Impactos de las nuevas biotecnologías en la salud. Boletín N° 150 de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos

Idioma Español

Entre el 17 y 22 de julio tuvo lugar en la ciudad de Cuenca – Ecuador, la II Asamblea Mundial de los Pueblos, que contó con la presencia de más de 1500 delegados de todo el mundo. La mayor parte de asistentes son trabajadores en el área de cuidado primario de salud, muchos de los cuales trabajan a un nivel muy local, pero también participaron organizaciones especializadas en salud pública y que trabajan a nivel nacional e internacional. Entre los muchos eventos, hubo un taller sobre los impactos de las nuevas biotecnologías en la salud

RED POR UNA AMERICA LATINA LIBRE DE TRANSGENICOS
BOLETIN 150

Querid@s s@gima

A continuación comparto con ustedes dos artículos relacionados con este tema

COORDINACION
RALLT

CONTENIDO

1. Salud, Derechos Humanos y cultivos transgénicos. Mae Wan Ho
2. OGMs y Salud Humana. Suman Sahai

Salud, Derechos Humanos y cultivos transgénicos

En 1978 los gobiernos del mundo reunidos bajo la tutela de la Organización Mundial de la Salud firmaron la Declaración de Alma Ata prometiendo “Salud para todos hasta el 2000”. Pero esta promesa nunca fue tomada en serio y fue postergada en las discusiones posteriores sobre políticas de salud.

En Diciembre de 2000, 1453 delegados de 75 países representando a los movimientos sociales y otras organizaciones no gubernamentales de todo el mundo se reunieron en Savar, Bangladesh para la primera Asamblea Mundial por la Salud de los Pueblos para reiterar la misión de “Salud para Todos”, declarando a la salud como un derecho humano básico, incluendo las condiciones ambientales, sociales y económicas que garanticen la salud. La Asamblea documentó los impactos adversos de los programas de Ajuste Estructural (PAEs) sobre la salud de las personas y condenaron a las instituciones financieras internacionales – el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio – por impulsar los PAEs, a los gobiernos por imponer sus políticas sobre los pueblos y a las corporaciones transnacionales por anteponer el lucro por encima de la gente.

El objetivo de los PAEs es ayudar a las naciones pobres endeudadas a restaurar su balance de pagos, reducir la inflación y crear las condiciones para un “crecimiento sustentable”. Las medidas típicas incluyen devaluación de las monedas locales, recorte de gastos en el sector público, privatización de los servicios públicos, eliminación de subsidios y liberalización comercial (eliminación de barreras al comercio, finanzas y consecución). En la práctica, los PAEs han privado a la gente pobre de atención primaria de la salud, educación y otros servicios esenciales y han dejado en los países pobres el camino abierto a la explotación económica, especialmente a través de las corporaciones transnacionales – establecidas en los países ricos en el Norte y operando en el Sur – las cuales apenas han respetado la salud humana o el medio ambiente. Como resultado, la salud de los pueblos ha empeorado a medida que el medio ambiente ha sido destruido aceleradamente y los países pobres se han empobrecido y se han endeudado más.

La Asamblea por la Salud de los Pueblos se reunió por segunda vez en julio de este año en Cuenca, Ecuador, cuando la “Salud para todos” parece ser más remota que en el 2000. Sin embargo, 1300 delegados de 80 países vinieron a reafirmar la visión de Alma Ata en medio del deterioro de las condiciones de salud de la mayoría de la población mundial, el cual es producto inequívocamante de las “políticas neoliberales que transfieren las riquezas del Sur al Norte, de los pobres a los ricos y del sector público al privado.”

Los delegados unánimemente se opusieron a firmar los Tratados de Libre Comercio impuestos por el gobierno de los Estados Unidos y las instituciones financieras internacionales los cuales solo empeorarán la salud de la gente.

Al ser invitada para hablar sobre los Organismos Genéticamente Modificado (OGMs), expliqué a la Asamblea el por qué los alimentos transgénicos son inseguros. La modificación genética va en contra de la esencia de la nueva ciencia genética. También hablé sobre todas las mentiras y medias verdades afirmadas por algunos científicos que dicen que la modificación genética es perfectamente segura y precisa; y que ésta hace ambientalmente amigables a los cultivos transgénicos al mejorar la producción, reducir el uso de pesticidas, mejorar la nutrición, etc.

