Argentina: la Cooperativa de Trabajadores Rurales de San Vicente, "por tierra, trabajo y cambio social"

Idioma Español
País Argentina

La Cooperativa de Trabajadores Rurales de San Vicente integra el Frente Popular Darío Santillán, y nace hace casi dos años en la provincia de Buenos Aires a partir de la discusión y proyección de un grupo de compañeros en torno a la problemática de la tierra y la necesidad de una vuelta al campo. Comenzaron luego un trabajo productivo rural en la zona, en donde participan compañeros y compañeras de diferentes organizaciones del Frente

Se organizaron en una Cooperativa de Trabajadores Rurales porque "en primer lugar nos reconocemos trabajadores, no poseemos estancias ni empresas ni puestos en el gobierno ni vivimos del trabajo de otros, sino de nuestro propio esfuerzo. Y al pensar en nuestro trabajo remarcamos que es libre, sin patrón, es digno, sin explotación, es compartido, es para todos. Eso representa la palabra cooperativa. Por último, trabajamos en el campo, en la producción agropecuaria y la lucha por la tierra, y por eso termina nuestro nombre siendo Cooperativa de Trabajadores Rurales. Estamos dando nuestros primeros pasos, pero ya vemos el fruto de tanto esfuerzo". A continuación compartimos lo conversado con ellos. Cómo se organizan, cómo trabajan, por qué cosas luchan.

Ramón, de la Cooperativa de Trabajadores Rurales: Nuestro trabajo acá consiste en producir cultivos sanos, sin tansgénicos, tenemos un proyecto hortícola donde tenemos un vivero. Nosotros vivimos de los que producimos, sobrevivimos vendiendo nuestros productos. Y la idea es tener una fuente de trabajo, donde exista otra forma de vida, no capitalista, sino con una forma de trabajar con la comunidad y con la gente que necesita. Nuestro proyecto abarca la zona rural. Nuestra intención es ir más allá en esto de los agronegocios, donde están desapareciendo campesinos de zonas de campo.

A: ¿Cómo te incorporaste a la cooperativa?

Ramón : Yo no tenía trabajo. Vivía en la ciudad, en zona bonaerense. No había trabajo, entonces me uní a movimientos piqueteros, donde empecé a desarrollar cuáles son mis derechos. Nosotros queremos una nueva organización para trabajar en lo rural. Me incorporé no teniendo trabajo y como me gusta la tierra, me gusta cultivar, me gusta trabajar, también estoy más tranquilo, me siento viviendo de otra manera, con mi producir autónomo, mis propios productivos. Por ejemplo, estoy vendiendo leche, voy de casa en casa, con una sola vaca. Salgo a vender de a un litro, de a dos litros -lo que me dé la vaca-, y vivo del sustento de ella. Yo soy el encargado de ordeñarla y darle de comer. Con la tierra trabajo en huerta.

AB: ¿Cómo están organizadas las familias? ¿Cuántas familias hay y cómo trabajan? Lo que se produce, ¿cómo se consume y se reparte?

Ramón: Acá somos veinte familias, más o menos. Hay algunos que están solos, pero a esa persona la contamos como familia nuestra.

Juan, de la Cooperativa de Trabajadores Rurales: Nos organizamos a través de la asamblea, que es una vez cada 15 días; también con talleres de educación popular, y hay tareas con grupos de trabajo. Hay equipos de trabajo, un equipo de huerta, un equipo de comercialización, el equipo de ingeniería, al que yo pertenezco, donde somos cuatro compañeros que realizamos trabajos de mantenimiento de jardín acá en San Vicente. También hay apoyo escolar, que las compañeras están dando a los chicos. Acá la educación es muy mala, hay un nivel muy bajo. Los chicos egresan del colegio sin saber leer. Con respecto a las familias, cada familia tiene un productivo, que puede ser el de ponedoras, elaboración de pan, prepizzas, escabeche, arrollado de pollo, también están con los animales, venden animales como ser conejos, ovejas, crían chanchos. Después, dulce de leche.

Ramón: Vendemos nuestros productivos en una red, Tacurú; hay una organización de chicos estudiantes, que crean un núcleo de consumo, son compañeros que hacen un pedido –pedido de verduras, de huevos, de pollo- entre ellos y nos compran los productivos. Es una red de producción y consumo. Y también vendemos acá, en la cooperativa; están los encargados de comercialización. Así como yo estoy encargado de huerta –yo lo único que hago es trabajar la huerta, no salgo a vender- están los que se encargan de vender. Son compañeras que salen con bicicletas a los mercados, a los supermercados chiquitos en donde pueden vender nuestros productivos. Y a familias también. Con los chicos hacemos “La Paisanada”, son un grupo de chicos de dos años; con ellos hicimos el día del niño: hicimos una kermesse, jugamos nosotros con ellos, apoyamos que los chicos puedan aportar a los juegos, que se sientan bien. Vienen los padres de los chicos a este ambiente, en donde nos juntamos, y juntos armamos nuestra forma de cultura, tratamos de aprender a bailar folklore… para no salir afuera y que te interese solamente la cultura capitalista.

