¿Neocolonización desde Puebla a Panamá?

Diseñado desde Estados Unidos con el apoyo del Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y propagandizado en un principio como una idea del presidente mexicano Vicente Fox, el Plan Puebla Panamá (PPP) es un apéndice de la proyectada Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) con el encubierto fin de neocolonizar económica, social y políticamente esa extensa y rica región

El PPP, envuelto como un regalo especial para mejorar las condiciones de pobreza en que sobreviven los pobladores de nueve estados sureños de México, (Puebla, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Guerrero, Oaxaca y Chiapas) y de los países centroamericanos hasta Panamá, esta confeccionado para que la extensa área se convierta en un almacén de recursos naturales estratégicos y de mano de obra barata para la amplia gama de compañías transnacionales que se asentarían en la zona.

El Plan Puebla-Panamá no había sido divulgado explícitamente debido al posible rechazo que generaría entre sus pobladores conocer que sus extensas y productivas tierras junto a la amplia biodiversidad de la zona serían pastos de cultivo para las empresas extranjeras.

El momento oportuno llegó en el año 2000 con la ofensiva norteamericana para implantar el ALCA, mientras que en México arribaba al poder Vicente Fox, con un halo de importante hombre de negocios.

Este gran megaproyecto transnacional tiene dos grandes vertientes. La primera es integrar la región a los beneficios que reporta la globalización al dotarla de una moderna y costosa infraestructura de comunicaciones que será financiada por el BM y el BID.

Según el propósito, se sacaría del aislamiento a la zona pero por lo dispendioso de las construcciones, sus moradores no tendrán accesibilidad a éstas, aunque sí deberán pagar los abultados financiamientos y la deuda externa que conllevan.

Varios corredores logísticos de autopistas y ferrocarriles integrarán la red de comunicaciones que se interconectarán con otras en Estados Unidos. Instalaciones de fibras ópticas, aeropuertos y puertos de profundidad, además de tres canales interoceánicos secos en México, Honduras y Nicaragua forman parte del plan. Canales de agua en Nicaragua y Panamá aparecen en las previsiones.

La segunda porción del proyecto expresa la intención de activar la economía de los pobladores mediante las denominadas ventajas comparativas, que serían fundamentalmente la incorporación de modernos cultivos agrícolas con utilización de agroquímicos y semillas transgénicas, las cuales lejos de ayudar, llevarían a los campesinos a la completa ruina.

Datos oficiales indican que los habitantes rurales de esa zona, en su mayoría indígenas y afro descendientes, se encuentran entre los más empobrecidos y marginados del continente.

Como cuestión primordial para tener acceso a las ventajas que difunde el PPP, resulta imprescindible que los gobiernos abran sus economías al libre comercio y a la competencia extranjera para de esa forma obtener un rápido desarrollo.

Eso, en pocas palabras, significa que dentro de pocos años todas las tierras de la región, sus puertos, aeropuertos, canales interoceánicos, fábricas y hasta la abundante biodiversidad y fuentes acuíferas estarán bajo propiedad de los monopolios transnacionales que cuentan con suficiente capital para adquirirlas.

Los miles de campesinos desplazados de sus tierras, al no poder competir con los emporios agro industriales, se verán en la obligación de emigrar hacia las ciudades y ofrecerse como mano de obra barata en las maquiladores y otras fabricas donde laborarán por irrisorios salarios y sin protección sindical ni social.

Un estudio realizado por la Coordinadora Regional de los Altos de Chiapas indica que con el PPP se benefician otros proyectos paralelos o satélites como el Corredor Biológico Mesoamericano, iniciado en 1993 por el BM y para el cual destinó 39 000 millones de dólares. Su fin es privatizar el segundo banco biogenético más importante del mundo. Ya operan en el área supuestas ONGs ambientalistas, universidades estadounidenses y multinacionales que patentizan los códigos genéticos de la flora y la fauna.

El Plan energético de Las Américas, firmado por Estados Unidos, Canadá y México para crear un mercado común de hidrocarburos y que impulsa la privatización de los abundantes yacimientos petrolíferos. Se prevé construir un oleoducto de Panamá hasta el sur de Veracruz (México) para de ahí llevarlo a Texas, Estados Unidos.

El documento de la Coordinadora de los Altos de Chiapas denuncia asimismo el plan Marcha Hacia el Sur, que impulsa las maquiladoras transnacionales en la región donde prolifera una población con escasa escolaridad.

El Plan Sur que controla la migración indocumentada proveniente de los países de Centroamérica hacia Estados Unidos y Canadá.

A los antes mencionados se suma el Sistema de Integración Eléctrica para los Países de América Central que acordado con España se encamina a privatizar la industria eléctrica del área bajo la tesis de crear un mercado competitivo, y por último, la Operación Nuevos Horizontes consistente en instalar bases militares estadounidenses por doquier para “ayudar en caso de catástrofes naturales”. Irónicamente, el huracán Katrina devastó Alabama, Luisiana y Misisipi y Washington no pudo dar una respuesta eficaz.

El Plan Puebla-Panamá, en definitiva, acabaría de cerrar el círculo que el ALCA ha estado tejiendo sobre Centroamérica y que ya funciona desde hace 11 años en México con el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN).

Fuente: Revista Rebelión

Comentarios