Entre las condiciones más importantes para la salud es el derecho a la alimentación y a una nutrición adecuada. El Consejo de los Pueblos para la Salud hace un llamado a los gobiernos a implementar políticas agrícolas que satisfagan las necesidades de la gente y no las demandas del mercado, de manera que garanticen la seguridad alimentaria y el acceso equitativo a los alimentos. Los cultivos transgénicos no garantizan ni la seguridad alimentaria ni el acceso equitativo a la comida.

De hecho, los cultivos transgénicos usurpan el derecho de la gente a los alimentos al imponer pago por licencias sobre semillas patentadas y al evitar que los campesinos guarden e intercambien las semillas, una práctica desarrollada por miles de años. Los cultivos transgénicos son monocultivos industriales, lo que es todavía peor. Ellos son genéticamente más uniformes que los monocultivos convencionales y, por lo tanto, sin más propensos a plagas y enfermedades. Dependen más de insumos externos, particularmente pesticidas; y según los últimos informes de agricultores de todo el mundo, los cultivos transgénicos requieren más agua y son menos tolerantes a las sequías.

Los delegados estaban en lo correcto al creer que los Tratados de Libre comercio significarán importaciones forzosas de semillas y alimentos transgénicos a América Latina, especialmente como “ayuda alimentaria”. Las exportaciones agrícolas estadounidenses están valoradas en más de US$ 50 billones de dólares al año y el rechazo de alimentos GM en todo el mundo está golpeando sus exportaciones.

Guerra entre los derechos mundiales a la alimentación y los cultivos GM

Una Guerra contra los derechos a la alimentación ha sido desencadenada por las grandes agroempresas de cultivos GM – apoyadas por EEUU y los gobiernos simpatizantes de este país (incluyendo la administración de Blair) – en contra del resto del mundo; y está tomando espacio en todos los niveles desde el ámbito internacional hasta las comunidades locales.

El gobierno norteamericano ha demandado a la Unión Europea (UE) en la Organización Mundial del Comercio (OMC) por restringir la importación de OGMs, y quiere que la OMC se sobreponga al Protocolo de Bioseguridad de Cartagena – el cual otorga a los estados el derecho a regular y rechazar los Ogms – para presionar la entrada de transgénicos en nombre del libre comercio. La Comisión Europea respondió a la OMC instando a los países europeos a levantar sus restricciones a los OGMs. Pero los estados miembros de la UE se han mantenido firmes con una clara mayoría que votó en junio a favor de mantener las restricciones nacionales existentes.

La administración estadounidense está promocionando los OGMs a través de canales oficiales como no oficiales. En julio el Primer Ministro Hindú Manmohan Singh anunció una “segunda generación de colaboración entre EEUU y la India en materia agrícuola”. Esto fue después de que el algodón Bt de Monsanto fracasó, tal como fue reportardo por científicos independientes y del gobierno. La subsidiaria hindú Monsanto – Mahyco promocionó con bombos y platillos las semillas del algodón transgénico, incluso lanzando una estrella Bollywood y enviando a bailarinas en tours promocionales por las comunidades de Punjabi.

Los cultivos transgénicos también son promocionados agresivamente en Africa. A inicios de julio un equipo de “científicos alimentarios internacionales” afirmó que “las trabas regulatorias están evitando que los campesinos africanos se beneficien de los alimentos transgénicos”, pero a pesar de esto los agricultores “están adoptando esta tecnología rápidamente”. El vocero de este equipo, Joel Cohen del Instituto Internacional para la Investigación de Políticas Alimentarias, trabajaba anteriormente para USAID y colaboró con Monsanto y así financiar a Florence Wambugu para que lidere el proyecto de la papa dulce transgénica en Kenia, logrando enorme interés por los cultivos transgénicos, a pesar de que el proyecto demostró ser luego un gran fracaso a un costo de millones de dólares. Florence Wambugu es nombrada regularmente en las revistas científicas más prestigiosas incluyendo Nature como una de las científicas que habla en representación de Africa y a favor de los cultivos transgénicos, a pesar de haber sido cuestionada por colegas científicos africanos en varias ocasiones.

