto.

Comida en los centros escolares cocinada con aceite de soja transgénica extraído químicamente

Las comidas servidas en los comedores de los centros escolares de primaria y secundaria de Beijing, subvencionados por el Gobierno, han sido cocinadas con aceite de soja transgénica extraído químicamente. Desde principios de 2011, los representantes de los estudiantes y voluntarios de seguridad alimentaria han solicitado a la Comisión de Educación de Beijing un cambio en el uso de los aceites extraídos de los productos transgénicos.

En marzo de 2012, se invitó a los representantes de los padres a mantener conversaciones con los responsables de los departamentos del Ministerio de Educación. Durante la reunión, los representantes de los padres señalaron que los documentos oficiales de la Oficina de Educación de Hangzhou, la Oficina de Educación de Wulumuqi, la Oficina de Educación de Shandong-Anqiu y la Oficina de Administración de Qingdao, solicitaban que las comidas escolares para los estudiantes debieran estar cocinadas con aceites no transgénicos. Pero un funcionario del Ministerio de Educación explicó que tenían dificultades y mostró a los padres una carta del 28 de septiembre de 2011 de la Consejería de Agricultura dirigida a la Consejería de Educación para que dejasen las agencias de educación de emitir documentos prohibiendo que en los comedores escolares se usase aceite alimentario de productos transgénicos. De nuevo, el Ministerio de Agricultura se niega a mostrar esa carta y ofrece como excusa que se trata de información confidencial.

Problemas con otros transgénicos y la legislación sobre bioseguridad en general

En la petición también se acusa a Luo Yun-bo y Huang Kun-lun, presidente y profesor respectivamente de la Universidad de Ingeniería de la Nutrición y Ciencias de la Alimentación, y Zhang Qi-fa, académico de la Universidad de Agricultura de Huazhong, por el uso de una toxina natural de las bacterias Bt en lugar de la proteína Bt transgénica para llevar a cabo “una prueba falsa con una muestra fraudulenta para obtener las conclusiones de seguridad”. En el artículo publicado ( en chino) “Análisis de la microbiota intestinal en ratones alimentados con proteína Cry1C en ensayos de toxicidad agua por vía oral”, se demostró que la “proteína Cry1C provoca daños en la salud”. Pero los autores, concluyeron de forma fraudulenta que la “proteína Cry1C es segura para los ratones desde el punto de vista de la microbiota intestinal” y que por lo tanto es seguro consumir arroz transgénico Bt. Esta conclusión está en contra de otras obtenidas en laboratorios de China y de Europa, que la petición va a incluir.

Por último, la petición señala que la legislación de China sobre los transgénicos tiene numerosas lagunas. Los cultivos transgénicos y/o los cultivos híbridos desarrollados a partir del cruce de cultivos transgénicos con cultivos no modificados genéticamente son especies de contrabando en los sistemas de regulación, apareciendo como especies tradicionales o especies híbridas. Dos informaciones emitidas por el Ministerio de Agricultura han confirmado que el Ministerio no sólo permite variedades transgénicas disfrazadas de variedades tradicionales, e híbridos transgénicos sin control, sino que también permite plantas transgénicas con silenciamiento de genes o edición de genes como variedades convencionales, así como otras desarrollados por hibridación de cromosomas.

Un consenso alcanzado entre ex Ministro de Agricultura, Sun Zheng-cai, y Hugh Grant durante su visita al Director General de Monsanto en 2009

La petición alega que ese consenso entre el ex Ministro de Agricultura y Monsanto, durante la visita del Ministro a Estados Unidos, en el Anexo 12 se recoge la respuesta del Ministerio de Agricultura del 1 de abril de 2013, en la que se dice: “ La solicitud para que se revele la información sobre la reunión del ex Ministro de Agricultura, Sun Zheng-cai, con Grant, Director General de Monsanto, durante su visita a Estados Unidos, ha sido recibida”. La respuesta adjunta: “La información que usted requiere no pertenece a la información gubernamental a que se refiere el Reglamento de Divulgación de Información del Gobierno de China”.

