México: Ocho marcas de ropa plagiaron diseños indígenas entre 2012 y 2017

Idioma Español
País México

Entre 2012 y 2017, al menos ocho marcas de ropa nacionales e internacionales plagiaron diseños indígenas de las comunidades de Oaxaca, Chiapas e Hidalgo, de acuerdo con un estudio publicado por la organización Impacto.

El informe denuncia que el primer registro sucedió en 2012 con la marca Mara Hoffman y los tenangos de Doria, Hidalgo, cuyo diseño también fue utilizado por la empresa mexicana Pineda Covalín para sus prendas.

La marca Rapsodia por su parte plagió la blusa de San Antonino Castillo Velasco en 2016, mientras que la empresa estadounidense Madewell copió el huipil de San Andrés Larrainzar y la blusa de San Antonino Castillo Velasco.

Los datos del informe apuntan a que tan sólo en 2017 sucedieron tres casos de plagio, con la blusa con diseños de Aguacatenango, Chiapas, de la marca Zara; el brocado de San Juan Bautista Tlacoatzintepec, Oaxaca, por parte de Intropia, y los diseños de tenangos de Doria copiados por la marca Mango.

A pesar de que está reconocido que los diseños son indígenas originales y que las marcas no dieron ningún crédito a las comunidades, lo cierto es que ninguno de los diseños está registrado bajo el derecho de autor, destaca el informe, debido a que entre los pueblos no existe la idea de propiedad intelectual por tratarse de un conocimiento generacional de la comunidad.

“Para determinar la titularidad del derecho de autor habría que ver el origen. Una opción podría ser propiedad colectiva, pero al no encontrar el origen, ahí es donde se rompe el derecho y (complica) a quién le damos la titularidad del derecho”, señaló Carlos Blanco, especialista en derecho del Tecnológico de Monterrey.

De acuerdo con la directora de Impacto, Adriana Aguerrebere, la protección también debería otorgarse a través de un mecanismo para el patrimonio colectivo, aunque reconoció que sería un proceso complejo por la diversidad de diseños.

“Obviamente al ser una creación artesanal, cada artesana tiene su propio diseño, es una pieza única. Entonces se contrapone y llegaría a ser un proceso tan exhaustivo y hasta caro que sería casi imposible”, expresó.

Por ello, exhortó a la sociedad en general a denunciar los plagios y contribuir en la labor colectiva de protección al patrimonio cultural de las comunidades, pues mientras los artesanos sufren discriminación al vender sus obras, las empresas nacionales e internacionales generan ganancias a costa de sus diseños.

Fuente y foto: Desinformémonos

Temas: Saberes tradicionales

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