A: Vos hablabas de rescatar los saberes propios, que tiene que ver con fortalecer la cultura propia…

Juan: Sí. A través de la semilla orgánica, que se ha perdido, y a través de los remedios medicinales, de los yuyos medicinales, que también se han perdido, porque no hay campañas. Es todo “ compráte un geniol o una bayaspirina”, los propios medios te impulsan a que compres un remedio que es paliativo, que no ayuda. Recuperar eso, las medicinas tradicionales.

Zuray, de la Cooperativa de Trabajadores Rurales: Nosotros hace dos años que estamos organizados y que estamos produciendo, un poco para el autoconsumo y también para la venta, para que sea una salida laboral para cada uno de nosotros. Tenemos dos hectáreas que tomamos hace más de un año. En esta hectárea lo que tenemos es un gallinero y tenemos huerta orgánica. Acá funciona el equipo de huerta, compañeros, vecinos que tienen a cargo el gallinero y la vaca. Por otro lado, nosotros construimos la cooperativa con los vecinos de acá del territorio, por lo cual la cooperativa es la casa de cada uno de los vecinos y compañeros que participan de la cooperativa y que producen en el marco de la cooperativa. Hay compañeras que producen dulce de leche, prepizza, matambre de pollo, escabeche de pollo, tenemos ponedoras -por lo que tenemos una sobreproducción de huevos- y hasta hace poco teníamos pollitos parrilleros pero ahora ya no. Nosotros siempre decimos que desde el momento en que estamos pensando una nueva producción, estamos pensando también en la venta, en cómo la vamos a vender. Tenemos dos compañeras acá, que forman parte de la cooperativa, que su trabajo es salir dos días por semana en bicicleta a vender las producciones, casa por casa, y antes de eso, y ahora en paralelo, en el mismo momento en que se estaba construyendo y consolidando la cooperativa, comenzamos a formar junto con otras organizaciones productoras lo que es la Red de Comercio Justo, Red Tacurú, que funciona en Capital Federal.

A: ¿Cuáles son los problemas más importantes que se encontraron para los productivos, para la organización de la cooperativa?

Ramón: Los problemas que encontramos es que no podemos vender nuestros productivos libremente. Porque nosotros sabemos hacer queso, dulce de leche… La problemática es que en un supermercado un dulce de leche te sale 1 o 2 pesos, pero por grandes cantidades de plata, porque un empresario te va a hacer millones de frascos de dulce de leche. Y nosotros armamos un dulce de leche orgánico y sano y lo tenemos que vender a 4 pesos. Las verduras orgánicas también, tenemos problemas para vender; porque te dicen “en la verdulería sale tanta plata”, y no te quieren comprar. A eso nosotros le ponemos una información de lo que hay de cada producto. Cada producto que se compra, además de ser sano, atrás de eso hay un trabajador que lo está haciendo. Entonces comprando ese producto, ¿qué es lo que está aportando? Está aportando a un trabajo, a una vida sana, a cuidar la tierra. Y la organización está viviendo de eso. De cada producto nosotros sacamos el 10%. Ese 10% nos sirve para viáticos, para encontrarnos con otras organizaciones, para realizar muchos eventos y poder compartir con otras organizaciones, articular, viajar. Por ahora somos una organización chiquita, pero apostamos a aportar a la lucha popular.

Juan: No tenemos una tierra muy fértil, por el hecho de que han sacado la parte más fértil, el humus, la tierra negra. Esto hace que la planta se críe muy lentamente. La estamos abonando continuamente. Al ser una semilla orgánica, no está utilizando agrotóxicos ni fertilizantes; el tema es que es lento el proceso de crecimiento; trabajar con algo orgánico, con algo sano, es más lento.

A: ¿Por qué es importante para ustedes la forma en que están organizándose y produciendo?

Ramón: Es importante porque se opone al modelo con el que se está produciendo en el capitalismo, el agronegocio. Este modelo nosotros lo proponemos como agroecológico. No aportamos al agronegocio, que significa desocupación, porque el trabajo lo hace una máquina, en grandes extensiones de campo, lo hace una sola persona. Nosotros, en vez de que lo haga una máquina, lo podemos hacer cien personas. Lo importante es que volvemos a ser dignos.

Juan: Nosotros nos formamos en una educación política popular, apuntando al socialismo. Uno la formación que encuentra es la de los medios, de la política que hoy en día nos está gobernando, y no de una política real, de lo que se está viviendo realmente acá en Argentina.

