Argentina: Vecinos de Vicente López en defensa de espacio público natural, amenazado por el Vial Costero

Se presentan como un grupo de habitantes preocupados por la defensa, protección, cuidado y mejoramiento del paseo costero del partido de Vicente López, en la zona norte del Área Metropolitana de Buenos Aires. Dos veces por semana se reúnen en asamblea. Resisten el trazado de una avenida ribereña de dos kilómetros de largo que beneficiaría a emprendimientos comerciales e inmobiliarios de la zona.

"La mayoría está con bronca"

Los vecinos autoconvocados en Unidos por el Río en Vicente López sostienen que el Vial Costero destruirá el único espacio público natural gratuito de la costa, generando un tránsito intenso de vehículos que contaminarán el ambiente.

Por cinco días mantuvieron paralizado el proyecto ocupando las instalaciones de un restaurante abandonado junto al obrador, hasta que el miércoles 19 de mayo la infantería de la policía provincial los desalojó por la fuerza. Cuatro vecinos fueron detenidos. Entre ellos se encontraba Alejandro Siol, un guardavidas de 25 años.

"Estábamos en una parte que habíamos cortado. Había maderas y piedras para que no pase ningún auto en lo que es la entrada al río. Se pusieron agresivos, nos decían que no podíamos cortar una calle, que es un delito, y ahí empezaron a tener más fundamento, o por lo menos ellos creyeron, para arrastrarnos. Como vieron que estábamos decididos a quedarnos llamaron a infantería, tipos que tienen casco, un palo, es más violento", recuerda Siol, quien también es instructor de yoga y estudiante de educación física.

―¿Qué fue lo que ocurrió cuando te detuvieron?

Siol.―Como varias mañanas, veníamos parando los camiones y las topadoras, y con eso paramos la obra. Más temprano iban a tirar el cemento y se fueron. Fue otra victoria más. Hasta ese momento venía bastante tranquila la cosa; entonces, pasó lo que temíamos: volvieron los camiones a las 2 horas. Como muchas veces, nos sentamos en el piso, en la vía pública, haciendo una barrera para que no pasen, y vino la policía. Ya no vino como otras veces a charlar, a dialogar, sino directamente a desalojarnos, a diferencia de lo que cuenta el comisario en la entrevista a Clarín, de que ellos fueron de forma tranquila y que nosotros respondimos con palos y piedras. Nunca tuvimos ni un palo ni una piedra, que me muestren a dónde vieron eso. Nos dijeron "por favor, de acá tienen que irse, tienen que pasar los camiones, tienen que desalojar". Dijimos "no, esto es espacio público, estamos sentados". No había otra, había que hacer lo que ellos decían.

Algunos hacíamos llamadas para que venga más gente. Yo me tiré al piso, me decían que me levante, que me vaya; yo les decía que no, que era una resistencia pacífica. Me empiezan a arrastrar por las piernas; un compañero me quiere agarrar y ahí se dio una situación conflictiva. A uno de los fotógrafos le quieren arrancar la cámara y vamos en defensa de él; había más tensión todavía. Viene un grandote, un tipo con mucha más agresión que todos los que estaban ahí. A una piba la empujaron, la revolearon por el piso; a mí me tiraron del pelo. Locos, sacados, sacadísimos, la infantería nos corría de la calle a topetazos con los escudos. Las chicas gritaban; uno de los policías sacó la escopeta y tiró balas de goma. Cuando vi eso dije "esta gente está loca". Me quedé arrinconado contra la camioneta y uno de los policías grandotes me tenía agarrado con el codo en el cuello, no me estaba dejando respirar. Me suben con tirones del pelo, a los otros también, y nos llevan a la comisaría entre gritos y balazos de goma.

―¿De qué se trata el proyecto del Vial Costero en Vicente López?, ¿cuándo surge?

Siol.―Este proyecto surge, según dicen, un 24 de diciembre de 2006, a las cuatro de la mañana. Dicen que es legal, pero es una maniobra turbia donde estaban discutiendo los concejales y llamaron a un cuarto intermedio. Algunos se fueron y volvieron los que iban a votar a favor. No se entendió que era un cuarto intermedio, sino que se cerraban las sesiones, por eso algunos no volvieron. La gente que estaba alrededor escuchando también se fue pensando que terminaba. Ya el proyecto empieza mal, porque es votado de una forma irregular. Se trata de una autopista, una autovía como le dicen, en la zona del río donde ya había una calle de paseo. Se transforma en una calle de tránsito rápido, lo cual es totalmente incoherente porque el Municipio puso lomas de burro para que no hagan picadas. Los fines de semana cerró el acceso a los autos para que esté más tranquilo; había familias y gente caminando por esas calles de paseo. Ahora dicen que van a mejorar el lugar poniendo una autovía donde van a pasar autos rapidísimo, sin semáforo; me parece una incoherencia total.

―¿Son todas públicas las tierras que se ocuparían en ese proyecto, o existe algún emprendimiento privado que haya tenido que ser relocalizado?

Siol.―Los emprendimientos privados son los negocios que estaban ahí, los bares, pero estaban sobre tierras públicas y los relocalizaron, a todos los sacaron. Yo sé que los sacaron, pero no sé dónde fueron. Después, todas las tierras son públicas. Incluso el Campo Nro. 3 está en un proceso de venta para hacer estacionamientos para los edificios que están enfrente.

―¿Qué es el Campo Número 3?

Siol.―Es un campo municipal donde iban las escuelas, donde hay una pileta. Vos podías ir como vecino, podías entrar de forma gratuita, porque es un servicio que el Municipio te da con los impuestos que se pagan. De repente ahora está cerrado, las escuelas que iban no se dónde están yendo. Tengo conocimiento de chicos que ya tenían problemas con respecto a los espacios públicos donde se daba educación física; ya tenían problemas de acceso al lugar. Imaginate ahora si cierran un espacio que era para las actividades escolares.

