Boletín Nº 22: Agricultores y transgénicos

Boletín No. 22
Quito, 31 de julio de 2000

Agricultores y Transgénicos

Amig@s:

Para finalizar con nuestra entrega sobre agricultura y transgénicos, hoy hemos incluido en el boletín dos artículos sobre el tema. En el primero se recogen algunos testimonios de varios agricultores y en el segundo se hace un resumen del tan conocido caso del agricultor canadiense que fue demandado por Monsanto, al final se revisan los argumentos legales que ambos litigantes han utilizado en el caso.
Esperamos que sea de su interés,

Elizabeth

Ana Lucía

AGRICULTORES Y TRANSGENICOS

Agricultores de varios países ven en la Ingeniería Genética una amenaza para su subsistencia. Agricultores de Brasil, México, Canadá y Francia compartieron sus puntos de vista y experiencias durante una rueda de prensa en Montreal durante las reuniones previas a la adopción del Protocolo. La rueda de prensa fue organizada por Greenpeace y La Red del Tercer Mundo para permitir que se escuche a los pequeños agricultores del mundo.

Costos Extras

Los agricultores en México, Brasil y Francia deben asumir costos extras para satisfacer la demanda de alimentos que no hayan sido genéticamente modificados. La demanda de alimentos ?limpios? ha hecho que existan nuevos costos para los agricultores -etiquetaje, transporte, pruebas, etc.- para garantizar que no existe contaminación genética en sus cultivos. ?Estos costos deberían ser asumidos por la industria biotecnológica, no por nosostros? dijeron Antonio Wunsch de Brasil y Jean-Yves Griot de Francia.

En México, cuna del maíz, los agricultores pequeños e indígenas están completamente preocupados por la contaminación genética de sus variedades tradicionales. ?Existen cerca de 5000 variedades tradicionales de maíz en México y podemos perderlas? afirmo Porfirio Encino de México.

En los países industrializados donde la tendencia creciente de alimentación es la producción orgánica, los agricultores orgánicos están enfrentando una nueva amenaza: la pérdida de su forma de vida, debido a la contaminación genética. ?Cuando el polen genéticamente modificado de un campo vecino contamine un cultivo orgánico, el agricultor puede perder su categoría de orgánico por la cual ha trabajado durante varios años?, afirmó el agricultor orgánico Steven Gilman de Estados Unidos.

Inútil

En Canadá cerca del 60% de canola es genéticamente modificada. La contaminación involuntaria de canola convencional en los campos y durante la transportación hace que todos los esfuerzos para segregar sean vanos. ?Los consumidores nos han pedido que segreguemos los cultivos pero no podemos hacerlo y por esta razón estamos perdiendo mercado. Actualmente, no basta con una moratoria a los nuevos cultivos transgénicos, primero tenemos que arreglar todo el desastre creado por la canola genéticamente modificada?, dijo Hart Haiden de Canadá.

Algunos Testimonios

Jean-Ives Griot, Francia

Los agricultores y consumidores franceses no queremos alimentos genéticamente modificados, particularmente en el contexto de otros problemas con los alimentos como el caso de la vaca loca o la contaminación con dioxina de los alimentos belgas.

No hay ganancias económicas para los agricultores, especialmente ahora que los consumidores están tan preocupados de la contaminación genética del alimento animal. Los costos se aumentan a causa del etiquetaje, pruebas y limpieza de los contenedores y el transporte. Las asociaciones de agricultores están tratando de entablar relaciones con los agricultores brasileros que no han adoptado los transgénicos.

Un etiquetaje claro y cualquier costo adicional debe ser cargado a los productores de semillas y no a los agricultores o consumidores.

Hart Haiden, Canadá

Actualmente, en Canadá el 60 % de canola es genéticamente modificada. Las regulaciones vigentes no son suficientes para enfrentar la contaminación de los cultivos y la resistencia de las malezas. Los agricultores canadienses están ahora enfrentando una disminución en los mercados internacionales, las tendencias del mercado se inclinan hacia lo orgánico, además varios países están adoptando el etiquetaje como norma y muchos consumidores rechazan los transgénicos, por ejemplo en Japón.

La segregación no es suficiente para proteger los cultivos tradicionales puesto que los insectos polinizadores pueden actuar y también existe la posibilidad de que existan accidentes durante la limpieza y la manipulación y se mezclen las semillas. Canadá debería adoptar el principio de precaución en lugar de promover nuevos cultivos genéticamente modificados.

Antonio Wunsch, Brasil

Los cultivadores de soya en Río Grande del Sur están tratando de crear nuevos contactos con compradores europeos porque esos consumidores quieren tener la seguridad de que son cultivos tradicionales.