Mientras tanto, la Fundación Bill y Melinda Gates entregó US$ 3.3 millones de dólares al Centro de Ciencia Vegetal Donald Danforth, respaldado por Monsanto, en Ohio para producir yuca transgénica; y $16.9 millones al consorcio africano Wambugu para modificar genéticamente al sorgo, también a través de una compañía estadounidense, Pioner Hi-Bred, un subsidiaria de DuPont establecida en Des Moines, Iowa.

Dentro de Estados Unidos, se han aprobado medidas represivas en al menos 10 estados para bloquear a las comunidades locales y regiones en su intento de declararse libres de transgénicos. Éstas han sido identificadas como organizaciones de base que se han levantado en contra de los cultivos transgénico y que han ido ganando aceptación en el último año.

Un mundo sustentable es posible

El Dr. Tewolde Berhan Gebre Egziabher, Ministro del Ambiente de Etiopía, apoyó la primera acción pública en contra de los OGMs comerciales en Alemania con la siguiente declaración:

“Los gobiernos mal informados y los funcionarios corruptos en todo el mundo son el principal obstáculo para discutir objetivamente las verdaderos problemas del abastecimiento mundial de alimentos. Las fuerzas demoledoras del libre mercado, que en la era de la globalización están tomando un aspecto cínico e inhumano, privan a los más pobres de los pobres de cualquier intento por sobrevivir.”

Alan Simpson, miembro del Parlamento Británico, declaró de manera similar en Londres en nuestra Conferencia Internacional para un Mundo Sustentable que “la irreverencia, la rebeldía y la violación de las normas son necesarias para tomar conciencia sobre la profundización de la inseguridad alimentaria, del acceso al agua y a la energía.”
La adopción de transgénicos, en un contexto en el que el petróleo y el agua se están agotando y el calentamiento global y los monocultivos industriales dan señales de colapsar, es un crimen contra la humanidad y nuestro planeta, especialmente cuando tenemos el conocimiento a nuestra disposición de construir un mundo verdaderamente sustentable y equitativo.

Fuente: http://www.i-sis.org.uk/isisnews.php

OGMs y Salud Humana

La Dra. Mae-Wan Ho en la Asamblea por la Salud de los Pueblos declaró que los Organismos Genéticamente Modificados son perjudiciales para la salud y van en contra de la esencia de la nueva ciencia genética

Un OGM o organismo genéticamente modificado es aquel cuyo material genético natural ha sido modificado con material genético sintético dentro de él. Esta es la manera en cómo se obtienen cultivos transgénicos para la alimentación de seres humanos y animales, para fibras y para un sinnúmero de medicamentos y productos industriales en su última presentación, si es que nosotros no hacemos algo para detenerlos.

Quizás alguno de ustedes haya escuchado el mantra de algunos científicos de que los alimentos transgénicos son sanos porque la tecnología es bien precisa y maravillosa y la regulación es la más estricta del mundo; tal vez han escuchado de que los OGM son buenos para biodiversidad, aumentan la producción, reducen el uso de pesticidas, etc. Todas las afirmaciones son falsas gracias a investigaciones realizadas por el Departamento de Agricultura de EEUU y por científicos independientes.

La Organización Mundial de la Salud recientemente publicó un informe, Biotecnología Moderna de Alimentos, Salud Humana y Desarrollo: evidencia de un estudio de caso (23 de Junio de 2005) el cual afirma que a pesar de todos los riesgos potenciales relacionados con el uso de OGMs, los cultivos transgénicos producidos en la actualidad probablemente no presenten riesgos a la salud.

Sin embargo, han surgido una serie de incidentes indicando que los alimentos transgénicos están muy lejos de ser seguros. Existen estudios realizados por compañías biotecnológicas que producen cultivos GM, que han permanecido en secreto como información comercial confidencial.

