A propósito del día Mundial de la Alimentación. Boletín N° 446 de la RALLT

Idioma Español

El día Mundial de la Alimentación este año ocurre en medio de una nueva crisis alimentaria, que azota de manera especial al Cuerno de África, pero que se extiende a otros países, y se presentan a los cultivos transgénicos como la solución, como si la crisis estuviera relacionada con la producción agrícola. Boletín N° 446 de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos.

DÍA MUNDIAL DE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA:

“EL AGRONEGOCIO HA FRACASADO – LO/AS CAMPESINO/AS PODEMOS ALIMENTAR AL MUNDO”

La Vía Campesina - Comunicado de prensa

(Roma, 15 de octubre) Con motivo de la 37º Sesión del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de la ONU (CSA), en el que estará presente una delegación de campesino/as miembros de La Vía Campesina junto con otros actores de la sociedad civil, para seguir la reunión y participar en los debates, La Vía Campesina reitera su demanda de soluciones basadas en los principios de soberanía alimentaria. En el orden del día figuran temas importantes como la tenencia de la tierra, la volatilidad de precios, las cuestiones de género y la nutrición, así como las inversiones en agricultura.

El acaparamiento de tierras es uno de los ejemplos más patentes y escandalosos de cómo el sistema industrial que domina el ámbito de los alimentos está empujando a la pobreza a un número creciente de campesino/as y consumidores. En el mundo se producen suficientes alimentos para alimentar a la población pero estos no llegan a la gente a causa de obstáculos como la monopolización del acceso a la tierra, el dominio de los recursos productivos y la creciente concentración del control sobre la cadena alimentaria. Necesitamos que los gobiernos adopten medidas eficaces y contundentes para prohibir esas prácticas y que emprendan políticas en apoyo de los agricultores sostenibles.

Como explica Ibrahim Coulibaly, un campesino de Mali: “Asegurar que quienes producen los alimentos tengan acceso a la tierra, a los recursos y a los mercados, debería ser la prioridad fundamental cuando se debaten las soluciones a la crisis alimentaria. Son lo/as campesino/as lo/as que más están invirtiendo, no las grandes empresas. Las iniciativas industriales y dirigidas a la obtención de beneficios no harán sino debilitar la posición de lo/as campesino/as y lo/as consumidores”.

Henry Saragih, coordinador internacional de La Vía Campesina, denuncia que “La volatilidad de los precios es una consecuencia directa de las políticas neo-liberales que consideran que los alimentos son una materia prima como otra cualquiera; las grandes empresas agroalimentarias y los bancos siguen especulando con los productos agrícolas y a la vez presionan para una mayor desregulación del comercio para aumentar su control sobre la cadena alimentaria”

Una de las soluciones son los mecanismos públicos de regulación de los mercados, que deben ponerse en práctica y concluirse a escala nacional y regional.

Considerando el papel fundamental de las mujeres en la producción de alimentos y ante la violencia estructural y patriarcal que sufren, Fatimatou Hima, una campesina de Niger declara: "La campaña contra la violencia que se ejerce sobre las mujeres es una de las prioridades de La Vía Campesina. Tenemos que cambiar de modelos de producción de alimentos y caminar hacia modelos locales más sostenibles, en lugar de comer comida basura industrial acompañada de complementos nutricionales."

En la manifestación de los "Indignados" de Roma, Angel Strappazone declaró: “Lo/as productores de alimentos tenemos que organizarnos y luchar en común. Los Estados deben reconocer el papel clave que desempeñan estas organizaciones de base. Somos nosotros/as, no los bancos ni la gran empresa agroalimentaria, los que tenemos soluciones reales. La voz de lo/as que están siendo más afectado/as por la crisis debe oírse en todo el mundo. Demandamos cambios reales y globales. ¡YA!”

Se necesita una gobernanza fuerte y clara para encontrar soluciones que pongan un remedio eficaz a la crisis financiera, climática y alimentaria actual. El Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) es el espacio legitimo en el que deben debatirse y adoptarse las políticas internacionales en materia de alimentación y agricultura. Instamos a los gobiernos a que afronten sus responsabilidades y promulguen medidas y políticas concretas basadas en los principios de la Soberanía Alimentaria.

