Exigen soluciones verdaderas a la crisis climática. Boletín N° 453 de la RALLT

Idioma Español

En medio de la Cumbre sobre Cambio Climático que tiene lugar en Durban, compartimos con ustedes una nota sobre las movilización social que se están dando allá, para presentar la perspectiva de los movimientos sociales presentes, desenmascarar la falta de compromiso de los países por tomar medidas responsables para frenar este fenómeno global. Boletín N° 453 de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos.

“QUIEN NO TIENE DINERO NO COME O COME MAL”

Por Rocío Alorda (Chile)

Miércoles, 30 de Noviembre de 2011

La destrucción de la pequeña agricultura y el deterioro de la alimentación de los pueblos han sido motivo de luchas y resistencias de los movimientos campesinos en todo el mundo. Sin embargo, existen organizaciones como Grain, organización sin fines de lucro con sede en Barcelona, España, que con una destacada trayectoria internacional realiza una importante labor en la lucha por sistemas alimentarios más justos y sustentables para el campesinado. El 29 de setiembre Grain fue galardonada con el premio Right Livelihood Award 2011— o Premio Nobel Alternativo— por su trabajo en la protección de los derechos de las comunidades campesinas en todo el mundo.

Rocío Alorda, corresponsal de Noticias Aliadas en Chile, conversó con la agrónoma Camila Montecinos, integrante de Grain y responsable de apoyar a sus contrapartes en América Latina así como de implementar sus programas en la región.

¿Cuál es la visión de Grain respecto a la situación alimentaria en América Latina?

Lo que se destaca hoy en América Latina es la adopción casi irrestricta del sistema agroexportador, que ha significado que estamos exportando una cantidad muy importante de productos agrícolas que no necesariamente son alimentación. Sí hay signos claros de que la alimentación de los pueblos latinoamericanos se ha ido deteriorando producto de este énfasis en el modelo agroexportador. Algunas señales de esto son, por ejemplo, que la producción de leguminosas como porotos [frijoles], lentejas, garbanzos se ha estancado o ha disminuido de manera drástica. Chile es uno de los países con la disminución más brutal. Hoy día se está produciendo la tercera parte de los porotos que se producían hace 30 años.

En ese sentido hay claros indicadores de que la dieta se ha deteriorado, ya que la calidad de la dieta hoy en día es menor y con todos los antecedentes que uno tiene —porque tampoco una puede ser ingenua en términos políticos— lo más claro es que las dietas se hayan segmentado más brutalmente. La diferenciación social también hoy está ahondando en la dieta. Lo que come la gente rica probablemente no tiene nada que ver con lo que come la mayoría del pueblo.

¿Entonces habría un modelo alimenticio basado en las exportaciones y una precarización de la dieta en los países productores de alimentos?

Claro, y Chile es un caso extremo. Chile exporta alrededor del 80% de su producto bruto interno agrícola e importa cada vez más alimentos. De hecho, si miramos la balanza agrícola chilena con el Cono Sur, es absolutamente deficitaria, tanto en Argentina, Paraguay y Brasil. Porque de ellos se está importando carne, trigo, maíz, soya y muchas hortalizas. Entonces la dieta se deteriora de muchas maneras en el caso chileno. Dejamos de producir carne fresca; posiblemente pasa un año desde que mataron el animal hasta que lo comemos y eso ya es un deterioro brutal. Estamos comiendo una dieta mucho menos balanceada de lo que solía ser. Estamos agrícolamente produciendo mal, lo que estamos comiendo es cada vez menos adecuado y eso, dentro de otras cosas, es lo que se puede de alguna forma controlar desde las grande empresas agroalimentarias, los grandes procesadores o los grandes supermercados.

En este panorama, ¿se podría pensar que el derecho a alimentarse en América Latina está muy doblegado?