―¿Qué consecuencias puede ocasionar el desarrollo de esta obra?

Siol.―La consecuencia principal, fundamental, es la contaminación: sonora, visual, el smog. Esas consecuencias van a traer que la gente se enferme mucho más. También el tema de seguridad, porque una autopista en un lugar donde hay chicos jugando es peligrosa; esperemos que no pase ningún accidente. Yo creo que una consecuencia fundamental es el malestar social. Que se haga de capricho va a seguir generando malestar.

―¿A quiénes beneficia el proyecto del Vial Costero?

Siol.―La verdad es que no estoy tan al tanto de la parte legal; lo que sé es que los que están atrás de esto son Carrefour, el grupo IRSA, empresas que están haciendo un negociado. Ni siquiera tiene un fundamento real de despejar el tránsito, sino a largo plazo hacer un shopping y más edificios. A futuro esto puede llegar a ser un Puerto Madero. Las empresas están atrás de eso en este proyecto de modernización, como le dicen, de supuesto desarrollo de la costa del río.

―¿Cuándo surge Unidos por el Río en Vicente López?

Siol.―Aproximadamente hace dos meses, hace poquito; fue gente independiente con respecto a organizaciones. Como yo, que no pertenecía a ninguna; incluso conocía muy poco mi barrio en cuestiones de participación política, de compromiso. Se empezaron a juntar chicos que están siempre en el río, que tocan en la comparsa, que les gusta el espacio; otra gente de centros culturales que hace muchos años que vienen trabajando con respecto a la educación popular, temas sociales y socioambientales. Entonces, están acá y empezaron a activar. Después se empezaron a sumar organizaciones vecinales que están hace años, otras que se formaron en 2001. Esto agrupó en un pedido único que es el "No al Vial Costero"; al principio eramos 25 personas en las asambleas, y con las actividades que empezamos hacer hoy estamos siendo 150.

―¿Hay otros grupos con los cuáles están articulando las acciones?

Siol.―Hay grupos que ya están trabajando hace mucho y tienen su independencia de acción, como individualmente algunas personas harán volantes, pero lo que aúna está bueno y le demuestra a este poder político que la gente se está organizando, que ya no quiere más atropellos y que nos pasen por arriba sacándonos espacios públicos.

―¿Qué pasó con la gente que se congregaba en los clubes deportivos y espacios sociales del Campo Nro. 3?, ¿esa gente es parte del reclamo contra el Vial Costero?

Siol.―He escuchado a varios que les tocó más de cerca, porque iban de chicos a ese campo, y decían con bronca: "Yo venía a jugar acá, no puede ser esto". Imagino que debe haber mucha gente más, los del bicicross y los scouts, que también están dentro de ese campo municipal hace mucho tiempo. Ellos estaban en su pedido de que les dieran otro predio, pero ni siquiera respetaron eso. El otro día se produjo el desalojo a la fuerza y ni siquiera los respetaron a ellos que están trabajando hace años; son pibes que están federados, compiten a nivel mundial. No hay siquiera un respeto por el deporte. Supuestamente les dieron otro lugar, pero no les hacen la pista. Hay promesas a los scouts también. "Vayansé, vayansé", ¿y qué les dan? Dijeron que les van a dar una plaza y ni siquiera toda la estructura que ellos armaron con su propia plata y a pulmón. "¿Y todo lo demás que nosotros pagamos?". "¡Ah!, no, ustedes se arreglan". Ya que los saquen debe ser doloroso, y encima les dan cualquier cosa.

―¿Qué opinión tienen los habitantes de Vicente López en relación a este proyecto?

Siol.―Donde vivo, que hay varios negocios, ninguno me dijo que le gusta este proyecto. Todo lo contrario, la mayoría está con bronca, están indignados. Algunos preguntan más porque no están tan al tanto. De la cantidad de gente con la que me pongo a hablar solamente uno me dijo "estoy de acuerdo", pero yo creo que por ignorancia. Encima me dijo "estoy de acuerdo porque yo tengo que ir a Capital y voy a ir más rápido"; esta visión egoísta del "yo". Le tuve que repetir como tres veces, hasta que me entendió, "pero señor, esto no sirve", porque este Vial Costero no tiene salida a Capital. Lo único que hace esto es que agranda la boca del embudo. Cuando me entendió me dijo "pero bueno, por ahí el río va a estar más lindo". Entonces dije: "¡Uy!, ya está". Fue una persona de tantas.

―¿Cómo leen que el poder municipal se haya mantenido tanto tiempo en manos de la misma gente?

Siol.―No sé, es complicado, porque los municipios, en general, tienen esa cosa de que se mantienen en el poder, medio como de dictadura municipal que ejercen. Para mí se están esclareciendo un montón de cosas, se están empezando a levantar las ollas de otras cosas. La gente se empieza a indignar. Creo que se les está acabando el tiempo, me parece que se les está acabando la credibilidad política que podían tener antes.

―Y ahora, ¿dónde están resistiendo?

Siol.―No estamos acampando. Estábamos en el Campo Nro. 3 y se produjo el desalojo. Eramos cincuenta ahí adentro. Ese era nuestro lugar de base. Nos sacan a nosotros, a los del bicicross y a los scouts. Estamos evaluando la posibilidad de, si no es acampar, poner un lugar de base itinerante, alguna forma de que estemos en el río y que la gente tenga para informarse, así seguimos contagiando esta energía.

―Entonces, no son sólo 11 como dijo la Presidenta...

Siol.―Como mínimo le agregaría un cero atrás.

ten.inoizudorpotua@orubal para la moc.liamg@aldoibaicnega.

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