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LO QUE ENGORDA, MATA

Publicado el 17 octubre 2011

El correo vasco, 9 de octubre de 2011, Gustavo Duch

Busquemos de nuevo las causas del hambre en el planeta Tierra. La crisis en el Cuerno de África nos obliga a ello y, ciertamente, tenemos acceso a informaciones claras y concluyentes que relacionan esta nueva hambruna a realidades no climatológicas, porque hasta la sequía imprevista responde a un cambio climático producido por una civilización industrial lejana y ajena a las personas allí sobreviviendo. La especulación alimentaria, la marginación de la agricultura campesina y autóctona de la zona, el acaparamiento de las mejores tierras por capitales extranjeros, la imposición de cultivos para la exportación, etc. son –repetidas- las peores catástrofes inventadas por la codicia del ser humano.

Y ahora que las tenemos ubicadas, ¿cómo las enfrentamos? Evidente, en primer lugar y con toda la energía posible, el análisis llama a una acción política -la soberanía alimentaria- para contrarrestar y evitar más hambres, más pobreza a cambio de tantas riquezas y de tantos empachos. En segundo lugar, y se insiste mucho en este tema, con nuestro consumo individual con el que también podemos ‘ejercer’ solidaridad. Efectivamente, tenemos fórmulas e iniciativas a mano para un consumo responsable: recuperar los mercados campesinos, las cooperativas de consumo, la alimentación de temporada y ecológica, etc. Y una, muy poco expuesta, difundida y defendida (quizás por ser de cajón, quizás porque está devaluada en nuestro pensamiento, quizás por recordar tiempos de penurias aún recientes, quizás por estar envuelta muchas veces con tintes religiosos) que, pienso, hay que recuperar: ‘la frugalidad’.

Las últimas décadas de nuestra civilización se ha rendido a los buffets para atiborrarse a precio fijo; a las comilonas en días festivos y el empacho posterior; a las bacanales de calorías en cruceros, bodas y comuniones; a las palomitas y refrescos de tamaños XXL; al compre dos y llévese tres; y en definitiva, al culto desmedido a comer sin medida.

Pensemos, no sólo en una cuestión de nuestra salud (la obesidad es un grave problema en nuestras generaciones) sino también en lo que representa. Porque en un planeta finito donde los recursos para producir alimentos son limitados (tierra fértil, agua de riego, energía, etc.) los abusos y excesos para unos estómagos son finalmente alimentos que otras personas no podrán llevarse a la boca.

Sí, ciertamente, parece como cuando de pequeño no quería comer alguno de los platos de mi abuela y ella me decía, -cómetelo por los niños pobres de África, y yo no me imaginaba mi potaje de garbanzos viajando a Etiopia. Pues la abuela tenía razón. Y mucha, porque compartimos un planeta con un único metabolismo global. No es que el potaje viaje de Norte a Sur, es que la ración de merluza exagerada que nos preparamos puede provenir perfectamente de Namibia, donde se pasa hambre. Y si nos sirven un bistec enorme que es imposible de atacar, esa ternera ha estado alimentada con soja sudamericana en tierras que ya no producen comida para las gentes locales. Y así con mucha y mucha comida que acabamos desperdiciando. Exactamente, según estudios encargados por la FAO, cerca de un tercio de los alimentos que se producen cada año en el mundo para el consumo humano se pierden o desperdician. Se desperdician porque ‘no puedo más’; porque se compra para muchos días y se echa a perder; o por las normativas de caducidad. Se pierden muchos alimentos antes de ser comidos porque no dan la talla o el color exigidos por los supermercados o porque la cadena entre productor y el consumidor es tan larga que mucha comida perece en el intento.

Así pues, añadamos a nuestro catálogo de consumidores y consumidoras responsables la frugalidad, el comer lo justo y suficiente. Expulsar la cultura del despilfarro comestible. Porque, mientras no desmembremos este sistema alimentario totalitario, lo que engorda, mata.