Yo creo que hoy en ninguna parte, excepto Cuba en América Latina, se respeta el derecho a la alimentación. Hoy la alimentación se maneja estrictamente en el mercado y quien no tiene dinero no come o come mal. Eso es una regla general. Ahora lo que ocurre es que somos dependientes cada vez más de las empresas. Por ejemplo, 30 o 40 años atrás las ferias libres eran mucho más poderosas, lo que hoy día se conoce como comercio informal era también bastante más común, y todos estos procesos de modernización de los derechos del consumidor supuestamente, como la tipificación de la carne, la prohibición de vender leche cruda en la feria, lo único que va haciendo es empujando la alimentación hacia los grandes mercados. Entonces antes si no tenías acceso por un lado, podías buscar, y comprabas a quienes traían alimentos en las canastas y con las carretas. Hoy día todas esas fuentes de abastecimiento de productos frescos no existen. Entonces, hoy acceder a alternativas de alimentación es mucho más difícil porque el control de los grandes es enorme y no son solamente los supermercados. Se calcula que hoy los supermercados comercializan entre el 65% y el 75% de la comida en el mundo y si quieres una alternativa a eso es muy difícil, porque además las están ilegalizando.

¿Cómo vienen a instalarse los conceptos de soberanía alimentaria y seguridad alimentaria en este contexto?

El concepto de seguridad alimentaria es el que hoy día impera desde el punto de vista de las políticas oficiales, que es el que instala la FAO [Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura] el año 1996. Este concepto existía en la FAO desde los años 70 pero en ese momento se definía como “el derecho a la alimentación”. Las fallas que tenía ese concepto era que consideraba que había una alimentación óptima para todo el mundo y daba lo mismo cómo se consiguiera. En 1996 lo que ocurre es que por influencia de todos los procesos neoliberales, la FAO lo define como “el derecho de obtener alimentación a través del mercado”. Es ahí donde la CLOC [Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo] y la organización internacional Vía Campesina dicen que no puede ser que un derecho esté garantizado por el mercado y por eso levantan el concepto de “soberanía alimentaria” y lo enriquecen afirmando que no es solamente un derecho de alimentación sino que es todo el proceso, la forma de producir, la forma de compartir y comercializar, de regular, de comer, de preparar, etc.

Además de ser todo esto, cada pueblo define lo que es la alimentación desde su experiencia y perspectiva de organización. Una de las cosas más significativas de la soberanía alimentaria es que la CLOC y la Vía Campesina dicen ‘este es el concepto de los pueblos’. El desarrollo del concepto de soberanía alimentaria fue uno de los primeros pasos de liberación de la trampa de pensamiento único que había en ese entonces y en ese sentido es muy importante porque permitió que mucha gente empezara a pensar afuera del grillete de la ideología neoliberal.

¿Cuáles serían los principales cambios que se requieren para llegar a modelos alimentarios más justos y sustentables?

Hay cosas que ciertamente tienen que estar en todas partes, pero cómo se van a ordenar depende de cada pueblo y de cada comunidad. Pero una primera cosa son los procesos de producción, de comercialización, de compartir, que tienen que ser descentralizados. En el momento que hay alguien que controla una parte importante o crucial de un sistema alimentario, hay pérdida de soberanía y se fragiliza el sistema. Por eso también es que cuando se habla de soberanía alimentaria se enfatiza que es algo que está en manos de los pueblos; no de los gobiernos, ni de los mercados.

El segundo elemento es que tiene que ser diverso, porque necesitamos comer diverso. Si tú produces diverso, la capacidad de fracasar es mucho menor y permite tener un mejor control sanitario, prescindiendo de agrotóxicos.

Pero la alimentación no es una cuestión biológica, es más bien cultural, por lo tanto la situación cultural es el otro elemento fundamental. Ahora, no se puede hablar de alimentación si no hablas de semillas. Entonces hoy día defender las semillas es parte fundamental y central de la soberanía alimentaria. Yo creo que estas son cosas que surgen en todos lados y que deberían estar en un sistema de justicia alimentaria.

Hay espacios de resistencia y fortalecimiento de la soberanía alimentaria que vienen de los movimientos campesinos ¿Cómo los describiría?

Es importante decir que esos espacios de resistencia son bastante importantes y no hay que subestimarlos. Si uno toma las cifras mundiales, el campesinado tiene una cantidad de tierra que va del 20% al 25% y todo indica que son las peores tierras. Sin embargo, las formas de resistencia son bastante amplias. En ese sentido toda la campaña de las semillas que ha hecho la Vía Campesina es muy importante porque es una pelea que se generalizó. Hay mucha gente que está trabajando en la defensa de las semillas.

