Estudian plantas y saberes ancestrales del principal “yerberito” de Bogotá

Por Semana
Idioma Español
País Colombia
Foto: Rizoma

Desde 1935, la capital del país empezó a consolidar su principal mercado de hierbas en el pleno corazón del centro de la ciudad, un sitio a donde sus habitantes acuden para aliviar alguna de sus dolencias físicas o emocionales: la Plaza Distrital de Mercado Samper Mendoza.

Este rincón de la localidad de Los Mártires inició con la construcción de cuatro graneros y un depósito para comercializar la “mercancía verde” que llegaba en trenes provenientes de Sogamoso y Barbosa. En esa época, el mercado campesino era conocido como la plaza del Nordeste.

“En 1956 funcionó como parqueadero de buses de transporte urbano y a partir de 1958 el terreno pasó a ser propiedad de la Empresa Distrital de Servicios Públicos (EDIS), entidad que bautizó este lugar como Plaza Distrital de Mercado Samper Mendoza”, aseguró el Instituto para la Economía Social (IPES), entidad que tiene a su cargo las 19 plazas públicas de Bogotá.

Según el IPES, los comerciantes de hierbas que vendían sus productos frente a las instalaciones del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) fueron reubicados en la plaza hace más de 25 años. “En octubre de 2013 ingresaron más de 60 familias de campesinos e indígenas provenientes de Coyaima (Tolima), quienes comercializaban la hoja de tamal al lado de la carrilera ubicada detrás de la plaza de Paloquemao”.

Hoy en día, este yerberito cachaco cuenta con más de 300 comerciantes provenientes de diversas regiones del país, quienes venden sus plantas y hierbas durante las horas de la noche y la madrugada. “La Plaza Distrital de Mercado Samper Mendoza cuenta con 138 locales fijos y 40 módulos de hoja de tamal, además de una plazoleta de comidas”, informó el IPES.

El IPES se dio cuenta que la ciudad tiene un potencial importante para generar valor en este mercado de hierbas de la Plaza de Samper Mendoza, “desde el conocimiento ancestral, las historias de vida y el conocimiento científico de la biodiversidad que allí se encuentra; una potencialidad que puede ser desarrollada hacia nuevos productos, servicios y experiencias”, dijo su director Libardo Asprilla.

Ante esto, el 13 de enero de este año el Instituto Humboldt y el IPES suscribieron un convenio que tiene como objetivo conocer la biodiversidad presente en el mercado de hierbas de la plaza y rescatar los saberes ancestrales de sus comerciantes.

“Este convenio, que hemos dado a conocer entre los comerciantes como Sembrando saberes en la plaza Samper Mendoza, busca aunar esfuerzos técnicos, científicos, financieros y administrativos para identificar los usos sostenibles de la biodiversidad y los saberes ancestrales, y así ayudar a la reactivación económica en las plazas de mercado distritales, empezando con la Samper Mendoza”, afirmó Hernando García Martínez, director del Instituto Humboldt.

Esta identificación de usos y propiedades de la biodiversidad estará enfocada en el mercado itinerante de hierbas, que ocurre en las noches de los días lunes, martes, jueves y viernes, cuando se congregan cerca de 300 comerciantes procedentes de diversas regiones del país.

Según Ana María Garrido, investigadora del Humboldt, la plaza cuenta con una gran heterogeneidad de vendedores, tanto personas de Bogotá, campesinos de diferentes regiones del país, e indígenas del Tolima que comercializan hojas de envolver. “Es un sitio con muchos saberes ancestrales y diversas plantas de varios sitios del territorio nacional”.

Con la información recolectada, las dos entidades elaborarán varios productos que a futuro beneficiarán a los comerciantes, como un catálogo de las plantas con mayor potencial comercial, las historias de vida de los vendedores y un diagnóstico de las principales cadenas de valor orientadas al turismo y la gastronomía.

Foto: Rizoma

“Con esta colaboración entre el IPES y el Instituto Humboldt, pretendemos que la Plaza Distrital de Mercado Samper Mendoza se convierta en un piloto sobre cómo la biodiversidad y el arraigo cultural permiten potenciar el turismo y el patrimonio en Bogotá. Buscaremos que los aprendizajes de este proyecto se repliquen en otras plazas de distritales”, anotó el director de esa entidad.

Catálogo de especies

Uno de los productos de esta alianza será un catálogo divulgativo con la información de 80 especies mayoritariamente nativas presentes en la plaza, un insumo que tendrá información sobre los usos, origen, estado de conservación y endemismos.

“Estas especies serán escogidas a través de varios criterios establecidos por el Instituto Humboldt y los campesinos y comerciantes de la Samper Mendoza, un ejercicio que partirá de la investigación de todas las plantas y hierbas vendidas en este lugar”, afirmó Garrido.

A la fecha, se han identificado 310 especies de plantas comercializadas en la plaza, una cifra que para la experta representa cerca del 4 % del total de plantas útiles registradas en Colombia.

Del total de especies identificadas, 129 son nativas y 181 exóticas. Para Garrido, este número de plantas nativas es bastante significativo, ya que generalmente se conoce que las plazas de mercado albergan únicamente plantas aromáticas introducidas, como el orégano, la albahaca y el romero.

“Otro de los hallazgos biodiversos preliminares que hemos encontrado en los recorridos nocturnos en la plaza y en la revisión de fuentes secundarias fue la presencia de tres especies endémicas o únicas del territorio nacional: el borrachero, el guasquín y la mazorca de agua”, dijo Germán Torres, uno de los botánicos que está participando en la investigación.

Según Torres, el guasquín es una planta que se encuentra en los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Meta y Santander, en sitios entre los 1.800 y 4.000 metros sobre el nivel del mar, que es utilizada para curar la inflamación, úlceras, forúnculos y la faringitis.

Por su parte, la mazorca de agua, que se encuentra en Cundinamarca, es usada como medicina para dar tratamiento a enfermedades infecciosas. El borrachero es aprovechado para tratar problemas relacionados con el aparato respiratorio y fue una planta sagrada para diferentes culturas indígenas.

En la plaza no solo se venden plantas que fueron cultivadas por los campesinos y citadinos; se han encontrado una gran cantidad de especies silvestres, lo que demuestra que este tipo de plantas están contribuyendo a la economía de la capital del país.

Durante los seis meses que durará el convenio, habrá diálogos con los comerciantes para conocer sus historias de vida, relatos que serán difundidos a través de las redes sociales y canales de comunicación de ambas entidades.

Fuente: Semana

Temas: Saberes tradicionales

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