Debate sobre soberanía alimentaria en la cumbre social

Idioma Español

En el encuentro de organizaciones populares que acompaña la cumbre de presidentes, representantes de otros países del Mercosur hablaron sobre el aumento de los precios de los alimentos y el desplazamiento de los campesinos

“Los conflictos como el que estamos viendo en la Argentina no van a ser de corto plazo. El aumento en los precios de los alimentos nace de la especulación de grupos de poder a nivel mundial, y excede a la fuerza que pueden tener incluso los gobiernos nacionales, por eso van a ser conflictos largos y difíciles. Pero tenemos algunos gobiernos que, creemos, pueden seguir otro camino.” La opinión, escuchada ayer en uno de los talleres, refleja el clima que se vivió en el primer día de la Cumbre de Organizaciones Populares que se realiza en Tucumán. El encuentro reúne a la militancia de movimientos sociales en una cumbre previa a la cita de los presidentes del Mercosur. Son dos días de paneles y foros, cuyas conclusiones van a ser entregadas a los jefes de Estado.

Este es el quinto encuentro de este tipo que se realiza en paralelo a una cumbre del Mercosur. Reunió a integrantes de agrupaciones sociales y políticas argentinas y a dirigentes de Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela, Uruguay y Chile. En ese sentido, continúa con una tradición. Al mismo tiempo hay diferencias con respecto a los anteriores; una de ellas es que los movimientos que sesionan son afines al kirchnerismo. Libres del Sur, Barrios de Pie, el Frente Transversal Nacional y Popular y el Movimiento Evita son los principales convocantes. La cumbre social se propone como un acompañamiento del encuentro de los mandatarios. Más a la manera de un contrapunto, durante este fin de semana se realiza además en Misiones la Cumbre de los Pueblos del Sur, impulsada por los sectores de la CTA críticos del Gobierno y otras agrupaciones sociales.

Para participar de los talleres vino desde Uruguay la nieta de Juan Gelman, Macarena, quien fue apropiada y recuperó su identidad hace unos años (ver aparte). Junto a ella estuvo otra nieta recuperada, la diputada Victoria Donda. Hablaron en una mesa sobre derechos humanos en la que no faltaron menciones al lockout agropecuario. “Para nosotros la defensa de los derechos humanos es hoy garantizar los derechos sociales y económicos, y para eso hay que distribuir la riqueza. La distribución de la riqueza no es algo que se pueda hacer alegremente; hay que sacarle a aquellos que se enriquecieron injustamente”, dijo Donda sobre el conflicto por las retenciones.

La cumbre dedicó varias de sus mesas a temas vinculados al conflicto del agro, vía el debate sobre la soberanía alimentaria y el derecho a la tierra. En esas charlas hablaron protagonistas de “el otro campo”. Uno de los panelistas más interesantes fue Alberto Romero, de la organización creada para apoyar la campaña del presidente electo del Paraguay, Fernando Lugo. Romero mostró que los conflictos nacidos de la expansión de la soja y el biocombustible no son exclusivos de la Argentina. Contó por ejemplo, que en su país 55 personas son expulsadas por día del campo a la ciudad por el modelo del agronegocio. “La producción campesina está siendo permeada por la lógica de las grandes corporaciones. Aparecen empresas que manejan toda la cadena, desde la producción a la venta, y que están cambiando el campo.” La concentración de la tierra se ha acentuado y hoy el uno por ciento de la población es dueña del 80 por ciento de las zonas cultivables. Este modelo tiene entre sus consecuencias que la pobreza va ganando la partida: la población crece un 2,7 por ciento por año, pero en el mismo período la pobreza aumenta un 6,3.

Luis Jaimovich, ingeniero y docente de la Universidad de Tucumán, dio un panorama sobre los pequeños productores de caña de azúcar de la provincia. Jaimovich relató que en Tucumán hubo un conglomerado industrial, que creó una clase obrera, y una buena distribución de la tierra entre pequeños productores. “Había gremios de trabajadores del campo, de trabajadores industriales, y un sindicato de estos productores dueños de sus tierras. Había una fuerte industria metalúrgica ligada a los ingenios. Este modelo fue barrido por las dictaduras, y su impacto podemos verlo hoy en nuestros índices sociales, en la desnutrición infantil”. Para el panelista, de este lugar no se sale sin inversión del Estado. “Los gobiernos tienen que poner dinero en la producción, pero también en la salud y la educación, porque hoy los que viven en el campo tienen el problema extra de no poder estudiar, lo que los fija en un círculo de pobreza”. La agricultura familiar estuvo representada por Cecilia Alancay, de Humahuaca, que detalló las dificultades de las comunidades indígenas para obtener los títulos de propiedad de las tierras donde viven.

Los debates sobre la cuestión alimentaria y la tierra van a seguir hoy con otros talleres y será el tema central de la asamblea de cierre. Otro de los temas que aparecen de manera recurrente en los debates de esta cumbre es la manipulación de la información que hacen los grandes medios. La disputa por la comunicación y la cultura va a estar presente como otro item clave de las conclusiones que los movimientos quieren llevarle a los presidentes. “Somos organizaciones sociales y políticas que acompañamos un cambio de época, pero que vemos que todavía son muchas las prácticas neoliberales que aún subsisten y permean nuestras sociedades”, definió ayer Daniel Ezcurra, uno de los organizadores del encuentro. La idea de los dirigentes sociales es tener además un espacio de intercambio con los funcionarios de los gobiernos. El cierre de las actividades está previsto para esta tarde, pero el grueso de la militancia se quedará en Tucumán hasta el martes, para lo que se espera como el plato fuerte del encuentro, el acto de Hugo Chávez en el estadio de Central Córdoba.

Pagína 12, Argentina, 29-6-08

Comentarios