El segundo elemento de defensa muy claro es la continuidad de plantación, sobre todo de hortalizas, en la agricultura campesina. Después tienes zonas donde la gente se mantiene muy firme con determinados cultivos, gente que todavía trata de mantener el trigo, la papa, etc. Yo creo que esos son procesos de resistencia que cada vez están más organizados. La situación en Chile es mucho más precaria, por toda nuestra historia, en comparación con otros países. Por ejemplo, en Ecuador se ven procesos bastante más articulados que intentan llegar mucho más allá. Como parte de las políticas de soberanía alimentaria, el Estado le da preferencia a la producción campesina para abastecer todos los servicios sociales y eso es producto de una presión desde la base. No obstante, hoy muchos de los movimientos campesinos tienen claro que si no se comienza a sensibilizar rápidamente a la gente en la ciudad, tampoco se puede avanzar mucho en soberanía [alimentaria], porque la gente termina yendo al supermercado igual.

Respecto al contexto internacional, ¿es posible que se genere una nueva crisis alimentaria como la que se produjo en el 2007 y 2008?

Nosotros tenemos datos suficientes como para decir que esa crisis fue una crisis de especulación. Lo que hicieron esas empresas fue hacer una serie de movimientos especulativos que permitió que los precios subieran. De hecho, no es casualidad que las grandes empresas comercializadoras de granos tuvieran ganancias récord el 2007 y 2008. Hoy día, como ese comercio está en tan pocas manos, lo que se ve es una subida permanente de los precios de los alimentos, y la razón para que suban nuevamente es de carácter especulativo. Entonces, no hay ninguna razón efectiva para que suban los precios. Es una forma de aumentar las ganancias y si con eso dejas que 200 millones de personas pasen hambre, les da lo mismo.

Frente a eso, el principio de la soberanía alimentaria es fundamental. Lo que no hay que olvidar en esto es que las empresas comercializadoras no son empresas productoras. Aunque controlan parte de los cultivos, básicamente son poderes compradores y comercializadores y son esencialmente especulativos.

Lo más injusto del sistema es que a pesar de que existan alimentos estos siempre van a ir aumentando sus precios.

Porque ellos [las empresas] dicen que deben tener los transgénicos, los fertilizantes, los agrotóxicos para producir más. Hoy día hay comida de sobra, pero el control del mercado está en manos de muy pocos y esas manos son manos especulativas. Alguien que efectivamente produce, si produce mucho y por alguna razón ahorra costos, se puede dar el lujo de bajar los precios porque igual gana una cantidad importante. Pero si eres especulativo, no puedes. En los procesos especulativos no se puede permitir bajar los precios porque significa una pérdida en las tasas de ganancia. Entonces la crisis es especulativa. Lo que nosotros vemos, de acuerdo con todos los datos que manejamos, es que de aquí en adelante vamos a vivir en crisis alimentarias con mayor o menor intensidad.

Lo que se agrega a la crisis alimentaria es que la competencia por obtener tierras será aguda, porque está todo el empuje por los agrocombustibles. Un tercio de la tierra arable está bajo plantaciones, y la idea es seguir expandiendo. El otro proceso que hay que mencionar es que como ya el comercio de alimentos, especialmente el de granos, está controlado por unos pocos y pasó al ámbito especulativo, eso está haciendo que la alimentación se convierta en un muy buen negocio. De ahí viene este interés de comprar grandes cantidades de tierra para producir grandes cantidades de granos, arroz, trigo y maíz.

Ahí tienes todo este proceso de acaparamiento de tierras. Hay empresas con apoyo de los gobiernos tratando de apoderarse de cientos de miles de hectáreas para poder producir sobre todo arroz por el momento, pero también caña de azúcar. El comercio internacional de los alimentos hoy lo controlan 10 empresas, no más, y por eso hoy día estamos viviendo un acaparamiento de tierras y lo más dramático de esos procesos es que se han hecho a costa de desplazar al campesinado, expulsarlo de la tierra de forma directa e incluso violenta. Estos procesos de injusticia sólo pueden ser doblegados por procesos de resistencia y creación de soberanía.