Gustavo Duch Guillot

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PLAGAS RESISTENTES A Bt – UNA RÁPIDA INCIDENCIA EN ÁFRICA DEL SUR

Prof. Johnnie van den Berg
Universidad North-West, África del Sur

El maíz es el alimento de base en África. El lepidóptero barrenador del tallo limita de manera seria los rendimientos del maíz al infestar el cultivo durante su crecimiento, desde la plántula hasta su madurez. Los insectos más importantes de esta especie son el barrenador moteado del tallo Chilo partellus (Lepidoptera: Crambidae), y el barrenador africano del tallo, Busseola fusca (Lepidoptera: Noctuidae).

LA LLEGADA DEL MAÍZ BT

A través del uso de la biotecnología moderna algunas soluciones efectivas para el control del barrenador del tallo de maíz han sido desarrolladas. El maíz Bt, que expresa la proteína Cry1Ab, fue inicialmente desarrollado para el control de dos especies de barrenador de Norteamérica, Ostrinia nubilalis (Lepidoptera: Crambidae) y Diatraea grandiosella (Lepidoptera: Crambidae). Estos productos también otorgan un control efectivo en larvas de la palomilla como aquellas del género Chilo, y otorgan un control parcial a muy bueno contra las palomillas nocturnas de los géneros Sesamia y Busseola (Van den Berg and Van Wyk, 2007).

Desde la primera puesta en práctica de los cultivos genéticamente modificados (GM) con propiedades insecticidas, ha habido preocupaciones con respecto al desarrollo de resistencia en las plagas objetivo y sus posibles efectos no objetivo (Tabashnik, 1994; Gould, 1998). Cuando la resistencia al maíz Bt se desarrolle, los agricultores tendrán que dar marcha atrás a 15 años en sus estrategias de manejo de plagas y en el caso de que la proteína Bt interrumpa las interacciones benéficas en los agroecosistemas esto provocaría un aumento de la presencia de plagas y/o el desarrollo de plagas secundarias.

Entre 1994 y 1997 varios eventos de Bt fueron evaluados bajo una infestación artificial de plagas en África del Sur. El evento MON810 del gen Cry1Ab suministró un control superior a todos los otros eventos analizados y de manera subsecuente fue aprobado para su liberación (Van Rensburg, 1999). El maíz Bt ha sido plantado en África del Sur desde 1998 y actualmente el país es el octavo productor más importante de cultivos GM en el mundo.

La percepción de los agricultores sobre el maíz Bt en África del Sur

Una estudio conducido por Kruger et al. (2009) mostró que los beneficios más importantes asociados con el maíz Bt era la conveniencia en el manejo de la plaga objetivo. Sin embargo, el maíz Bt otorga una ventaja solamente si la plaga objetivo se encuentra presente. En África del Sur los agricultores se han beneficiado de la adopción del maíz Bt desde su puesta en práctica en 1998 (Gouse et al., 2005). A pesar de pagar más por la semilla, aquellos que la adoptaron obtuvieron un aumento en sus ingresos con respecto a las variedades de maíz convencional dado el ahorro en pesticidas y el aumento de rendimiento debido a un mejor control de plagas. Los agricultores también indicaron que no necesitaban explorar sus campos en búsqueda de plagas dado que asumían que la tecnología era efectiva.

DESARROLLO DE RESISTENCIA

Dos años después de cultivar maíz Bt en África del Sur, se descubrieron daños por el barrenador del tallo en varios híbridos de maíz Bt (Van Rensburg, 2001). Van Wyk et al. (2007) también reportaron la presencia de larvas de B. fusca en plantas maduras de maíz Bt. Dado que no ocurrió daño en la hoja durante las etapas de crecimiento vegetativo, este daño indicó la sobrevivencia de larvas en las plantas por un periodo que abarcaba desde la aparición de la borla hasta la formación de los granos (Van Rensburg, 2001). No se pudieron atribuir pérdidas en el rendimiento debido a estas infestaciones, pero la observación causó preocupación debido a la posibilidad de que infestaciones similares pudieran en el futuro resultar en daño significativo a la mazorca. Esta preocupación tuvo solamente su “importancia” debido al hecho de que podría significar una perdida de rendimiento y en ese momento no se se inició ninguna alerta sobre la posibilidad de un desarrollo de resistencia.

