Paraguay: “Antes de que se ejecute la masacre en Curuguaty ya había una sentencia escrita”

Por RNMA
Idioma Español
País Paraguay

Este jueves fue el quinto aniversario de la Masacre de Curuguaty, en la que murieron 17 personas y que desató el juicio político con el que se destituyó al presidente de Paraguay Fernando Lugo y, luego, un juicio irregular donde los mismos campesinos recibieron altas condenas.

Ángel Fernández Schejtman, integrante de La Retaguardia, analizó en el Enredando las Mañanas de este jueves la causa y también la actualidad política de Paraguay.

El lunes 29 de mayo, la Cámara de Apelaciones de Canindeyú ratificó las penas del juicio que se realizó el año pasado contra once campesinos y campesinas por la Masacre de hace cinco años atrás, con condenas de 4 a 30 años de prisión. Para Ángel Fernández Schejtman esto implica “avalar la barbarie jurídica”.

El comunicador explicó que “esta masacre fue un punto de inflexión no solamente en la historia jurídica de Paraguay, sino también en la historia política y, por sobre toda las cosas, en la historia del campesinado pobre que todavía sigue corriendo por un pedacito de tierra y perseguido cada vez más”. A partir de esta sentencia de Curuguaty “se legitimó y se armó la metodología que se practicó en ese caso, esto es: una cantidad exorbitante de policías, algún fiscal que acompaña con la manga judicial y el desalojo de tierras fiscales de forma violentísima y volviendo a las prácticas de los años ‘70 que no solamente era desalojar a la gente, sino también destruirles los sembradíos, envenenar los pozos de agua, romper los cacharros de cocina y dejarlos a todos procesados judicialmente”.

Según Fernández Schejtman “la ratificación de las condenas implica la confirmación de que antes de que se ejecutara la masacre en Curuguaty ya había una sentencia escrita, aún previo al hecho en sí” y que “la sentencia dice que los culpables son los campesinos, que los culpables de sus propios muertos también son sus propios compañeros, porque en este juicio amañado y tramposo solamente se juzgó a los campesinos por la muerte de seis policías y a su vez de once campesinos que eran sus propios compañeros, se los acusó por todo”.

Contó que en la actualidad, después de esa sentencia que pretende ser aleccionadora, “hay organizaciones como la Federación Nacional Campesina que continúan con las ocupaciones y también hay muchas movilizaciones, pero el caso concreto es que en las localidades que están alejadas de Asunción del Paraguay o de los medios de comunicación, se llevan adelante este tipo de desalojos” y agregó que “hay una influencia política, económica y policial de Brasil sobre el norte de Paraguay”.

“La ratificación de la Cámara de Apelaciones confirma condenas de 30, 20, 18 y 6 años para mujeres, madres de familia y campesinos” dijo y aseguró que “Rubén Villaba, Luis Olmedo, Arnaldo Quintana, Néstor Castro, Fanny Olmedo, Lucía Agüero y Dolores López, Alcides Ramírez, Felipe Benítez, Alberto Castro y Juan Carlos Tillería son historias que están corporizadas en personas”.

El comunicador aseguró que “si no hubiera sido por los medios alternativos de comunicación, la masacre de Curuguaty hubiera sido un caso más y nunca se hubiera conocido”.

En una segunda parte de la entrevista, Ángel Fernández Schejtman se refirió a la situación macropolítica del Paraguay y dijo que ese país “tiene una condición de haber decidido ser una isla de Estados Unidos” y que “en esa inteligencia la política pasa sí o sí por la embajada de EE.UU.”.

Contó que “hubo un intento de una movida re-eleccionaria de parte del actual presidente Horacio Cartes, quien comparte el poder con distintos sectores pero tiene un pecado de origen: él tenía una causa abierta en la DEA y en el FBI por el lavado de 600 millones de dólares proveniente del contrabando de tabaco y por narcotráfico”. Esa causa “era previa a que él fuera presidente, pero él consigue una anuencia para presentarse, se presenta, gana, y cuando intentó hace un par de meses presentarse de nuevo a las elecciones, directamente desde la embajada de EE.UU. mandaron un comunicado oficial con pedido de difusión donde le decían al presidente Cartes que se olvide de la reelección porque había que mantener el orden democrático estable”. Reflexionó que “el espejo en el que debería mirarse Horacio Cartes es en el de Noriega, el panameño que fue agente de la CIA, entregó su país y finalmente terminó en la cárcel por narcotráfico”.

El comunicador detalló que “lo que sería el stronismo ya eligió un candidato para que suceda a Cartes, que también tiene lazos sanguíneos con la familia de Stroessner” y que “por otro lado aparece Fernando Lugo con el Frente Guasú, que realmente en el intento de querer volver a ser presidente está tirando por la borda la imagen que había construido de ser un líder de centro izquierda humanista; hoy día ocupa una banca en el senado y está a punto de ser nombrado presidente del senado, lo cual significa que sí o sí arregló con los sectores de poder en el Paraguay, lo que quita una esperanza al campesinado que empezó a ver con buenos ojos su vuelta y ahora se encuentra nuevamente desesperanzado y huérfano”.

Fernández Schejtman se despidió resaltando que “no hay cuestiones aisladas, hay un algo que nos une y es el garrote del totalitarismo que viene sobre los logros que conseguimos”.

Fuente: ANRed

Temas: Criminalización de la protesta social / Derechos humanos

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