Fumigaciones con agrotóxicos en Paraguay. Boletín 633 de la RALLT

Idioma Español
País Paraguay

Familias campesinas de Ytororó se organizan para luchar contra fumigaciones con agrotóxicos. / En Itarkyry, sojeros fumigan sobre poblaciones y perjudican plantación de yerba mate nativa.

RED POR UNA AMÉRICA LATINA LIBRE DE TRANSGÉNICOS

 

BOLETÍN 633

 

NOTICIAS DESDE PARAGUAY

 

Contenido:

 

FAMILIAS CAMPESINAS DE YTORORÓ SE ORGANIZAN PARA LUCHAR CONTRA FUMIGACIONES CON AGROTÓXICOS

 

PARAGUAY: EN ITAKYRY, SOJEROS FUMIGAN SOBRE POBLACIONES Y PERJUDICAN PLANTACIÓN DE YERBA MATE NATIVA

 

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FAMILIAS CAMPESINAS DE YTORORÓ SE ORGANIZAN PARA LUCHAR CONTRA FUMIGACIONES CON AGROTÓXICOS

 

Conamuri

 

La Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri se dirige a la opinión pública nacional e internacional para manifestar cuanto sigue:

 

DENUNCIAMOS que en la localidad de Ytororó –distrito de Itakyry, departamento de Alto Paraná–, un colono brasileño de nombre Wilmar Dos Santos, productor de soja, está cultivando en tierras alquiladas donde utiliza indiscriminadamente agrotóxicos muy potentes sin respetar normativas ambientales que protegen la vida humana y la biodiversidad.

 

Tras estas acciones atentatorias, varias parcelas de cultivos de yerba mate nativa, pertenecientes a 10 familias practicantes de la agricultura campesina, han sido totalmente destruidas por causa de las fumigaciones tóxicas, con riesgo de que las futuras cosechas también se vean alteradas.

 

Se trata de plantas de yerba mate en estado silvestre, que han sido cuidadas y reproducidas por las familias de Ytororó desde hace más de 40 años y cuya cosecha de este año está, definitivamente, arruinada, lo que significa una pérdida millonaria para las agricultoras y los agricultores campesinos que viven de este rubro.

 

Los vecinos afectados, reunidos en una comisión recientemente conformada, radicaron la denuncia correspondiente ante la Regional de Alto Paraná del Senave, el 13 de octubre pasado. En la misma se detallan otros daños y perjuicios no menos graves ocasionados por el ciudadano extranjero, como por ejemplo:

 

- Los cultivos bordean, casi hasta arrinconarla, la Escuela N° 3506 “Gral. Patricio Escobar”, donde asisten niños y niñas hasta el 6° grado; lo mismo ocurre con una capilla, que es lugar frecuente de encuentro comunitario.

 

- Una niña de 12 años, alumna de la escuelita, falleció hace unos meses con síntomas razonablemente sospechosos de haber sido provocados por la exposición directa a los agroquímicos del sojal. Igualmente toda su familia se vio afectada; el Sr. Marcelino Verón informó que otra de sus hijas menores de edad estuvo internada varios días en el hospital con el mismo cuadro que el de aquella de 12 años, con peor destino.

 

- Animales menores de crianza doméstica y animalitos silvestres aparecen a diario muertos irremediablemente después de realizadas las fumigaciones.

 

EXIGIMOS a las instituciones del Estado: el Senave (Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas), la Seam (Secretaría del Ambiente), el Ministerio de Salud y la Fiscalía de Delitos Ambientales, acercarse a la localidad mencionada para constatar la gravedad de la situación y las faltas a las disposiciones ambientales existentes.

 

Se encontrarán con que el cultivo de soja en el terreno alquilado por Wilmar Dos Santos está pegado al camino vecinal, bordeando la precaria escuelita pública; se encontrarán, así también, y si tomaren muestras para analizar científicamente, con que los yerbales nativos fueron impactados negativamente por las pulverizaciones, con que el agua de los otrora arroyos cristalinos que corren en la zona está contaminada. Y lo peor, verán, tras exámenes médicos practicados sobre los pobladores, especialmente la familia Verón Centurión –que ha perdido a la hija mayor de 12 años– cómo las fumigaciones indiscriminadas con agrotóxicos dañan la salud y el bienestar de la comunidad.

 

El Estado paraguayo debe velar por el buen vivir de las poblaciones, sobre todo, de las más vulnerables; su responsabilidad es lograr que vivan en un ambiente saludable.APELAMOS, por ende, a que las instituciones públicas intervengan para exigir al ciudadano Wilmar Dos Santos a que se retire de nuestro país, porque este sí está supuestamente cometiendo delitos graves, no como últimamente se está queriendo proceder con ciudadanos extranjeros criminalizados por su participación en movilizaciones de amplias reivindicaciones sociales.

 

NOS SOLIDARIZAMOS con las familias que ven impotentes cómo se destruye el hábitat que les rodea, cómo sus territorios son avasallados por el agronegocio asesino y nos comprometemos con ellas como organización de mujeres campesinas e indígenas a emprender juntas el camino de sus demandas.