Notable deterioro de la salud en China como consecuencia de la importación de soja transgénica

Entre los documentos adjuntos se cita un artículo titulado “Debemos afrontar el daño causado a 1300 millones de personas por la importación de la soja transgénica”, artículo escrito por Mi Zhen-yu, ex Presidente de la Academia Militar de Ciencias, tutor de los cursos de Doctorado y Teniente general, y publicado en Periódico de Tecnología y Ciencia el pasado 25 de abril de 2014 (3). En él se señala el marcado deterioro de la salud pública durante los últimos 10 a 20 años, período que coincide que un rápido aumento en las importaciones de soja transgénica. Los siguientes datos dan una idea de la situación:

- En 1996 la tasa de defectos de nacimiento entre los recién nacidos en China era del 0,87%; en el año 2000 había aumentado al 1,09%; y en el año 2010, al 1,53%.

- Una encuesta publicada por Reference News el 2 de junio de 2013 mostraba que la tasa de depresión severa en las personas mayores de 60 años en China era muy alta, en torno al 40%.

- En el Evening News Xinmin se informaba el 22 de noviembre de 2011 que la tasa de pubertad precoz en las niñas chinas había aumentado 10 veces en los últimos 10 años.

- En el Primer Libro Blanco de la Salud Pública, publicado por el Gobierno Municipal de Beijing en 2010, se revelaba que la diabetes tipo II se había incrementado en 11,7 veces.

- En el diario Chengdu se informaba el 20 de febrero de 2013 que la prevalencia de cáncer infantil está aumentando, con un promedio de un caso cada 10.000 niños. Entre los pacientes juveniles con cáncer, la leucemia, los tumores cerebrales, el linfoma maligno o nueroblastoma, son los 4 tipos de cáncer más frecuentes.

- La Encuesta de 2012 sobre la calidad del esperma masculino de los chinos, realizada por China Population Association, informaba que el número total de pacientes con infertilidad en China ya superaba los 50 millones, lo que representa el 15,6% de la población en edad de procrear. Hace diez años, en 2002, esta cifra era del 8%, y hace 20 años, en 1992, era del 3%; hace 40 años, durante la década de 1970, la infertilidad no superaba el 1%.

- De acuerdo con un Informe del sitio web Xinhua, la prevalencia de pacientes con Parkinson en China ha aumentado más de 20 veces durante los últimos 20 años.

- En la actualidad, la prevalencia de enfermedades cardiovasculares ha superado el 13%; y la prevalencia de la enfermedad renal crónica ha alcanzado el 10%.

Estas cifras nos recuerdan el incremento en la prevalencia de 22 enfermedades en Estados Unidos paralelamente al incremento en el uso de los transgénicos y el glifosato (4/5). Cifras similares de defectos de nacimientos y de cáncer en Argentina se han observado con el aumento en el cultivo de la soja transgénica (6) China, de ninguna manera, es el único país que está siendo envenenado por los herbicidas a base de glifosato y por los transgénicos.

Notas:

(1) The petition letter submitted by over six hundred individuals from different fields and locations in China to the State Council Legislative Affairs Office regarding revisions proposed by the Ministry of Agriculture to their “Agricultural GMOs Safety Evaluation Administration Methods”, submitted on May 23, 2015. Ver Aquí (en inglés).

(2) Ho MW. How grain self-sufficiency, massive GM soybean imports and glyphosate exports led China to devastate people and planet. Ver aquí (en inglés).

(3) “We Must Face the harm caused by imported GM soybeans to 1.3 billion Chinese people”, Mi Zhen-yu, Science & Technology Abstracts Newspaper, 25 April 2014. Ver aquí (en chino).

(4) Swanson NL, Leu A, Abrahamson J and Wallet B. Genetically engineered crops, glyphosate and the deterioration of health in the United States of America. Journal of Organic Systems 2014, 9, 6-37.

(5) Saunders PT. Marked deterioration of public health parallels increase in GM crops and glyphosate use, US government data show. Ver aquí (en inglés).

(6) Ávila-Vázquez M. Devastating impacts of glyphosate use with GMO seeds in Argentina. Ver aquí (en inglés).

Fuente: Noticias de Abajo

Temas: Corporaciones, Defensa de los derechos de los pueblos y comunidades, Salud, Transgénicos

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