El primer reporte oficial de resistencia por parte de una plaga al maíz Cry1Ab fue dado a conocer en África del Sur en 2007. Este reporte sobre la resistencia de B. fusca en maíz Bt (Van Rensburg, 2007) mostró que en ciertas ubicaciones algunas larvas eran capaces de sobrevivir al maíz Bt.

En el mismo año del primer reporte de resistencia de B. fusca, otra población resistente fue observada por agricultores en el esquema de irrigación Vaalharts, aproximadamente a 50 km del sitio inicial. Los estudios que le dieron seguimiento mostraron que las larvas sobrevivían al maíz Bt y las larvas colectadas fueron reproducidas por cuatro generaciones en plantas de maíz Bt en el laboratorio. Este último estudio también indicó que las larvas colectadas a partir del refugio de maíz no Bt podían sobrevivir al maíz Bt. Esto indica que la eficiencia de la estrategia de alta dosis-refugio podía verse comprometida en esta región geográfica.

El análisis hasta el 2008 de más de una década de datos sobre monitoreo de resistencia en seis especies de lepidópteros que son blanco del maíz y del algodón Bt sugiere que los principios de la estrategia de refugio se pueden aplicar al campo para limitar el desarrollo de resistencias (Tabashnik et al., 2008). Hasta la fecha la evolución sobre terreno de la resistencia ha sido detectada en África del Sur solamente para B. fusca (Van Rensburg, 2007), en el sureste de los Estados Unidos solamente con Helicoverpa zea (Lepidoptera: Noctuidae) (Tabashnik, 2008) y con Spodoptera frugiperda (Lepidoptera: Noctuidae) en Puerto Rico (Gassman et al., 2009). La resistencia al algodón Bt por parte del gusano rosado Pectinophora gossypiella (Lepidoptera: Gelechiidae) ha sido reportada en India.

La creciente aparición de estas plagas resistentes al Bt durante los últimos 4 años indica que la velocidad de la evolución de la resistencia predicha fue seriamente subestimada y emite dudas sobre el uso de esta tecnología en el futuro.

REFUGIOS

Los refugios forman una parte importante de las estrategias de manejo de resistencia de insectos. Los refugios son definidos como hábitats en donde la plaga objetivo no se encuentra bajo presión de selección por la toxina y por lo tanto proporciona un hábitat sustentable para el desarrollo de la plaga. La estrategia de alta dosis/refugio, empleada para limitar el desarrollo de resistencia, comprende una combinación de plantas de maíz Bt produciendo altas dosis de la toxina y plantas no Bt a una distancia cercana. El principio de esta estrategia consiste en que cualquier insecto resistente, surgido de los cultivos Bt, tiene mayor probabilidad de parearse con uno de la gran cantidad de insectos plagas susceptibles que aparecen a partir de los refugios que con uno resistente, reduciendo de esta manera la selección de los alelos de resistencia a Bt.

¿POR QUÉ LA RESISTENCIA SE DESARROLLÓ DE MANERA TAN RÁPIDA EN ÁFRICA DEL SUR?

Si bien plantar refugios es obligatorio, el nivel de cumplimiento entre 1998 y 2006 fue demostrado ser muy bajo en la región en donde la resistencia fue reportada en África del Sur (Kruger et al., 2009). La investigación también demostró que las palomillas de B. fusca preferían el maíz irrigado, lo que pudo haber contribuido al aumento de la presión de selección hacia una evolución de la resistencia a la toxina Bt (Van Rensburg, 2007). Van Wyk et al. (2007) también indicaron que el fuerte vínculo del barrenador del tallo con el ecosistema del maíz en áreas de irrigación coincidiendo con plantar específicamente el maíz Bt en estos sistemas, resulta en una fuerte presión de selección para la evolución de resistencia.