*Fuente: Noticias Aliadas

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Puerto Rico:

CENTRO DE EXPERIMENTACIÓN CARIBEÑA DE MONSANTO

Mientras gran parte del resto de la agricultura agoniza, el año pasado Puerto Rico fue el quinto centro de investigación de transgénicos más importante de todo Estados Unidos, donde se desarrollan semillas pedidas por encargo por agricultores de Estados Unidos.

Puerto Rico, es el laboratorio del maíz, sorgo, algodón y soya transgénica para ocho empresas biotecnológicas, siete de ellas multinacionales, que desarrollan las primeras generaciones de semillas modificadas genéticamente para distribuirlas a Estados Unidos y alrededor del mundo. Estas semillas son desarrolladas en fincas públicas y privadas, sobre todo en las mejores tierras cultivables del sur de la Isla, que en el siglo estaban ocupadas por caña.

Entre ellas está Monsanto, la principal productora de semillas transgénicas del mundo, que alquila parte de las mejores tierras agrícolas de Puerto Rico con un esquema de legalidad cuestionable, y recibe incentivos de la administración Fortuño.

Otras empresas son: la estadounidense AgReliant Genetics LLC (con sede en Santa Isabel), la alemana Bayer CropScience LP (en Sabana Grande ), la estadounidense Dow Agrosciences LLC (en Santa Isabel), la estadounidense Illinois Crop Improvement Association Inc. (Juana Díaz), la estadounidense y segunda semillera de transgénicos más grande del mundo Pioneer Hi-Breed (en Salinas, Santa Isabel, Guayama y Juana Díaz), la suiza Syngenta AG (en Juana Díaz y Salinas) y la estadounidense Rice Tec Inc (en Lajas). Al grupo se une la boricua 3rd Millennium Genetics Inc. (en Santa Isabel). Entre todas produjeron unos 70 millones de dólares el año pasado, según Juan Carlos Justiniano, dueño de 3rd Millennium Genetics Inc.

La mayoría de estas semilleras ocupa más del límite de 500 acres que permite la Constitución de Puerto Rico, y reciben jugosos beneficios del Gobierno a través de la Ley 62 de 2009 o Ley de Promoción y Desarrollo de Empresas de Biotecnología Agrícola hecha para convertir a Puerto Rico en un paraíso transgénico. Esta ley agiliza el trámite que deben seguir las empresas para obtener sus permisos, se les facilita la adquisición de edificios, y se les da incentivos económicos a través de la Compañía de Fomento Industrial y del Departamento de Agricultura, quien además debe asesorar y asistir a estas corporaciones en sus trámites, o de lo contrario, deben indemnizarlas por los costos invertidos.

Monsanto arrienda en Puerto Rico unos 1,500 acres de tierra entre Juana Díaz, Santa Isabel, Isabela y Aguadilla; 500 pertenecientes a patrimonio público administrado por la Autoridad de Tierras, y el resto a la Sucesión Serrallés en varios pueblos del sur, según información de Juan Santiago, jefe de operaciones de la multinacional en Puerto Rico. Pero contar con más de 500 acres representa una violación aparente a una disposición de la Constitución de Puerto Rico, que impide que corporaciones agrícolas posean más de 500 acres, para evitar que terratenientes estadounidenses vinieran a implantar el monopolio y desplazar al pequeño agricultor local.

Pero Monsanto cambia de nombre para acceder a más tierras de lo que permite la ley. Así, Monsanto Caribe LLC había sido incorporada en 2004 por Carlos Morales Figueroa, quien era el vicepresidente de la empresa en ese momento. Dos años después, él mismo incorporó a Monsanto AG Products LLC, aunque la Constitución de Puerto Rico prohíbe que cualquier miembro de una corporación agrícola tenga interés en una corporación de igual índole.

Según Juan Carlos Justiniano, presidente de la Asociación de la Industria de Biotecnología Agrícola de Puerto Rico, la Autoridad de Tierras les ha ofrecido unas 2,518 cuerdas (2,445 acres), lo que representa un 8% de todas las tierras de patrimonio público en el sur de la Isla. Entre todas ocupan unos 6,000 acres públicos y privados en toda la Isla.