 

EXHORTAMOS a las organizaciones campesinas e indígenas, a las ambientalistas y de derechos humanos a hacer un seguimiento permanente de este caso y acompañar la lucha emprendida por la Comisión Vecinal de Ytororó, distrito de Itakyry, que desde la deforestación sufrida hace unos diez años, cuando se empezaron a preparar los terrenos aledaños para el cultivo transgénico, no puede llevar una vida de tranquilidad y de desarrollo sustentable válido.

 

¡Basta de crímenes del modelo agroexportador en Paraguay!

 

¡Justicia para los afectados, respeto al tekoha!

 

¡Por el derecho a vivir en un ambiente saludable!

 

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PARAGUAY: EN ITAKYRY, SOJEROS FUMIGAN SOBRE POBLACIONES Y PERJUDICAN PLANTACIÓN DE YERBA MATE NATIVA

 

Asunción, 26 de octubre de 2015

 

CONAMURI

 

La localidad de Ytororó, en el distrito de Itakyry, está rodeada completamente por unas 1.000 hectáreas de tierras alquiladas a un colono brasileño de nombre Wilmar Dos Santos, quien es productor de soja transgénica y vive en un poblado aledaño.

 

Los hechos manifiestan que el pasado 15 de octubre, la señora Ramona Sánchez de Romero fue a inspeccionar las plantaciones de yerba mate nativa y silvestre que cultivan y protegen los pobladores de esa zona desde hace cuatro décadas, y que se encontró con que todas las parcelas estaban arruinadas, con las hojas quemadas.

 

Obligados a vivir inmersos en el sojal, y siendo practicantes de la agricultura campesina en resistencia ante el avance del agronegocio en la región, las 10 familias afectadas por estos perjuicios radicaron la denuncia en la filial del Senave (Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas) y en la de la Seam (Secretaría del Ambiente), en el departamento de Alto Paraná.

 

“Este señor Wilmar Dos Santos utiliza agrotóxicos violando todas las leyes ambientales e incumple las exigencias mínimas para este tipo de cultivo”, al decir de Mirta Romero, hija de la afectada. “También fueron destruidas especies de animales y vegetales y contaminados los recursos hídricos”, expone al detallar la denuncia.

 

Sin barreras de protección, sin curvas de nivel, sin respetar las condiciones climáticas desfavorables, las fumigaciones se realizan impunemente y registrando graves consecuencias para los bienes naturales y los asentamientos humanos que bordean los cultivos transgénicos.

 

Yerba mate en estado silvestre

 

Belén Romero, integrante de la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri, lamentó esta situación y la calificó de criminal: “Mi familia es de las pocas que decidieron quedarse en estas tierras para proteger la planta de yerba mate nativa en su estado silvestre, que además es rentable para nosotras porque de esto vivimos; en nuestra casa tenemos cultivos de autoconsumo para alimentarnos, pero la yerba bien cosechada nos genera rubro para vivir”. Belén cuenta que hace 40 años sus padres y otras familias llegaron a ese lugar y se dedicaron a explotar racionalmente los yerbales silvestres.

 

Sobre las fumigaciones, la joven alega que son frecuentes en el terreno que linda con la propiedad colectiva, pero que es la primera vez que ocasionan un perjuicio tan visible: “Antes notábamos pequeñas variaciones en el color de las hojas, por ejemplo, pero esta vez da a entender que el tractor fumigador arrojó directamente el veneno sobre las plantas de yerba o que fumigaron en un momento de mucha humedad o viento fuerte. No creo que vayamos a tener una buena cosecha este año”.

 

Escuelita inserta en el desierto verde y probable muerte de una niña por agrotóxicos

 

La Escuela N° 3506 "Gral. Patricio Escobar" cuenta con dos pequeñas aulas y da clases hasta el 6° grado; esta escuelita es el cuadro más terrible de todo este escenario, ya que se encuentra atrapada por los cultivos transgénicos y no hay forma de escapar a la contaminación. “Los niños juegan en el patio durante el recreo mientras al lado se está echando veneno”, reclamó Belén.

 

Hace dos meses, aproximadamente, falleció en la zona una niña de 12 años, perteneciente a la familia Verón Centurión, quien era estudiante de esa institución; un día se enfermó de fuertes dolores, diarrea y vómito de sangre y al día siguiente ocurrió su deceso. El diagnóstico médico fue H1N1, pero en el certificado de defunción figura que fue víctima de neumonía.

 

La madre de la menor sospecha que su muerte se debió a las fumigaciones con agrotóxicos, y le llama la atención que los médicos hayan recomendado su inmediato entierro “para evitar contaminación”.

 

Toda la familia se quedó también con síntomas después del paso del tractor fumigador por su vivienda y la escuelita, en total son 6 hijos sobrevivientes; otra niña de la misma casa, de 10 años, quedó internada varios días; cuando salió del hospital se enteró de que su hermana mayor estaba muerta.

 

Otra parte de la denuncia da cuenta de la contaminación gradual sufrida por los dos cauces hídricos que se encuentran en los alrededores del pueblo y la deforestación con la que se introdujo este modelo de producción, lo que terminó impactando negativamente sobre la vida de las personas y la naturaleza.

 

Fuente: CONAMURI

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Fuente: RALLT

Temas: Agrotóxicos

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