El creciente nivel de resistencia observado para B. fusca se debe por una parte a la falta de cumplimiento por parte de los productores con el principio del refugio (Kruger et al., 2009). Sin embargo, en retrospectiva, parece que los eventos Bt actualmente disponibles para el control de B. fusca no cumplen tampoco con los requisitos de una dosis alta. La resistencia de plagas al maíz Bt resultaría de una combinación de fechas tardías de siembra con niveles elevados de infestaciones, combinados con la falta de cumplimiento de los requisitos de refugio. Una lección que puede ser aprendida a partir de este caso es que en las áreas en las que la adopción de la tecnología Bt es muy alta, se debe de dar seguimiento y verificar el cumplimiento de la estrategia de refugio.

Referencias

Gassman, A.J., Carrière, Y. & Tabashnik, B.E. 2009. Fitness costs of insect resistance to Bacillus thuringiensis. Annu. Rev. Entomol. 54: 147 – 163. http://arjournals.annualreviews.org/

Gould, F. 1998. Sustainability of transgenic insecticidal cultivars: integrating pest genetics and ecology. Annu. Rev. Entomol. 43: 701-726. http://tinyurl.com/

Gouse, M., Pray, C.E., Kirsten, J. & Schimmelpfenning, D. 2005. A GM subsistence crop in Africa: the case of Bt white maize in South Africa. Int. J. Biotech. 7: 84 – 94. http://www.inderscience.com

Kruger, M., Van Rensburg, J.B.J. & Van den Berg, J. 2009. Perspective on the development of stem borer resistance to Bt maize and refuge compliance at the Vaalharts irrigation scheme in South Africa. Crop Protect. 28: 684 – 689. http://tinyurl.com/

Tabashnik, B.E. 1994. Evolution of resistance to Bacillus thuringiensis. Annu. Rev. Entomol. 39: 47-79. http://arjournals.annualreviews.org

Tabashnik, B.E. 2008. Delaying insect resistance to transgenic crops. PNAS 105: 19029-19030. http://www.pnas.org/

Tabashnik, B.E., Gassman, A.J., Crowder, D.W. & Carrière, Y. 2008. Insect resistance to Bt crops: evidence versus theory. Nature Biotech. 26: 199-202. http://www.nature.com/

Van den Berg, J. & Van Wyk, A. 2007. The effect of Bt maize on Sesamia calamistis in South Africa. Ent. Exp. Applic. 122: 45-51. http://onlinelibrary.wiley.com/

Van Rensburg, J.B.J. 1999. Evaluation of Bt-transgenic maize for resistance to the stem borers Busseola fusca (Fuller) and Chilo partellus (Swinhoe) in South Africa. S. Afr. J. Plant Soil 16: 38-43.

Van Rensburg, J.B.J. 2001. Larval mortality and injury patterns of the African stalk borer, Busseola fusca (Fuller) on various plant parts of Bt-transgenic maize. S. Afr. J. Plant Soil 18: 62-68.

Van Rensburg, J.B.J. 2007. First report of field resistance by the stem borer, Busseola fusca (Fuller) to Bt-transgenic maize. S. Afr. J. Plant Soil 24: 147-151.

Van Wyk, A., Van den Berg, J. & Van Hamburg, H. 2007. Selection of non-target Lepidoptera speciesfor ecological risk assessment of Bt maize in South Africa. African Entomol. 15: 356 – 366. http://www.bioone.org/

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VIII Encuentro de la Campaña “Paren de Fumigarnos!”

DECLARACIÓN DE LOS PUEBLOS FUMIGADOS DE LA PROVINCIA DE SANTA FE, ARGENTINA

Nuestro país esta inmerso en un proceso de agriculturización intensiva, industrial, basada en la utilización de químicos que produce la concentración de capitales y propiedades, la desaparición de la agricultura familiar y de pequeños y medianos productores. Las migraciones internas, el incremento de refugiados ambientales concentrados en villas miserias, como también la destrucción de ecosistemas y toda la flora y fauna asociada al mismo, son saldos negativos y ocultos para la mayoría de la población.

