Gabinete agrotóxico: Jair Bolsonaro nombró a la “Musa del Veneno” como ministra de Agricultura

Idioma Español
País Brasil

Tereza Cristina, líder de la banca rural, fue pieza clave en la elaboración de un proyecto que flexibiliza la aplicación de agrotóxicos, pese a que en los últimos 12 años su uso aumentó un 20 %.

Bolsonaro al Gobierno, el agronegocio al poder. En realidad el agronegocio jamás dejó el poder, pero su influencia da un salto en las políticas de Estado del vecino país con el nombramiento de la diputada Tereza Cristina, jefa de la bancada ruralista, como titular del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento.

Siendo legisladora fue pieza clave en 2018 para la aprobación, en una comisión especial, de un proyecto de ley que flexibiliza la aplicación de agrotóxicos en el campo brasileño, pese a la resistencia de médicos y ambientalistas, y al crecimiento desmedido de estos productos, según el último censo agrícola.

Por ello Tereza Cristina fue coronada por los ruralistas como la “Musa del Veneno”, doce empresarios del agro donaron 90 mil dólares para su reelección y luego 20 ruralistas la nominaron como ministra de Agricultura del ultraderechista Jair Bolsonaro.

Un gabinete agrotóxico

De terror el gabinete que asumió a partir de este 1° de enero en el vecino país de Brasil, el más grande e influyente de la región. Militares, esclavistas, evangelistas y magnates determinarán las políticas públicas en una guerra contra el pueblo pobre y trabajador.

Quien asume como jefe de gabinete será el corrupto Onyx Lorenzoni, que recibió para su campaña más de 10 millones de reales provenientes de hacendados y ejecutivos que fueron descubiertos empleando trabajo esclavo. Lorenzoni se encuentra ligado a Cosan, uno de los mayores grupos económicos privados del agronegocio del país, socio de la imperialista Shell para formar la gigante de los biocombustibles Raízen.

También se suman al gabinete el canciller Ernesto Araújo, negacionista climático y enemigo (por derecha) del Acuerdo de París, el almirante Bento Costa Lima Leite, quien asumirá como titular de Minas y Energía, desde donde transferirá las riquezas minerales del subsuelo y de las cuencas acuíferas al imperialismo, Osmar Terra en Ciudadanía, ligado al agronegocio en el interior del estado de Rio Grande do Sul, y el abogado ultraderechista Ricardo de Aquino Salles, acusado de crímenes ambientales, quien asumirá como ministro de Medioambiente.

Pero quien más preocupa es la ingeniera agrónoma y empresaria del agro Tereza Cristina Corrêa da Costa Dias, coronada por los empresarios del agronegocio como la “Musa de los Venenos”, quien asumió como titular en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento.

“Musa de los Venenos”

Si bien asumió en 2014 como diputada del Partido Socialista de Brasil (PSB) en las elecciones estatales de Mato Grosso del Sur y llegó a ser elegida su líder en el Congreso Nacional en enero de 2017, luego de que el PSB se pasara a la oposición al gobierno de Michel Temer, abandonó su partido en octubre para terminar integrándose en diciembre al partido Demócratas (DEM), del presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia.

En 2018 se convirtió en la líder de la bancada ruralista y su frente oficial, el Frente Parlamentario Agropecuario, la bancada más cohesiva y representativa del Congreso (con el 44 % de los diputados y el 33 % de los senadores) hasta 2018, cuando solo poco más de la mitad de los ruralistas logró reelegirse.

Su actuación fue fundamental para el avance del Proyecto de Ley N° 6.299 que facilita la liberación de agrotóxicos, siendo su redactora y presidenta de la comisión especial de la Cámara de Diputados que lo aprobó. La iniciativa estuvo parada 16 años en el Congreso ante la resistencia de especialistas en salud y ambientalistas. La propuesta data de 2002 y pertenecía al entonces senador y hoy exministro de Agricultura de Temer, Blairo Maggi. Pese a que hubo más de 20 manifestaciones de la comunidad científica, como el Instituto Nacional del Cáncer, la Fiocruz y la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia, finalmente Tereza Cristina logró aprobar el proyecto en la comisión.

La operación legislativa le valió el apodo de la “Musa de los Venenos”, que recibió durante la cena de conmemoración de la bancada ruralista en Brasilia. Sin embargo, aún falta que el proyecto sea aprobado por el plenario de la Cámara, y en el caso de ser así regresaría al Senado y luego a una sanción presidencial. Por ello, Cristina señaló a Folha de Sao Paul tras la aprobación en la comisión: “Ganamos la batalla, pero todavía tenemos una guerra”.