-Anormalidades en riñones y sangre de ratas alimentadas con el maíz transgénico de Monsanto (dossier secreto de Monsanto)
-Los pobladores del sur de Filipinas sufrieron misteriosamente dolencias cuando otro maíz GM se mezcló en la harina en una campo adyacente durante dos años. Se encontraron anticuerpos contra la proteína Bt insertada en el maíz transgénico.
-Una docena de vacas murieron luego de haber ingerido un maíz transgénico desarrollado por Syngenta, y otras de ese mismo ganado tuvieron que ser sacrificadas debido a enfermedades misteriosas. No se hicieron autopsias y por eso Greenpeace y varios campesinos protestaron frente al Instituto Robert Koch.
-El famoso científico Arpad Pusztai y sus colegas en Escocia encontraron que ratas jóvenes alimentadas con papas transgénicas terminaron con lesiones en cada órgano de su sistema; lo más dramático fue el aumento en el grosor del estómago dos veces más que en las pruebas de control. Científicos en Egipto encontraron efectos similares en ratones alimentados con papas GM con otro gen.
-La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU tenía datos tomados a principios de los 90s sobre el desarrollo de pequeños agujeros en el estómago de ratas alimentadas con tomates transgénicos.

Para acortar esta larga historia, especies diferentes de alimentos y cultivos transgénicos afectaron adversamente a varias especies de animales. No se necesita ser un genio científico para ver que debe haber algo en el proceso de ingeniería genética que es peligroso.

¿Entonces qué está mal con los OGMs?

Primero, nuevos genes y combinaciones de genes producidos en el laboratorio, los cuales nunca existieron en billones de años de evolución, han sido introducidos en nuestra cadena alimenticia. Alergias y otras intoxicaciones han sido ya registradas. En efecto, 22 de 33 proteínas incorporadas a los cultivos GM eran similares a alergenos por lo que se podría sospechar la aparición de alergias.

El material genético sintético es introducido en las células de los organismos con métodos invasivos que son incontrolables, variables e impredecibles, y lejos de ser precisos. Éste termina dañando el material genético natural del organismo con efectos impredecibles incluyendo anormalidades espantosas y cambios metabólicos que podrían ser tóxicos y que no se pueden ver.

La mayoría de genes sintéticos son copias de los procedentes de bacterias y virus que causan enfermedades. También tienen marcadores de genes resistentes a antibióticos que ayudan a marcar el movimiento de las inserciones de genes extraños y seleccionan las células precisas a donde deben insertarse los genes.

Justo en sus inicios a mediados de la década de los 70s, los genetistas ya estaban preocupados por la liberación de material genético sintético pues había el riesgo de crear nuevos virus y bacterias causantes de enfermedades, y por diseminar la resistencia a los antibióticos haciendo intratables a las infecciones. Como resultado de la Declaración de Asilomar, se impuso una moratoria. Desafortunadamente, la moratoria duró poco a medida que los genetistas estaban apurados por la explotación comercial de la ingeniería genética.

Los peligros surgen cuando el material genético persiste incluso después de la muerte de las células o del organismo, y puede ser tomado por una bacteria o virus que se encuentran por doquier en el medio ambiente. Este proceso – llamada transferencia horizontal de genes y recombinación – es la principal ruta para crear patógenos peligrosos.

La ingeniería genética no representaría un peligro si no fuera por la transferencia horizontal de genes y la recombinación, y ya han aparecido sorpresas devastadoras.
Investigadores en Australia transformaron “accidentalmente” un viruspox inocuo de ratón en un patógeno letal que mató a todos los ratones, incluso a aquellos que supuestamente eran resistentes al virus. Los titulares del editorial del New Scientist decían: “La genética está fuera, la biotecnología ha creado una terrible sorpresa. La próxima vez podría ser catastrófico.”

El artículo continuaba sugiriendo en el mismo sentido: “Desastre en proceso. Un virus de ratón genéticamente modificado nos deja a un paso de tener la última arma biológica.”

Los investigadores insertaron un gen para un molécula marcadora de inmunidad al virus, la cual ellos pensaron podría disparar la producción de anticuerpos; al contrario, suprimió la respuesta inmunológica. Los investigadores habían insertado previamente el mismo gen en un virus para vacunas y encontraron que retardaba la salida del virus en los animales, de manera que podía tener los mismos efectos inmunológicos sorpresivos para todos los virus. Imagínense qué pasaría si este gen entrar en un virus pox pequeño!

Lo más sorprendente fue que científicos de la Universidad de California en Berkeley encontraron que al romper un conjunto de genes causantes de enfermedades en Mycobacterium tuberculosis, la bacteria de la tuberculosis resultó en un mutante hipervirulento que mató a todos los ratones en 41 semanas, mientras que todos los ratones de control expuestos a la bacteria no modificada sobrevivieron.

