Ingeniería genética y salud. Boletín N° 141

Idioma Español

En este boletín compartimos con ustedes el resumen de dos estudios científicos que dan nuevas evidencias sobre riesgos de la ingeniería genética sobre la salud humana

RED POR UNA AMERICA LATINA LIBRE DE TRANSGENICOS
BOLETIN 141

Estimad@ s@gimas

El primero es un estudio reciente hecho sobre un tipo de virus utilizado como vector vivo para vacunas, y el segundo se refiere a un estudio secreto hecho por Monsanto sobre los impactos que tuvo el maíz MON 863 sobre los órganos internos de ratas.

CONTENIDO

1. Nuevos hallazgos cuestionan la seguridad de utilizar virus vipox como vectores de vacunas gm. TWN
2. Ratas alimentadas con maíz transgénico en Gran Bretaña desarrollaron anormalidades en la sangre y en los riñones. Geoffrey Lean
3. Las ratas de Monsanto. Silvia Ribeiro

COORDINACION
RALLT

NUEVOS HALLAZGOS CUESTIONAN LA SEGURIDAD DE UTILIZAR VIRUS VIPOX COMO VECTORES DE VACUNAS GM

En un reciente estudio publicado en la revista Virus Research (2005) 109: 39-49, Weli, S.C. y sus colaboradores, cuestionan una evaluación previa realizada por un grupo de científicos, sobre el uso del grupo de virus avipox (o pox virus) como vectores de vacunas transgénicos o genéticamente modificados (GM).

Algunos poxvirus son muy atractivos como vectores vivos GM para vacunas en los seres humanos, animales domésticos y salvajes, los cuales son utilizados contra enfermedades contagiosas, cáncer y recientemente contra la fertilidad en animales plagas. Existen más de 100 vacunas de ese tipo en diferentes estados de ensayos clínicos y pruebas de campo al momento.

El uso de avipoxvirus como vectores de vacunas transgénicos son muy recomendados como alternativas seguras con un potencial de eficacia elevado. Los avipoxvirus han sido seleccionados porque tienen un genoma muy largo que permite la inserción de muchos genes externos y tienen un área de alojamiento muy restringida. En particular, el área de alojamiento restringido de los avipoxvirus los transforma en los virus pox más atractivos para el uso de vacunas recombinantes en los seres humanos.

Hasta la fecha, se conoce de la morfogénesis (desarrollo de la forma y estructura como resultado del crecimiento y diferenciación de las células) de los avipoxvirus en las células de mamíferos. Un número limitado de avipoxvirus (poxvirus del ave de corral, pox del canario, pox de la paloma y pox del pingüino) han sido investigados en infecciones de un número pequeño de mamíferos y líneas celulares de origen mamífero.

Ni siquiera han sido examinadas extensivamente las probabilidades de recombinación entre vectores avipox GM y especies de avipoxvirus que ocurren naturalmente. Es más, el conocimiento sobre el número de especies, cepas y variedades que existen entre el género Avipoxvirus es limitado.

A pesar de que todas estas preguntas no han sido respondidas, el punto de vista prevaleciente y el argumento de bioseguridad para el uso de avipoxvirus como vectores GM de vacunas es que los avipoxvirus no pueden multiplicarse en células de origen mamífero.

Los científicos demuestran que los avipoxvirus pueden multiplicarse en una línea celular mamífera, sin interrupción en la morfogénesis del virus.

Ellos han investigado el potencial de los avipoxvirus (uno referente al fowlpoxvirus y dos cepas recientemente aisladas de virus gorrión y paloma) para multiplicarse y producir partículas infecciosas virales en dos líneas celulares de aves y ocho de mamíferos. Como se esperaba, las tres cepas de virus se multiplicaron en ambas líneas aviares.

Sin embargo, para su sorpresa los científicos demostraron la multiplicación de partículas infecciosas de avipoxvirus y observaron varias formas de partículas infecciosas de virus en las células BHK-21 de la línea celular del hámster sirio. Esto fue real para todas las cepas de avipoxvirus.