En las arroceras de Corrientes, en los montes quemados de las sierras de Córdoba, en el desplazamiento violento de poblaciones rurales en Santiago del Estero y Formosa, en las inundaciones de Salta, en los niños con malformaciones en Chaco y Misiones, en las alfombras verdes en que se han convertido los mejores campos de Buenos Aires y Santa Fe, se observa la huella de un modelo de agronegocios que sólo deja enfermos, muertos y tierra arrasada. Los mas de 350 millones de litros de agrotóxicos anuales que se utilizan, solamente en la campaña de la soja, revolotean sobre nuestras cabezas y además de contaminar el ambiente en que vivimos, son aspirados, absorbidos o simplemente consumidos junto con los alimentos.

Independientemente de la aventura que significa someter la política agropecuaria de un país a los vaivenes del casino financiero internacional que ha tomado a las materias primas como objeto de su especulación, el reciente Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) propone, entre otras cosas, el aumento de la superficie cosechada en un 20% cuando la mayoría de las provincias, inclusive la nuestra, se encuentran al límite de uso de sus tierras productivas. En Santa Fe, donde se produce el 80% del biodiesel del país, el Estado Provincial ha asumido seriamente la producción de agrocombustibles proliferando las plantas, principalmente, en el cordón industrial de Rosario lo que significará seguir destinando cada vez más hectáreas que darán de comer a los tanques de los vehículos antes que a la gente. Los gobiernos provinciales, municipales y comunales pueden convertirse en vasallos y rehenes del Fondo Sojero y ser parte del problema, o ponerse al lado de sus poblaciones en defensa de la salud y la vida, mientras tanto, las tasas de mortalidad y de morbilidad se incrementan en los pueblos fumigadas.

Por todo esto, llamamos a los pueblos fumigados a ponerse en movimiento en defensa del derecho a la salud y a un ambiente sano y equilibrado que garantice el desarrollo humano de esta generación sin comprometer a las generaciones futuras. Para cada ciudadano argentino, la Constitución Nacional nos brinda este derecho pero también nos obliga a preservarlo así como obliga al Estado a la protección de ese derecho, a la utilización racional del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica. La participación activa del Estado –en todos sus niveles- en políticas como las mencionadas lo ubica directamente del lado de las corporaciones a las que muy poco les interesa la salud de los argentinos.

Nuestra prédica se sustentará, inicialmente, en los siguientes nueve puntos que consideramos básicos para intentar recomponer el desastre social, ambiental, alimentario y sanitario de nuestras poblaciones:

1. Prohibir total y absolutamente cualquier tipo de aspersión aérea en toda la provincia.

2. Establecer una zona de exclusión para las aspersiones terrestres de 800 metros de distancia en forma provisoria y con tendencia ascendente, con respecto al límite del ejido municipal, escuelas rurales, caseríos y cursos de agua.

3. Propiciar la recategorización de todos los agrotóxicos en uso en forma inmediata, de acuerdo a lo dispuesto por la Resolución N° 147/10 del Defensor del Pueblo de la Nación.

4. Garantizar el acopio, almacenamiento y manipulación de agrotóxicos en áreas alejadas de las zonas pobladas o sensibles y con prevención adicional de escenarios siniestrales.

5. Establecer las disposiciones legales necesarias, a través de los órganos de gobierno respectivos, para que las empresas proveedoras de agrotóxicos se hagan cargo de los envases descartados.

6. Prohibir la instalación de silos dentro del ejido municipal. Trasladar los existentes, en un plazo perentorio, a una distancia no menor de 5km. de las áreas urbanas.

7. Dar cumplimiento público y privado en todo el territorio provincial de la Resolución N° 276/10 del Ministerio de Salud de la Nación (Registro de intoxicaciones por plaguicidas).

8. Realizar con carácter de urgente estudios epidemiológicos de morbilidad y mortalidad asociada a agrotóxicos.

9. Desarrollar y estimular programas de producción agroecológica en toda la provincia, promoviendo y coordinando iniciativas con organismos nacionales y áreas universitarias específicas.

Santa Fe, octubre de 2011.
Campaña “Paren de Fumigarnos! “ - Santa Fe

Fuente: Boletín N° 446 de la RALLT

Temas: Sistema alimentario mundial

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