Por otro lado, Monsanto está reforzando su presencia en Puerto Rico, como lo anunció el secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, José Pérez Riera, durante la convención Bio 2011, en junio pasado en Washington DC. Allí sostuvo que Monsanto está invirtiendo $4,3 millones para establecer un laboratorio de 20.000 pies cuadrados en Juana Díaz, con el fin de desarrollar más semillas modificadas genéticamente de maíz y algodón, lo que creará 45 nuevos empleos.

“El proyecto de Monsanto es precisamente el tipo de inversión que el Gobierno de Puerto Rico ha fomentado. Esta inversión de Monsanto sirve para consolidar nuestra posición como un destino óptimo para la industria de las biociencias, a la vez que adelanta nuestra misión de promover una economía de innovación”, dijo Pérez-Riera, en un comunicado de prensa. Este anuncio se suma al de una inversión de $6 millones de Pioneer Hi-Bred, para establecer un laboratorio de investigación en biotecnología agrícola en Salinas. Y en mayo pasado, AgReliant Genetics LLC inauguró en Santa Isabel un centro de desarrollo de maíz híbrido a un costo de $800.000.

Nota basada en el artículo “ Puerto Rico: el experimento caribeño de Monsanto” de Eliván Martínez

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Comunicado de Prensa RAP-Chile

Victoria ciudadana y del Consejo de Transparencia: SAG entregó ubicación de cultivos transgénicos de Monsanto

Santiago, 6 de diciembre de 2011. En respuesta a la carta enviada al Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, por María Elena Rozas, coordinadora nacional de la Red de Acción en Plaguicidas de Chile demandando transparentar la ubicación de los cultivos transgénicos de Monsanto, esta organización recibió finalmente con fecha 29 de noviembre de 2011, el listado de cultivos de maíz y soya transgénicos de esa empresa en la Región de O’Higgins, correspondientes a la temporada 2008/2009. SAG se vio forzado a cumplir la decisión de amparo del Consejo para la Transparencia en lo relativo a Monsanto, debido a que esta transnacional agroquímica, productora de la mayor cantidad de transgénicos en el país, se desistió el 16 de noviembre de este año del recurso de ilegalidad planteado contra el Consejo en la causa civil N° 3496. Sin embargo está pendiente aun el fallo de la Corte de Apelaciones sobre el recurso presentado por 25 socios menores de Monsanto, y otros productores que también pretenden mantener el secreto.

Todo comenzó en junio de 2009 con la demanda por derecho a saber la ubicación de los cultivos transgénicos planteada por María Elena Rozas, a nombre de la Alianza por una Mejor Calidad de Vida/RAP-Chile. El año 2010 el Consejo para la Transparencia, entonces encabezado por Raúl Urrutia había acogido favorablemente esa demanda en la decisión N°A59-09, ordenando al SAG entregar la información. Pero Monsanto y el resto de los productores de transgénicos apelaron de esa decisión.

María Elena Rozas declaró: “Aunque la información a la que accedimos ahora sólo se refiere a los cultivos de Monsanto de dos años atrás, es un punto de partida importante para los apicultores y productor@s orgánicos y convencionales, que estarán así en condiciones de evaluar los posibles efectos de contaminación originados por los transgénicos. Al mismo tiempo, el SAG estará obligado a entregar la información sobre la ubicación de cualquier cultivo transgénico de Monsanto a quienes lo soliciten responsablemente y en forma oficial.”

Por más de dos décadas, apicultores y productores agrícolas orgánicos y convencionales han estado en riesgo permanente sin que existiera información oficial disponible al respecto ni posibilidad alguna de reaccionar frente a posibles daños. También los grupos de interés de la sociedad civil organizada estaban impedidos de hacer una fiscalización ciudadana respecto de la posible contaminación de cultivos orgánicos y tradicionales. “Nuestro interés como organización, es la defensa del acceso a información relevante para el resguardo de la biodiversidad y la salud”, agregó María Elena Rozas.

SAG y el Ministerio de Agricultura actúan sólo en forma reactiva. Anunciaron recientemente un sistema de georeferenciación que deja en desmedro los intereses de la agricultura orgánica, convencional y la apicultura, a pesar de que estos productores representan la mayor superficie sembrada y parte importante de las actividades agrícolas, incluyendo la agroexportación. Los productores no transgénicos deben ahora reordenar su actividad de acuerdo a la conveniencia de un puñado de transnacionales productoras de transgénicos. El complejo sistema de información geográfica implementado por SAG ignora la realidad de miles de pequeños apicultores campesinos e indígenas dispersos por el país que son la mayoría pero que no forman parte de asociaciones gremiales y desarrollan su actividad en forma independiente. Son estos productores los que proveen a las ferias libres y al mercado interno.