Se utilizó microscopía de electrones para confirmar la multiplicación de avipoxvirus en las células mamíferas. Todas las etapas de desarrollo virales que conducen a la producción de cualquier virus infeccioso se observaron en las células BHK-21.

La seguridad debe ser de importancia suprema cuando se trata de vectores transgénicos. Los avipoxvirus, que deberían cumplir con criterios rigurosos, necesitan ser investigados adecuadamente en cuanto a su capacidad de establecer infecciones productivas en células de origen mamífero.

Además, la vacunación de receptores humanos y animales "sin categorización" con un vector vivo de virus GM es igual a soltar deliberadamente ese virus transgénico en el medio ambiente.

El resumen de este documento está adjunta a continuación.

Multiplicación de Avipoxvirus en líneas celulares mamíferas

Virus Research 109 (2005) 39–49

Simon Chioma Welia (a) ,1, Øivind Nilssenb (b), Terje Traavik (c) ,
a Departmento de Microbiología y Virología, Universidad de Tromsø, Brevika, N-9037 Tromsø, Noruega
b Departmento de Genética Médica, Universidad de Tromsø, Brevika, N-9037 Tromsø, Noruega
c Instituto Noruego de Ecología Genética, Tromsø Science Park, N-9291 Tromsø, Noruega

Resumen

Los avipoxvirus tienen muchas ventajas y cada vez son más utilizados como vectores recombinantes de vacunas. Una característica atractiva es que mientras que los transgenes insertados son expresados en vías inmunológicas favorables, se cree que las infecciones por avipoxvirus de las células mamíferas son abortivas.

No obstante, la evidencia experimental que sustentaba esta creencia está basada en un número limitado de tipos celulares mamíferos y unas pocas especies de avipoxvirus.

Nosotros evaluamos dos líneas celulares de aves y ocho de mamíferos para observar la permisividad hacia tres cepas de avipoxvirus, una de poxvirus de aves de corral y dos cepas aisladas recientemente del gorrión y de la paloma.

Las dos líneas celulares avícolas fueron permisivas, como se esperaba, para las tres cepas de avipoxvirus. Sin embargo, por ensayos de multiplicación encontramos para nuestra sorpresa que las células renales del hámster sirio (BHK-21) también fueron permisivas para todas las cepas de virus. Los resultados de la microscopía de electrones de las células BHK-21 infectadas revelaron una morfogénesis viral procedente de varias formas de virus infecciosos.

Estos resultados fueron avalados por la expresión genética posterior específica para avipoxvirus y un patrón de restricción específica para DNA de avipoxvirus en las células BHK-21 infectadas.

Fuente: REF: Doc.TWN/Biosafety/2004/D

Ratas alimentadas con maíz transgénico en Gran Bretaña desarrollaron anormalidades en la sangre y en los riñones

FUENTE: The Independent, Reino Unido,

Por Geoffrey Lean: aquí, Mayo 2005

Ratas alimentadas con una dieta rica en maíz genéticamente modificado desarrollaron anormalidades en órganos internos y cambios en su sangre, lo cual levantó temores por una posible afectación en la salud humana debido a la ingestión de alimentos transgénicos.

El Diario “The Independient” reporta que podría revelar los detalles sobre una investigación secreta llevada a cabo por Monsanto, el gigante de las semillas transgénicas, el cual demuestra que las ratas alimentadas con maíz GM tenían riñones más pequeños y variaciones en la composición de su sangre.

Según el informe confidencial de 1139 páginas, estos problemas a la salud no se observaron en otro grupo de roedores, que actuaron como control en un proyecto de investigación, y que fueron alimentados con alimentos no modificados genéticamente.

