La aprobación del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea: otra puñalada al campesinado nacional en la víspera del día del agricultor

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Este modelo económico basado en el libre comercio ha demostrado con amplitud internacional su fracaso, nuestro país es un vivo ejemplo de ello. Costa Rica desde hace varios años ha negociado múltiples tratados bilaterales de libre comercio. Hoy a 7 años del inicio de la implementación del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, Estados Unidos y República Dominicana (TLC) queda más que demostrado que estas políticas de apertura solo beneficia a unos pocos, al sector político-empresarial transnacionalizado.

Diversos análisis, como los informes periódicos publicados por el Programa del Estado de la Nación, demuestran que crece cada vez más la brecha social entre las clases sociales que más tienen y los sectores empobrecidos. Además, nuestro país es uno de los pocos en América Latina donde la pobreza en vez de disminuir, aumenta. Sumado a esto el deterioro ambiental es mayor gracias a los impactos que genera diversos tipos de inversiones de capital extranjero ligada a la plataforma de apertura comercial y los tratados de protección de inversiones.

El sector agrícola, el de los pequeños agricultores y agricultoras -el campesinado- es uno de los más impactados. Ya desde setiembre del 2011, se ha señalado de forma precisa cómo estos sectores fueron impactados negativamente por el TLC. En palabras de los mismos productores y productoras se supo que: no podían competir con las importaciones de mercancías con precios por debajo del costo de producción.

Mientras que los producto nacionales, que con trabajo y dedicación generan campesinos y campesinas, son desplazados,sectores como el de criadores de animales tampoco pueden sostener su quehacer debido a que la carne llega en grandes cantidades surcando el mundo emitiendo gases de efecto invernadero para llegar a nuestro país, y aun a precios por debajo del costo de producción.. Muchos de estos sectores productivos nacionales, decían en 2011 que “si no estaban ya en la quiebra, la veían venir pronto”.

El Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (en adelante AdA) no difiere de lo que ya tenemos con otros tratados de libre comercio, con el agravante de que profundiza el mismo modelo económico de apertura comercial y despojo del campo. Este nuevo tratado de libre comercio se ha presentado como un nuevo modelo, el énfasis esta en el libre mercado. Lo cierto es que es un instrumento mejor afilado para despedazar la agricultura nacional. En materia agrícola el Ada, viene a lesionar aun más a un sector ya de por sí golpeado. Promoviendo un modelo basado en el monocultivo, la concentración de la tierra en pocas manos; un sistema agroalimentario industrializado dominado por empresas transnacionales que monopolizan el mercado y no dejan beneficios al país. Al contrario siembran mercancías en forma de comida envenenando y explotando tierra, agua y gente.

Durante los últimos meses, una nueva campaña ha sido orquestada desde el Poder Ejecutivo y el sector empresarial (ejemplo de ello la conferencia de prensa celebrada en horas de la tarde de este martes 14 de mayo en la propia Asamblea Legislativa). Esta no difiere en nada de lo que ya vivimos en 2007 en la Campaña del Sí al TLC: el miedo es el argumento presente en todos los discursos. Dicen que si no se aprueba el AdA, el sector piñero, el bananero, el arrocero, el azucarero y todos los demás no podrán volver a exportar. Siguen emitiendo mentiras como que se les cerrará el mercado europeo; que no habrá empleo… Así repiten y repiten en coro en forma conjunta el Poder Ejecutivo, las cámaras agroindustriales y la mayoría de partidos políticos. Defienden este nuevo TLC diciendo que es un proceso democrático, que el AdA va a consolidar sistemas de exportación donde prevalezca el patriotismo, y que las reglas ahora sí serán más claras que antes.

De esta forma se ha atacado al diputado José María Villalta del Frente Amplio y del diputado Luis Fishman, diputado independiente. Gracias a las intervenciones en plenario de ambos diputados, sabemos hoy que no hay diferencia con los anteriores tratados de libre comercio y más bien, que en ese texto se crean nuevos impuestos además de amenazas al sistema de aduanas que tenemos. Desde nuestra organización ecologista COECOCEIBA apoyamos en esta discusión a ambos diputados y les pedimos continuar con la defensa de sus mociones que servirán al menos para que quede en actas, las irregularidades e impactos negativos que traerá un acuerdo, mal negociado.

Fuente: COECO Ceiba

Temas: TLC y Tratados de inversión

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