Pero existe otro riesgo mayor. Los genes sintéticos creados para la modificación genética están diseñados para cruzar la barrera de especies y saltar dentro del material genético natural de las células. Dichas construcciones que saltan dentro del material genético de células humanas pueden generar cáncer. Esto no es una posibilidad teórica. Ya ha sucedido en la terapia genética, que es la modificación genética de las células humanas.

En el 2000, los investigadores del Hospital Neckar en Paris, Francia trataron a infantes con Deficiencia Inmunológica Combinada Severa aparentemente con éxito al aislar las células madre de los pacientes aplicando terapia genética y luego inyectando las células modificadas en los pacientes. Pero desde el 2002, tres infantes han desarrollado leucemia. Un niño murió. Los genes sintéticos ajenos fueron insertados cerca de un gen humano que controla la división celular, sobre-esforzándolo lo que provocó una multiplicación incontrolable de glóbulos blancos.

En este documento he nombrado superficialmente algunos de los problemas y peligros de la modificación genética. Y ya podrán ver ustedes que existe una campaña masiva de desinformación y mal información por parte de los defensores de los OGM.

El mayor peligro, yo creo, es el enfoque de los genetistas. La ingeniería genética de plantas y animales comenzó a mediados de los 70s bajo la ilusión de que el material genético es constante y estático y de que las características de los organismos son definidas por sus genes, es decir, un gen determina una característica. Pero los genetistas pronto descubrieron para su sorpresa que el material genético es dinámico y fluido, en el cual la expresión y estructura de los genes están cambiando constantemente bajo la influencia del entorno. Ahora han acuñado el término “genoma fluido” para abarcar este gran cambio paradigmático. El genoma es la totalidad de todo el material genético en un organismo.

Los procesos responsables del genoma fluido son precisamente orquestados por el organismo como una danza de vida necesaria para la supervivencia. En contraste, la ingeniería genética en el laboratorio es cruda, imprecisa e invasiva. Los genes insertados dentro del genoma pueden aterrizar en cualquier lado de cualquier forma y tienden a ser inestables, básicamente porque estos genes no conocen el lenguaje de la danza. Los ingenieros genéticos no han aprendido a bailar con la vida.

Por eso es que docenas de científicos prominentes de siete países se han lanzado como el Panel de Ciencia Independiente para contrarrestar la campaña de desinformación orquestada por científicos pro-transgénicos que promocionan la agenda corporativa. Nosotros tenemos la determinación de reclamar a la ciencia que trabaje por el bienestar colectivo. Nosotros hemos recolectado toda la información en contra de los cultivos GM como también la evidencia sobre el éxito y los beneficios de todas las formas de agricultura no transgénica sustentable. Basándonos en la evidencia, hacemos un llamado a la prohibición de los cultivos transgénicos en el medio ambiente y al apoyo integral de la agricultura sustentable. Espero que la Asamblea apoye esta propuesta.

La OMS apoya a los alimentos transgénicos en su nuevo reporte

El informe recientemente publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) titulado “Biotecnología de Alimentos Moderna, Salud Humana y Desarrollo: Un estudio basado en evidencias” constituye una aceptación a los alimentos transgénicos afirmando ya que “pueden contribuir directamente a mejorar la salud humana”. En sus argumentos, la OMS repite su retórica de cómo los OGMs aumentarán la productividad agrícola, mejorarán los valores nutricionales, elevarán los ingresos, la sustentabilidad de los campos y la seguridad alimentaria. El reporte no detalla cómo se logrará todo esto, a través de qué cultivos o ensayos, ni tampoco se menciona la dicotomía entre estas proyecciones extensivas y la disponibilidad restringida de cultivos transgénicos. Las aseveraciones son simplemente hechas sin ningún análisis. En la página 80 se destina menos de 3 páginas al capítulo sobre el rol de la biotecnología moderna para lograr la seguridad alimentaria.