Zuray: El trabajo que nosotros hicimos fue salir por el territorio, hablar con cada uno de los vecinos, para saber cuáles son los problemas más urgentes, y obviamente salieron muchos. No hay ni una salita de salud, no hay luces, las calles son un desastre, no hay caños para entrar a las casas. Acá tenemos una escuelita rural a la que vienen chicos que tienen que caminar casi 3 kilómetros, por lo que estamos exigiendo también un transporte para garantizarles la llegada a los chicos a la escuela. Por eso el perfil de la movilización. Vamos con los animales, con las familias. Es la gente del campo que va a la ciudad, movilizando. En esta época en que la tierra está tan concentrada, y están desapareciendo los tambos y los pequeños productores, -no ayer, esto es de años, es algo de larga data y bastante sistemático, la despoblación del campo y las tierras concentradas para hacer soja, para plantar maíz y exportarlo-, entonces nosotros tenemos una consigna muy grande que es la vuelta al campo, incluso nuestra cooperativa empieza con cuatro o cinco compañeros desocupados de la ciudad que se organizan para trabajar acá en el campo, y a partir de ahí la apertura y la construcción acá con los vecinos, con los pequeños productores. Por eso el perfil de la movilización, la visibilidad de la existencia del pequeño productor. También lo que mencionábamos al principio, la movilización del 24 de septiembre en Capital Federal, está motorizada por el Movimiento Nacional Campesino Indígena junto con el Frente Popular Darío Santillán, también es expresar un poco la organización del pueblo en su conjunto. Nosotros pensamos que el campo no puede estar aislado de los movimientos populares de la ciudad y que a veces se marca cierta diferencia, por lo cotidiano, pero los problemas y el saqueo nos atraviesan a todos de la misma manera. Por eso hoy mencionábamos lo de la inflación de los precios, y la vinculación directa que hay. Lo interesante de esta movilización es expresar eso, la potencia del pueblo en las calles organizado. Nosotros salimos a las calles porque creemos que nadie nos regala ni nos da nada, lo que pedimos lo exigimos porque es nuestro, y porque nos parece que algo que ayuda mucho a la organización y al cambio social es la autonomía. Nosotros construimos el Frente con varios principios, como son la democracia de base, la formación, la autogestión económica, y la autonomía. La autonomía en todos los aspectos. Pensamos que es la base de la organización y de cualquier cambio social. Pensamos que todo lo que nos ganamos –tener el invernadero, poder estar produciendo acá- son todas cosas que ganamos en la calle luchando; nosotros pensamos que la lucha es acá, construyendo organización -que crezca la lechuga y que las ponedoras pongan, eso es lucha- pero también es lucha salir a la calle y reclamar lo que es nuestro. Y eso creemos que es algo que fortalece mucho a la lucha y a la organización.

Ramón: la marcha del 24 es por los recursos naturales y en contra del saqueo en Argentina. El capitalismo está degradando todas las tierras, las aguas están todas contaminadas con grandes fábricas que tiran tóxicos. El agronegocio implica desocupación, implica desnutrición, en un país en donde estamos llenos de animales, el ganado se exporta todo, y hay un alto grado de desnutrición, y los medios eso no lo publican. Porque no le conviene al capitalista.

También hacemos una pequeña movilización acá al Municipio de San Vicente, en donde estamos nosotros con la Cooperativa. Hoy prácticamente las zonas rurales las están ganando los countries, se están apoderando de estas tierras porque tienen plata. Hay una Intendente que estuvo cuatro veces en la Intendencia, hoy está con una pulserita en la Municipalidad, “trabajando”, la metieron presa porque iba a robar plata de toda la gente, y hoy sigue “trabajando” con esa pulserita en un escritorio. Nosotros vamos a hacer una pequeña movilización rural donde vamos a llevar una vaca, ovejas, gallinas, conejos, caballos. Van a venir los compañeros del Frente Darío Santillán, a apoyar en esta pequeña marcha. Vamos a pedir como cooperativa y los vecinos van a pedir como vecinos solución porque hay una serie de irregularidades.

Nosotros tenemos entusiasmo con todo esto. Por ahí hay veces que un par de cosas no salen, pero nosotros vivimos de esto, nosotros vamos a vivir de la tierra. Esto es una escalerita, donde nosotros queremos subir tranquilamente, con perfil bajo, no ser más que nadie. Todo lo que hacemos, es importante para nosotros. Nos levantamos, estamos con la comunidad, que es lo importante para nosotros, son los protagonistas,  somos comunidad. La comunidad es el protagonista, más allá del gobierno, más allá de una institución.

Cooperativa de Trabajadores Rurales: moc.liamg@selarurserodajabart

moc.liamg@aldoibaicnega

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