En el último minuto, Villalobos saboteó el Protocolo de Cartagena, por Greenpeace México

Víctor Manuel Villalobos, secretario ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) y líder de la delegación mexicana que participa en la reunión de las partes del Protocolo de Cartagena que se lleva a cabo en esta ciudad, rompió con el consenso al que había llegado la comunidad internacional en lo relativo a la identificación de los organismos transgénicos

Uno o dos minutos antes de que concluyeran los trabajos del grupo que discutía el asunto de la documentación de organismos transgénicos (Artículo 18.2 (a)), Villalobos pidió la palabra y dijo que México no apoyaba los puntos que ya habían sido acordados, luego de cuatro días de difíciles discusiones.

Así, Villalobos ocasionó que los requerimientos de información e identificación específica de los organismos transgénicos que se había acordado que serían obligatorios se volvieran voluntarios (logró que se sustituyera la palabra ?request?, demandar, por ?encourage? que significa animar o alentar). Los otros países parte de la discusión, entre ellos Noruega y el grupo de países africanos, intentaron disuadir a México y le pidieron que recapacitara, pero Villalobos no cedió. Incluso el resto de los integrantes de la delegación mexicana se sorprendieron con lo que Villalobos estaba diciendo, lo que evidenció que ese punto no se había acordado. En el salón donde se estaba discutiendo este punto los únicos que apoyaron a Villalobos fueron los representantes de las transnacionales y Canadá, país no parte del Protocolo y uno de los principales productores de transgénicos.

?Es lamentable el papel que México ha desempeñado en esta reunión. Primero, negocia clandestinamente un TLC transgénico al margen del Protocolo y ahora introduce a la agenda del propio Protocolo de Cartagena las presiones de los países y las empresas productores de transgénicos al limitar la información que bajo este acuerdo se les solicitará?, afirmó Liza Covantes, coordinadora de la campaña de ingeniería genética de Greenpeace México, quien está participando en la reunión de Kuala Lumpur.

Para mantener su servil comportamiento, mañana Villalobos se postulará como candidato para ser miembro del Comité de cumplimiento, en el que habrá tres personas de cada región del mundo (5 regiones). Se trata de un puesto clave, pues monitoreará el cumplimiento de las naciones a los compromisos adquiridos en el marco del Protocolo. Obviamente, la presencia de alguien como Villalobos en ese comité debilitará este seguimiento. Por supuesto, las corporaciones agrobiotecnológicas, para las cuales Villalobos trabaja quieren colocar ahí a alguien que proteja sus intereses.

México reaccionó ante la presión

El TLC transgénico ha sido tan controvertido en los pasillos de la reunión del Protocolo, que este jueves la delegación mexicana hizo una reunión durante el receso de las negociaciones. En este acto, el vendedor de transgénicos Víctor Villalobos intentó justificar la firma del acuerdo trilateral y Amanda Gálvez, integrante del Comité Consultivo de la Cibiogem, expuso los resultados del estudio de la presencia de transgenes en maíz mexicano.

?Dado que el gobierno mexicano no logró la simpatía que buscaba al promover su acuerdo trilateral, buscó justificarse ante la comunidad internacional presente en Kuala Lumpur. Villalobos aseguró que las decisiones no las toma a título individual, sino que las toma la Cibiogem. En México sabemos perfectamente que la Cibiogem está secuestrada por Villalobos y por Usabiaga, el secretario de Agricultura, personaje también totalmente subordinado a los intereses de Estados Unidos?, señaló Covantes.

En su ?declaración de México sobre maíz transgénico con propiedades que limiten su consumo como alimento?, Villalobos manifestó que (México) ?ha decidido no permitir la liberación al ambiente de su maíz genéticamente modificado en el que la modificación impida su uso como alimento. Es decir, México prohíbe tanto la experimentación como la liberación al ambiente de maíz transgénico modificado para la obtención de fármacos, vacunas, aceites industriales, plásticos, o cualquier modificación que le inhiba o afecte sus propiedades comestibles?.

?Aunque hace más de dos años que el mundo entero sabe que el maíz mexicano está contaminado genéticamente, Greenpeace valora este tardío reconocimiento por parte de la Cibiogem sobre la presencia de transgenes en el maíz mexicano. Desafortunadamente, aunque el gobierno mexicano acierta al declarar que prohibirá la siembra experimental y comercial de maíces para producir fármacos, plásticos y otros, no resuelve el problema medular de reconocer como causa de la contaminación del maíz mexicano precisamente las importaciones de maíz. La consecuencia natural de este reconocimiento tendría que ser prohibir TODAS las importaciones de maíz transgénico, pues nuestro país no necesita tampoco maíces transgénicos con fines de alimentación, mismos que son los responsables de la contaminación genética de los maíces nativos?, afirmó Liza Covantes.

Tanto para las delegaciones asistentes como para las organizaciones, fue evidente que Víctor Manuel Villalobos fue a Kuala Lumpur a hacer el trabajo sucio de los países del Grupo Miami (productores de transgénicos, encabezados por Estados Unidos) y que cumplió con esta tarea muy bien. Estados Unidos y Canadá ni siquiera son países parte de este Protocolo y, gracias a Víctor Villalobos, están logrando debilitarle en partes medulares.

Para más información, comunicarse con Cecilia Navarro a los teléfonos 5530-2165, ext. 220 o al celular 04455-5172-9869 o visitar la página www.greenpeace.org.mx.

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