Según el Tribunal Superior Electoral (hasta el 24 de septiembre), Cristina Tereza recibió más de 350 mil reales (aprox), equivalentes a 90 mil dólares, de parte de 12 empresarios y gerentes del agronegocio, para la campaña por su reelección como diputada. Entre estos se encuentran:

• Ismael Perina Junior (15 mil reales), presidente de la Unión Rural de Jaboticabal y miembro de la junta consultiva Coplana, una entidad “sin fines” de lucro formada por productores agropecuarios para la implementación de nuevas tecnologías.
• Celso Grieseang (37 mil reales), uno de los propietarios de Tropical Seeds, asociada a la multinacional Syngenta. 
• Luis Alberto Moraes Novaes (10 mil reales), presidente de la Comisión nacional de cereales, fibras y oleaginosas de la Confederación de Agricultura y Ganadería (CNA).
• Marcos Marinho Lutz (100 mil reales), director ejecutivo de Cosan y miembro del Consejo de Administración de Raízen, conglomerado productor de bioetanol, azúcar y energía en asociación con Shell.
• Rubens Ometto Silveira Mello (50 mil reales), el primer multimillonario de etanol del mundo y presidente de Raízen y Cosan.
• Pedro de Camargo Neto (20 mil reales), vicepresidente de la Sociedad Rural Brasileña (SBR).
• Flávio Pascoa Teles de Menezes (50 mil reales), expresidente de la SBR.
• Alex Nobuyoshi Utida (12 mil reales), expresidente de la Unión Rural de campo Nuevos Parecis en Mato Grosso.
• Claudio Fernando García de Souza (10 mil reales), empresario de ganado Nelore en Mato Grosso do Sul.
• El empresario sojero Walter Schlaterr (20 mil reales).
• Gustavo Pinheiro Berto (25 mil reales), vicepresidente de la Cooperativa de productores de algodón Campo Verde (Cooperfibra).
• El empresario rural Adolpho Mellao Cecchi (20.000 reales).

La herencia de Tereza Cristina creció casi 500 veces durante su primer mandato como diputada: de 10.3 mil reales en 2014 a 5,1 millones de reales en 2018, de acuerdo a la declaración hecha al Tribunal Superior Electoral. Según la exdiputada, el enriquecimiento exponencial se debe a la recepción de propiedades como herencia.

Brasil, principal país importador de agrotóxicos del mundo

Las primeras acciones ya anunciadas en el ministerio incluyen liberar a los frigoríficos de tener que pasar por inspección ambiental y garantizar la condonación de la deuda de los latifundistas con el fondo rural, una fortuna de 17.000 millones de reales. Además promete que con su ministerio “el agrotóxico tendrá mucho espacio”.

Sin embargo, en Brasil la situación es crítica. A fines de julio de 2018, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) divulgó los resultados preliminares del censo agropecuario 2017, cuya investigación actualiza la información sobre el campo en relación al 2006, cuando fue hecha la última encuesta.

Algunas de las principales constataciones del censo señalan que la estructura agraria en Brasil quedó todavía más concentrada. Reflejo del poder industrial, las Sociedades Anónimas, al mismo tiempo en que redujeron en un 75 % el número de sus estabelecimientos, aumentaron expresivamente las extensiones de plantación, pasando de 27,8 millones de hectáreas en 2006, a 35,5 millones en 2017.

Y todo esto frente a un cuadro de reducción y envejecimiento de la fuerza laboral. Durante el boom de los commodities se perdieron 1.5 millones de empleos rurales, lo que ha explicado el éxodo hacia las áreas urbanas y sus consecuencias sociales:

• La franja etaria de los 25 años cayó del 3,30 % a 2,03 % entre 2006 y 2017. 
• La de los 35 años cayó del 13,45 % al 9,49 % en el mismo período.
• Pero al contrario, en la franja de 45 a 55 años hubo un salto del 23,34 % a 24,77 %.
• En la de 55 a 65 años se pasó del 20,35 % al 24,01 %. 
• Y en los mayores de 65 años pasaron del 15,52 % al 21,41 %.

Respecto al uso de agrotóxicos, el IBGE registró un aumento del 21,2 % en su utilización agrícola. Brasil es el mayor importador de estos productos del mundo y todavía permite el consumo de 14 tipos de sustancias ya prohibidas en él. Solamente en 2017 fueron importados más de 56 millones de toneladas de pesticidas. Hace 11 años, 1,4 millones de establecimientos utilizaban estas substancias químicas, pero ahora son 1,7 millones.

Todo esto, obviamente, coloca en riesgo la salud y la vida de la población rural brasileña, además de daños irreparables al medioambiente. Es la obra del lucro y de la fuerza del lobby de multinacionales como Bayer, Basf y Syngenta sólo por citar a algunas. El “paquete del veneno” en el que consiste el proyecto de Ley N° 6.902, que la bancada ruralista quiere aprobar, es una de las evidencias de esta lamentable realidad y la ingeniera agrónoma Tereza Cristina su paladín.

Fuente: La Izquierda Diario

Temas: Agronegocio

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