El nuevo feudalismo en la agricultura

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Este artículo trata sobre el creciente control corporativo sobre las semillas y el declive de la capacidad de los campesinos y granjeros de conservar sus semillas. El nuevo feudalismo se asienta en la agricultura industrializada y orientada a la exportación basada en unos pocos cultivos

Para maximizar la uniformidad, la producción de semillas pasó de los campos a centralizarse en los centros públicos de investigación. Sin embargo, a medida que aumentaban las ganancias de la industria semillera disminuían los recursos e incentivos públicos para desarrollar nuevas variedades. En consecuencia ese desarrollo quedó en manos de las corporaciones biotecnológicas.

"A pesar del bajo costo de las semillas convencionales, éstas se volvieron menos disponibles. Así se maximizaron las ganancias de la industria que necesita que los productores compren semillas año con año en lugar de guardarlas". Luego se relaciona este punto con el tema de las patentes y se pone el ejemplo de un caso en Canadá donde productores de trigo tuvieron que firmar un contrato en el que aceptaban no guardar semillas para una siembra posterior.

El nuevo feudalismo en la agricultura significa incertidumbre sobre el futuro de los campesinos a medida que se "erosiona" su práctica de desarrollar y conservar semillas. Para ejemplificar el nuevo feudalismo se describe el caso de Monsato vs. Percy Schmeiser, el campesino canadiense que encontró sus parcelas de canola contaminadas por una variedad transgénica de Monsanto.

La consolidación de los agrocorporaciones en semillas, químicos y empaque de alimentos es uno de los efectos de las transformaciones económicas estructurales del comercio global: los vendedores de insumos y los compradores de las cosechas son cada vez más pocos. Quienes monopolizan estos mercados pueden controlar los precios, lo que reduce la capacidad de negociar de los campesinos, que se ven forzados a endeudarse o a rentar su trabajo y sus tierras bajo "agricultura por contrato", perdiendo su libertad y su autonomía.

El autor se pregunta "¿Por qué sabiendo lo anterior los agricultores escogen sembrar transgénicos?" Las grandes empresas demandan granos lo más baratos posibles, por lo que los agricultores intentan recuperar sus ganancias perdidas en los precios bajos al vender un volumen alto, para lo que las semillas transgénicas de alto rendimiento, de más fácil manejo y que les permite cultivar mayores superficies con la misma cantidad de trabajo y maquinaria son una "respuesta" que los encadena aún mas a las corporaciones.

La concentración de la industria de las semillas en unas cuantas corporaciones nos amenaza a todos. Según Percy Schmeiser "Las corporaciones se están convirtiendo en los nuevos señores feudales"; lo que en México equivaldría a decir que es el regreso de los hacendados.

Pueden leerse más datos relacionados con este artículo aquí (en inglés).

Publicado en WorldWatch magazine Vol 18 no 3 May/June 2005.

Enviado por Noticias sobre maíz, transgénicos y consumidores
27 de mayo, 2005 No 0515 / Boletín preparado por Greenpeace México

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