Argentina: bienes comunes y modelo productivo, para una crítica de la nueva ley de semillas

Por ACTA
Idioma Español
País Argentina

Se suman voces contra la nueva ley de semillas que el Poder Ejecutivo planea aprobar este año. En ese sentido, las organizaciones sociales dicen que se trata de un intento de privatización de la semilla originaria.

Jimena Romero es parte del movimiento “Millones contra Monsanto”. Este colectivo global, con presencia en los cinco continentes, surgió en Argentina en 2012 y se organiza de forma horizontal, autogestionada y con una posición apartidaría y anticapitalista. El objetivo de “Millones contra Monsanto” es más amplio que la lucha contra la empresa. Ellos se oponen al modelo de vida, de producción y de consumo que significa Monsanto, así como otras grandes transnacionales como son Syngenta, Nidera, Bayer y Dupont/Pioneer.

 

Respecto a ley de semillas, Romero contó que “el año pasado la Ley estaba modificada, lo había anunciado el Ministro Yahuar, sólo faltaba el trámite de aprobación por parte del Congreso. Sin embargo, la resistencia popular sorprendió a los funcionarios y tuvieron que dar marcha atrás”. Sin embargo este mes el Secretario de Agricultura, Lorenzo Basso, afirmó que antes de fin de año se enviará el proyecto al Congreso, luego de los comicios legislativos de octubre.

 

Esta nueva ley implica el pago de regalías por parte de los productores a las empresas biotecnológicas por la utilización de las semillas mejoradas y patentadas. También significa la prohibición de reutilizar las semillas que los productores obtienen de sus propias cosechas. De este modo se viola un derecho fundamental de los agricultores de seleccionar, mejorar e intercambiar las semillas libremente, un derecho reconocido en el Tratado de Recursos Fitogenéticos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO).

 

“Lo que estamos planteando no es el cambio de una coma, sino que acá se habla de entregar nuestro patrimonio identitario de semillas y nuestra soberanía alimentaria. En este contexto no estamos dispuestos a discutir ninguna modificación. No porque nos guste la Ley de la dictadura, sino porque para modificarla necesitamos que los campesinas, los movimientos sociales, los pueblos originarios, etc. estén sentados a la mesa diseñando la nueva norma, porque es claro que hoy los únicos que se sientan a esa mesa son las Multinacionales y unos pocos y millonarios dueños de la tierra”, comentó la referente de Millones Contra Monsanto.

 

Según denuncia Romero, las empresas biotecnológicas más grandes del mundo son quienes actualmente orientan las decisiones políticas de los países latinoamericanos. "De esta forma la política nacional de semillas queda subordinada a la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV), una organización impulsada por las empresas transnacionales comercializadoras de semillas y por algunos gobiernos. De esas empresas, Monsanto es la principal ya que controla más del 90 por ciento del mercado de semillas transgénicas", dijo.

 

Y concluyó: "La agricultura campesina e indígena está siendo reemplazada por los agronegocios y los monocultivos de semillas transgénicas, eliminando la biodiversidad y por lo tanto la capacidad de resistencia de las plantas y de la tierra a los fenómenos del cambio climático".

 

Fuente: Argenpress

Temas: Semillas

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