Estas revelaciones surgieron cuando los países europeos, incluyendo Gran Bretaña, se preparaban para votar si el maíz transgénico debía salir a la venta o no. Una votación realizada la semana pasada por la Unión Europea fracasó no alcanzó un consenso sobre si el producto podría ser vendido en Europa, luego de que Gran Bretaña y otros nueve países votaron a favor.

Sin embargo, la información de los efectos a la salud en las ratas de Monsanto ha intensificado el debate de si el maíz es seguro para comer, sin poseer más investigaciones. Los doctores dijeron que los cambios en la sangre de los roedores podrían indicar que su sistema inmunológico ha sido alterado o que un desorden, por ejemplo, un tumor, se había desarrollado y que el sistema se estaba movilizando para combatirlo.

El Dr. Vyvyan Howard, un gran experto en la anatomía humana y la biología celular en la Universidad de Liverpool, pidió la publicación del estudio completo, alegando que el resumen era “una prueba suficiente a primera vista para preocuparse”.

El Dr. Michael Antoniu, un experto en genética molecular en el Hospital Guy de la Facultad de Medicina, describió que los hallazgos son “muy preocupantes desde un punto de vista médico”, añadiendo: “He quedado sorprendido por el número de diferencias significativas que ellos han encontrado [en el experimento con las ratas].”

A pesar de que Monsanto explicó las anormalidades en las ratas como sin importancia y afirmando y debido a la posibilidad de que hayan variaciones normales entre las ratas, una fuente del gobierno británico señaló que los ministros estaban muy preocupados por los hallazgos de manera que pidieron más información.

Los ambientalistas ven estos hallazgos como una confirmación de la investigación británica hace siete años, la cual sugirió que las ratas alimentadas con papas transgénicas sufrieron trastornos en su salud. Aquella investigación, que fue ampliamente cuestionada por los ministros y la comunidad científica establecida, fue detenida y el Dr. Arpad Pusztai, el científico detrás de los hallazgos controversiales, fue forzado a retirarse en medio de una enorme ola de protestas.

El Dr. Pusztai reportó una “enorme lista de diferencias significativas” entre las ratas alimentadas con papa transgénico y las alimentadas con papa convencional, afirmando que los resultados indicaban fehacientemente que la ingestión de cantidades significativas de papa GM puede afectar a la salud.

El nuevo estudio se lo hizo con el maíz MON 863, el cual fue modificado por Monsanto para autoprotegerse contra el gusano de la raíz del maíz, el cual es descrito por la compañía como “una de las pestes más nocivas que afectan a los cultivos del maíz en todo el mundo”.

Sin embargo, ahora cualquier decisión que permita la comercialización del maíz en el Reino Unido causará alarma generalizada. Los detalles completos de la investigación en las ratas están incluidos en el reporte principal, el cual Monsanto se negó a publicarlo argumentando que “contiene información confidencial de negocios la cual podría ser utilizada para uso comercial por nuestros competidores”.

Un vocero de Monsanto afirmó ayer: “Si cualquier crítico conocido anti-biotecnología tenía dudas de la credibilidad de estos estudios, debía haberlas levantado con los reguladores. Después de todo, MON 863 no es nuevo y se ha probado que es igual de seguro que el maíz convencional por otras nueve autoridades mundiales desde el 2003.”

LAS RATAS DE MONSANTO

Silvia Ribeiro*

El pasado 22 de mayo, el diario The Independent informó sobre un estudio secreto de Monsanto que mostraba que un grupo de ratas alimentadas con maíz transgénico de esa multinacional sufrió cambios en órganos internos y en la sangre. En México, la Secretaría de Salud (Ssa) aprobó este maíz para consumo humano desde 2003.
El estudio revelado da cuenta de un experimento que compara los efectos en dos grupos de ratas:unas alimentadas durante 13 semanas con una dieta alta en maíz Mon 863 (un tipo Bt) y otras con el grano convencional. El informe de mil 139 páginas muestra que los roedores que comieron el producto transgénico sufrieron anormalidades en los riñones y en la composición sanguínea, padecimientos ajenos a los otros animales sujetos a experimentación.