Ahora es el turno de la Corte de Apelaciones respecto de la emisión del fallo que defienda la transparencia en Chile, negando las pretensiones de Erik von Baer que encabeza un negocio familiar del que es parte la senadora designada Ena Von Baer. Defienden aun el secreto 25 socios menores de Monsanto, entre los que están Massai, Hytech, GreenSeed y Curimapu Export además de la dinastía de La Designada. Ellos acompañaron originalmente a la transnacional agroquímica en su recurso de ilegalidad ante ese tribunal debido a que parte importante de las semillas utilizadas por ellos son de Monsanto y su producción de transgénicos es vendida mayormente a esta misma transnacional. El fin del secreto y el inicio del control social sobre los transgénicos permitirán enfrentar de mejor manera el objetivo del gobierno del Presidente Piñera de extender estos cultivos al mercado interno, expresado en proyectos de ley radicados en el Senado y cruzados por conflictos de interés, y millones de pesos invertidos en el lobby desatado para influir en políticas públicas.

Red de Acción en Plaguicidas Chile (RAP-Chile) / 6997375 (mañanas)

María Elena Rozas - Lucía Sepúlveda Fonos 09-0023729/ 09-8858227

www.rap-al.org / www.rap-chile.com

Red de Acción en Plaguicidas de Chile (RAP-Chile)

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Ecos de Durban

DÍA DE ACCIÓN GLOBAL EN DURBAN: EXIGEN SOLUCIONES VERDADERAS A LA CRISIS CLIMÁTICA

5 de diciembre 2011

Durban, Sudáfrica, 3 de diciembre.- Este es el país de Nelson Mandela y del Mundial de la FIFA 2010. También el de Miriam Makeba y del grupo de voces y percusiones que acompañaron a Paul Simon en su clásico álbum Graceland.

Desde el 28 de noviembre es también el país de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP17) y del Espacio de la Gente que congrega a un conjunto diverso de organizaciones sudafricanas y de todos los continentes que han venido a esta ciudad a mostrar sus desacuerdos con el panel intergubernamental de la ONU.

Hoy, alrededor de 10 mil personas (la policía estimó la participación de 6 mil 500) integraron la marcha del Día de Acción Global realizada en esta ciudad y fundieron sus voces y cadencias para demandar soluciones verdaderas a la crisis del clima.

El contingente partió de las inmediaciones de la Universidad Kwazulu Natal, institución que en el campus del Howard Davis College alberga a las organizaciones que acusan a los gobiernos aquí representados de no atender la catástrofe humanitaria en curso ocasionada por el calentamiento global. Catherine Zavala considera que la COP17 se desarrolla en una burbuja, sosteniendo un discurso que no está basado en la realidad y que por lo tanto no produce soluciones y sólo favorece al pequeño grupo que tiene el control de las finanzas mundiales. “En cambio, la agroecología practicada por muchos campesinos en el planeta es una verdadera solución porque es el único modelo de producción de alimentos que puede remediar la crisis climática y garantizar comida para toda la población actual y futura”, afirma.

Ella es integrante de la organización Intercambio para el Desarrollo Internacional con sede en San Francisco, California que apoya financieramente a grupos de base y productores en varios países africanos. Por ejemplo, el South Durban Community Environmental Alliance, uno de los principales organizadores de esta marcha. Y un interesante grupo llamado Women’s Net integrado por mujeres que entrenan a periodistas para que incluyan la perspectiva de género en la información sobre crisis climática.

Este fenómeno producido por la emisión excesiva de gases de efecto invernadero está causando estragos terribles en el mundo. Por ejemplo, en el país de donde ha venido Regina Mazivanhanga, delegada de la Unión de Agricultores de Zimbabue, los ecosistemas están muy dañados y el calendario de lluvias se ha movido, lo cual afecta gravemente los cultivos, según ella afirma.