En Brasil, la población está muy consciente de los problemas de la ingeniería genética. El estado de Río Grande del Sur prefiere mantenerse como una zona libre de transgénicos. No obstante, los rumores acerca del contrabando de soya transgénica de la Argentina ha dañado la reputación de la soya convencional brasileña. Pero el contrabando parece ser mucho menos cumún de lo que se piensa: de 600 pruebas realizadas, solo se encontró que tres eran transgénicos.

Los cultivadores de soya de Brasil piensan que el Protocolo de Bioseguridad debería incluir cláusulas sobre etiquetado y cualquier costo en el que incurran los agricultores debería ser cubierto por los promotores de la ingeniería genética y no por los consumidores ni agricultores.

Porfirio Encino, México

En México no hay información ni estudios científicos sobre los efectos culturales y a la salud de los organisomos transgénicos.

Los pequeños agricultores, especialmente indígenas, temen que la diversidad de sus semillas esté amenazada. La confusión acerca de las regulaciones y la falta de cumplimiento de la Ley empeora la situación. Exigimos mayor regulación en cuanto a la importación y al uso.

DAVID Y GOLIAT EN UNA BATALLA DE ALIMENTOS
BRUNO, Sask. - Monsanto Co. alega que agricultores han usado ilegalmente sus semillas de canola genéticamente modificada

Percy Schmeiser se ha hecho notorio por una batalla en contra de la transnacional norteamericaca sobre las semillas de canola. El cree que debería estar en proceso de jubilarse, en lugar de eso, Schmeiser de 69 años y que ha sido agricultor por más de 40 años está enfrentando una ación legal con la empresa Monsanto, la gigante biotecnológica. La empresa alega que el ha violado su patente, al usar las semillas transgénicas de canola de Monsanto sin su permiso.

Monsanto y su subsidiaria Canadian lanzaron un juicio en contra de Schmeiser hace dos años. Cualaquier intento de mediación ha fallado. El juicio se realizó en junio en Saskatoon.

Monsanto quiere que Schmeiser admita que ha roto las reglas de la empresa por lo que debe pagar la misma cantidad de dinero que deben pagar los 20.000 agricultores del Oeste del Canadá que han comprado la semilla de canola resistente al herbicida de la empresa: $15-per-acre (cerca de $37 por hectárea). Está también demanda una cantidad no especificada por haber infrigido los contraros de la empresa.

Pero en lugar de llegar a un acuerdo, como lo han hecho otros 50 agricultores en la zona, Schmeiser está enfrentando a la empresa. Las semillas de canola transgénica encontrada en sus 560 hectáreas deben ser el resultado de polen que ha volado de los campos vecinos. El empezó a notar en 1997, cuando empezó a fumigar con herbicida en lo que el pensó que eran malas hierbas en los filos de sus cultivos. Estas sobrevivieron la fumigación. Resultó que eran plantas de canola transformadas genéticamente por Monsanto.

El ha iniciado una contra demanda a Monsanto, pidiendo $10 millones a la empresa, por contaminación de su finca y del medio ambiente, por difamación y por haber irrumpido en su propiedad para tomar las muestras.

Yo no quería ser un héroe o un santo dice, pero sentí que lo que estaba pasando era incorrecto. Nosotros sentimos que nuestra libertad estaba siendo amenazada y teníamos que hacer algo.

Esto ha hecho que Schmeiser llegue a tener una imagen pública que el nunca soñó. Es obviamente una batalla entre David y Goliat, pero revelan las profundas implicaciones que tiene el negocio global de transgénicos en los derechos de los agricultores familiares.

La batalla de Schmeiser ha capturado la atención de los medios de comunicación a nivel mundial, particulamente en Europa, donde el debate sobre los transgénicos es candente.

Algunas veces me despierto y no se si soy yo mismo, dice, pero nunca he dudado de haber hecho la cosa correcta.

La empresa Monsanto con base en St. Louis fue mejor conocida por haber producido el agente naranja que mató a millones en la guerra del Vietnam.

Por 4 años ha vendido la canola Roundup Ready en el Canadá, pero los agricultores deben mantener un lazo muy fuerte con la empresa. Deben pagar las semillas que compran, y no tienen derecho a guardarla para uso futuro.

Craig Evans de Monsanto Canada dice que el caso de Schmeiser no consiste en atacar a un agricultor a punto de retirarse, sino que están tomando una posición a favor de los 20.000 agricultores de canola que si han pagado por la semilla. Ellos han pagado $15 por acre adicionales y si alguien lo obtiene gratis, la inversión de los que si pagaron no estaría protegida y no sería justo. Si nosotros no hubieramos mantenido nuestra posición con fuerza, no estaríamos donde estamos.