Debido a las repercusiones en importantes diarios de Europa y muchos otros en el mundo (la noticia salió, por ejemplo, en la portada de Folha de Sao Paulo, uno de los principales diarios de Brasil), Monsanto dijo que haría público el informe. Pero sólo han circulado boletines de prensa y un resumen de 11 páginas de dicho documento. El resto, según la firma, "contiene información empresarial confidencial que podría ser utilizada por la competencia".

En México, quizá porque no es un tema relevante-solamente es el centro de origen del maíz y la población consume este grano de forma masiva- o quizá porque hay demasiadas ratas o demasiados amigo$ de Monsanto, la noticia fue ignorada porlas autoridades y escasamente difundida por los medios.

Sin embargo, varios especialistas consultados por el diario británico coinciden en que los datos son alarmantes, ya que los cambios en la sangre podrían indicar que ha habido daños al sistema inmunológico u otros desórdenes, tales como tumores en crecimiento. Michael Antoniu, experto en genética molecular de Guy's Hospital Medical School, declaró que los hallazgos descritos en el resumen son "altamente preocupantes desde el punto de vista médico", y afirmó estar "impresionado por la cantidad de diferencia significativas que encontraron" en el experimento.

Para Monsanto, en cambio, los cambios registrados son "insignificantes" y deben ser atribuidos a "variaciones normales entre ratas". Además, alega, el maíz Mon 863 ha sido aprobado en varios países, y agrega cínicamente que "si cualquier crítico de la biotecnología tuviera dudas sobre la credibilidad de los estudios, debería haberlas expresado a los reguladores".

México es uno de los países a los que se refiere Monsanto. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de la Secretaría de Salud aprobó la liberación del Mon 863 al consumo humano desde el 7 de octubre de 2003. Al año siguiente, Greenpeace denunció que la instancia gubernamental citada no hace evaluaciones científicas propias, sino que se basa en las que le entregan las empresas productoras de transgénicos. Si la Cofepris tuvo acceso al estudio de la empresa, ¿cuáles fueron sus conclusiones y en qué las basó? ¿O sencillamente le bastó la interpretación de la trasnacional de que las anormalidades reportadas son problemas de las propias ratas?

Monsanto arguye que el evento Mon 863 fue analizado por la Agencia de Seguridad Alimenticia Europea (EFSA); que ésta conoce la totalidad del informe y lo recomendó a la Comisión Europea (que no aprobó el Mon 863). Lo que la firma no cuenta es que dicha agencia contrató primero al doctor Arpad Pusztai, reconocido experto en genética molecular y en este tipo de experimentos, haciéndolo firmar una declaración de confidencialidad, que aquél signó pensando en que su texto sería luego publicado por la agencia.

Pusztai encontró "una lista inmensa de diferencias significativas" entre los dos grupos de roedores, además de hacer críticas severas a la metodología y las conclusiones del estudio de la empresa.

A la EFSA no le gustó el Informe Pusztai, que coincidía con el de otros expertos europeos que habían obtenido antes una versión censurada del texto, como Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen. Para este y otros de su colegas, el Mon 863 podría tener efectos nocivos y no debería llegar nunca a la cadena alimentaria. La agencia, empero, descartó esta alerta y buscó en su lugar a "científicos" que coincidieran con Monsanto. Luego publicó la recomendación favorable.

Al parecer, ser científico independiente de las multinacionales, población preocupada por su salud, campesinos que quieren que su maíz no se contamine con elementos tóxicos y millones de otros ciudadanos que decimos no a los transgénicos por estas y muchas más razones, no son elementos que deban tenerse en cuenta para la EFSA, la Secretaría de Salud o los legisladores que votaron la mal llamada Ley de Bioseguridad.
Con Monsanto les alcanza.

La autora es Investigadora del Grupo ETC.

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