Nomacebo Mbayo Cape, una joven integrante de la Asociación de Recicladores de Sudáfrica, llama la atención sobre la gravedad del problema y asegura que además de las prácticas agrícolas responsables con el medio ambiente, la separación de residuos desde los hogares y el reciclaje de materiales en todas las áreas deben formar parte de la estrategia para reducir las emisiones de carbono.

Para Tseliso Tsoey, del Lesotho Conncil Organizations la marcha fue muy exitosa por la asistencia lograda, por lo atractivo y alegre de sus contingentes y por la claridad de las demandas y mensajes. La sociedad civil se ha pronunciado nítidamente por que los gobiernos de los países industrializados se comprometan efectivamente a reducir sus emisiones a la atmósfera, dijo.

Alberto Gómez Flores, de la UNORCA, organización que representa a la Vía Campesina en México, dijo que este movimiento internacional de productores rurales marchó hoy aquí para manifestarse contra el mercado de carbono de REDD+ y la mercantilización de la naturaleza. El co-coordinador de La Vía Campesina América del Norte demandó que los acuerdos de Cochabamba tengan impacto en los espacios de negociación oficial de la COP17.

La Vía Campesina está aquí representada por una delegación de Mozambique de 30 personas; 15 de Zimbabue —incluido un grupo de teatro campesino—, y la delegación más grande, la del país anfitrión, compuesta por dos movimientos: Los Sin Tierra de Sudáfrica y quienes integran la campaña llamada Reforma Agraria por la Soberanía Alimentaria. Más algunos grupos de países africanos como Tanzania, y del resto del mundo. La Vía sostiene que la producción campesina agroecológica y la soberanía alimentaria son las verdaderas soluciones contra la crisis del clima.

Afirma que seguirá trabajando por fijar el carbono en el suelo y los árboles, promoviendo la forestación, la agroecología, el ahorro y conservación de energía y la lucha contra las concesiones a la industria minera y las plantaciones.

El organismo internacional anunció que enfocará sus energías hacia el 5 de diciembre, Día de la Soberanía Alimentaria, cuando llevará a cabo una movilización (con una probable visita a Monsanto) y concentración denominada Asamblea de los Oprimidos con la que intentará una articulación de movimientos para luchas futuras en África. El contingente está hospedado en la ciudad y cuenta con una carpa en el Espacio de la Gente, donde realiza actividades diariamente. Hoy las pañoletas y gorras verdes de La Vía Campesina participaron de la fusión de elementos en la marcha cuyo ritmo seguramente habría envidiado el músico más innovador.

Alfredo Acedo Minga

Informativa de Movimientos Sociales

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Noticias: Chile

PIÑERA SUSCRIBE ALIANZA CHILE-MASSACHUSETTS PARA FORTALECER EDUCACIÓN, ENERGÍA Y BIOTECNOLOGÍA

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, suscribió un Memorándum de Entendimiento con el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, en el que se establece una Alianza Chile-Massachusetts, en materia de Educación, Energía y Biotecnología.

Durante su visita de trabajo a Estados Unidos en septiembre, Piñera sostuvo una reunión con el gobernador Patrick para ampliar la cooperación bilateral entre instituciones, universidades y centros de investigación públicos y privados. Con el fin de avanzar en estos ámbitos, ha habido reuniones de trabajo entre las contrapartes chilenas (Mineduc, Ministerio de Energía y Conicyt), y la delegación de Massachusetts compuesta por los CEO del Massachusetts Clean Energy Center y del Technology Collaborative, y los presidentes de la University of Massachusetts y del Life Sciences Center, entre otros.

El texto suscrito oficializa las acciones e iniciativas de cooperación que incluye a la biotecnología de los alimentos y médica. Se fomentarán asociaciones a nivel académico entre instituciones educativas y centros de investigación, promoviendo el desarrollo de redes humanas e institucionales que incluyan a estudiantes de pre y posgrado, profesores, investigadores y programas de becas. Asimismo, se estimularán las actividades a nivel empresarial entre entidades privadas, tales como el Consejo Empresarial Chileno-Estadounidense sobre Energía, y ONG’s.

Fuente: Ver aquí

Fuente: Boletín N° 453 de la RALLT

Temas: Crisis climática, Transgénicos

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