Una estudiante del 10mo. años de la escuela, Natalie Martin envió una carta a la compañía y les dijo que ellos no tenían nada que ganar con ese juicio, excepto que tomar el dinero de una pareja de agricultores viejos. Esta es sólo una de las 500 cartas que han sido enviadas a Monsanto con copia a Schmeiser. Ella añadió que la empresa tiene más poder y dinero que los ancianos, y que lo que hará triunfar aquí es el poder del mercado.

La pareja ha recibido una gran cantidad de llamadas de teléfono en la que la gente hace donaciones desde $5 hasta $1,000 (hasta ahora han reunido $10,000 en total) para poder cubrir los costos legales, pero aun necesitan más, para poder enfrentar a esta gigante biotecnológica.

Fuente:

Daniel Girard

Toronto Star Western Canada Bureau

Abril 15, 2000

MONSANTO vs SCHMEISER, ASUNTOS LEGALES
Cathy Holstander de Saskatoon escribió acerca de lo que a ella le pareció como lo más importante del juicio, los argumentos legales que las partes utilizaron.

Existen muy pocos antecedentes acerca de juicios de patentes que involucren organismos genéticamente modificados, por lo tanto este es un caso muy importante.

Los principales argumentos de Monsanto fueron:

1. La intención no es material, por ejemplo, lo que una persona desea hacer no cuenta, cuenta solamente lo que ha hecho.

2. La denuncia sobre la infracción de la patente no se basa en el uso de la canola Roundup Ready, o sea, no depende en si se fumigo o no el cultivo con glifosato sino que la denuncia se basa en el simple hecho de tener la canola patentada.

3. La patente es válida. Esto fue discutido tomando como base los precedentes establecidos en el caso del ratón de Harvard, donde se sostuvo que se podía obtener una patente de las células y genes que son el resultado de la intervención humana (no de reproducción cruzada) y que se puede reproducir (no como resultado del puro azar).

Los principales puntos de Zakreski, el abogado de Schemeiser, fueron:

1. Parte de la evidencia de Monsanto debería ser excluida, puesto que fue obtenida de una manera que no estaba de acuerdo con la orden judicial, y que algunas de las muestras fueron tomadas sin permiso. La Ley dice que la evidencia obtenida por medios ilegales es a pesar de todo admisible, pero la Carta de Derechos y Libertades dice que la gente tiene el derecho de no ser sometido a investigaciones irracionales e incautación. El juez puede decidir la norma por la que se va a regir.

2. El simple crecimiento de la planta no está infringiendo los derechos de patente porque el gen no afecta la capacidad de crecimiento de la planta. La patente es solamente para el gen, no para la planta (la decisión sobre el ratón de Harvard, que actualmente está siendo apelada, dice que el ratón en sí mismo no puede ser patentado porque él no es una invención). Se infringe una patente solamente cuando existe la intensión de usar la invención patentada (por ejemplo: fumigar con Roundup). Si no se fumiga con Roundup, entonces el gen es un simple elemento añadido que no tiene efecto en la planta.

3. El punto más interesante: Renuncia de derechos. Zakreski dice: puesto que se permitió que la canola Roundup Ready sea liberada en el ambiente, y que existe una amplia evidencia de que se propaga por la acción del viento, polinización cruzada, etc. y su propagación no está restringida, no tiene relación con otras invenciones que no pueden ser copiadas y propagadas a la tierra de otras personas, en donde no se las quiere. Dice que el gen no se controla, no tiene el propósito de ser controlado, y ahora su control es imposible. Tan pronto como esta invención llegó al campo y empezó a propagarse, Monsanto renunció a sus derechos de exclusividad. Es totalmente inconsistente liberar algo en el ambiente y luego insistir que se tiene el derecho de patente sobre ello, sin tener en cuenta donde éste termina. Derechos exclusivos y liberaciones incontroladas son dos cosas contradictorias.

Si el derecho exclusivo de la patente de Monsanto es reconocido, ¿ un agricultor no podrá nunca guardar semillas puesto que no hay modo de asegurar que éstas no sean contaminadas?. Los agricultores no deben cargar con la obligación de prevenir la propagación de las semillas patentadas por otro.

4. Los genes son materia no patentable. Esta afirmación se basa en el hecho de que los genes se auto propagan y se dispersan a través de medios naturales, no a través de la intervención humana

Si la apelación del caso del ratón de Harvard se decide antes de que el juez McKay decida sobre este caso, el pedirá a cada parte sus opiniones sobre como la decisión afectará sus argumentos. No se espera una respuesta antes de finales de agosto.

Fuente: The Ram?s horn, june 2000. Artículo de Cathy Holtslander. Traducción del Inglés. www.ramshorn.bc.ca .

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