Con gran preocupación sobre la adhesión hacia los altamente controversiales alimentos GM por parte de este ente de salud de las NNUU, el Dr Suman Sahai de Gene Campaign y el Sr. Bejon Misra del Consejo de Coordinación de los Consumidores dijo que era increíble que el reporte de la OMS no discuta las inquietudes de las organizaciones de la sociedad civil, científicos y consumidores alrededor de todo el mundo, sobre la seguridad de los alimentos GM. En ninguna parte del reporte hay una discusión sobre los datos obtenidos de los estudios científicos conducidos hasta ahora sobre alimentos transgénicos los cuales han demostrado repetidamente afecciones serias a la salud de ratas y otros animales experimentales que fueron alimentados con comida transgénica, por ejemplo, maíz y papas. El daño reportado fue fatal en muchos casos y los animales en experimentación presentaron lesiones graves en órganos como los riñones, hígado y sangre, en conjunto con un colapso del sistema inmunológico.

El Dr. Suman Sahai y el Sr. Bejon Misra señalaron que la India y otros países tienen que rechazar el estudio de la OMS y sumar esfuerzos para resistir la campaña global a favor de los cultivos y alimentos transgénicos liderada por Estados Unidos. Al contrario, los países deben evaluar los numerosos datos científicos disponibles sobre los peligros de los alimentos transgénicos y formular sus propias políticas para asegurar el bienestar de sus campesinos y consumidores.

Ellos presionan al gobierno de la India a parar la importación de los alimentos GM y exigen el etiquetado en el resto de alimentos que son importados, especialmente, de Estados Unidos. Además la liberación de cultivos transgénicos debe ser detenida hasta que se cuente con datos claros de seguridad, generados independientemente, y que estén sujetos a un análisis de riesgo público. Los cultivos GM a la cola en India, tales como col, coliflor, brinjal, papa, tomate y arroz deben ser paralizados hasta que se cuente con un mejor entendimiento de los impactos a la salud de los alimentos transgénicos.

Estudios famosos como aquellos realizados por el Dr. Arpad Pusztai del Instituto Rowett de Edimburgo, sobre las lesiones y el colapso inmunológico causado por las papas transgénicas en ratas, los estudios conducidos en la Universidad de Cornell sobre la mortalidad de las mariposas monarcas alimentadas con polen de maíz transgénico, las lesiones estomacales y la mortalidad de las ratas que fueron alimentadas con tomates Flavr Savr genéticamente modificados, los numerosos reportes sobre lesiones en el estómago de ratas, partos fallidos en las vacas, crecimiento celular excesivo y daño al sistema inmunológico de los animales no son mencionados en el reporte de la OMS. Ni tampoco hay una mención del famoso caso Denko Showa, donde 37 personas murieron y miles fueron lesionadas al ingerir suplementos alimenticios de triptófano genéticamente modificado. La revelación accidental el mes pasado del estudio de Monsanto que demostraba un daño extensivo de órganos en las ratas alimentadas con su propio maíz Bt recalca una vez más que existe una serie de amenazas a la salud asociadas con alimentos transgénicos pero parece que la OMS no está preocupada con el peso de la evidencia científica en contra de los alimentos GM.

El nuevo reporte de la OMS está en la misma línea que la tendencia visible de organizaciones internacionales en EEUU están esforzándose para conseguir la aceptación de la tan controversial tecnología transgénica. Primero el sistema CGIAR (Grupo consultivo sobre investigación agrícola internacional) comenzó a promover los cultivos GM como la solución para mejorar la productividad agrícola y la seguridad alimentaria. ¡Esto fue secundado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, la cual en su reporte anual del 2004 expuso que muchas de las respuestas a la seguridad alimentaria global pueden resolverse con los cultivos GM, y actualmente, el reporte de la OMS declara que los OGMs aumentarán la productividad agrícola, mejorarán los valores nutricionales y elevarán los ingresos, la sustentabilidad de los campos y la seguridad alimentaria!

Gene Campaign y el Consejo de Coordinación de Consumidores afirmaron que es irresponsable y vergonzoso que la principal agencia mundial por la salud haya decidido someterse a la industria biotecnológica y promueva alimentos inseguros. A pesar de la clara evidencia de que existen cambios en el valor nutricional y en las propiedades biológicas e inmunológicas de los alimentos transgénicos tales como maíz, papas y tomates, la OMS ha escogido simplemente ignorar estos datos y adherirse a los alimentos transgénicos.

Fuente:
Dr. Suman Sahai, Mr. Bejon Misra
Este reporte sobre la OMS está disponible aquí.

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