La pesadilla de Darwin, una mirada al impacto del consumo del Norte sobre los recursos del Sur

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La explotación del Lago Victoria para la exportación de pescado y sus consecuencias sobre la población de Tanzania, víctima de desnutrición y hambruna, centran este documental que ejemplifica “el cinismo” de la globalización actual

¿Cuál es el precio que paga la población africana por la expoliación que el Norte realiza de sus recursos naturales? La respuesta, ejemplificada en la situación de Tanzania y la explotación del Lago Victoria, se recoge en el duro documental La pesadilla de Darwin de Hubert Sauper, que esta semana ha llegado a las pantallas españolas tras cosechar diversos galardones como el de mejor documental en los Premios de Cine Europeo (European Film Awards) 2004, y otros en el Festival Internacional de Venècia, en la Viennale de Viena y en el Festival de Montreal, por nombrar sólo algunos.

La introducción artificial de la Perca del Nilo en el Lago Victoria en los años sesenta por parte de un funcionario colonial provocó la progresiva extinción de centenares de especies de peces autóctonas que eran utilizadas para alimentar a la población local. No obstante, lo que puede considerarse un desastre medioambiental, se convirtió para muchos en una gran negocio, ya que alrededor de la pesca, procesamiento y exportación de la Perca surgió una industria que actualmente factura entre 300 y 400 millones de dólares al año. De hecho, el 90% de la pesca en este lago se destina hoy a los mercados del Norte.

Paradójicamente, la desnutrición de los habitantes de la zona supera el 50% ya que no disponen del poder adquisitivo suficiente para comprar este pescado que ellos ayudan a obtener y preparar. Solamente pueden alimentarse de las raspas, cabezas y espinas de la Perca.

Niños tanzanos desnutridos paseando junto al Lago Victoria, un lago que proporciona “pescado que no es para comer” y que sólo tiene un valor comercial, tal y como recuerda uno de los personajes del filme, o llamamientos de la ONU para obtener fondos con los que paliar la hambruna en el país son sólo algunas de las ironías que recoge el documental. Prostitución, VIH/Sida, niños huérfanos, violencia, contrabando de armas... son algunas de las consecuencias asociadas al comercio de este pescado que llega a muchos mercados españoles fileteado y etiquetado como mero (sin serlo) y a precios sospechosamente asequibles.

Contrabando de armas

La idea de tratar este tema surgió mientras Sauper realizaba el documental Kisangani Diary – Loin de Rwanda sobre los refugiados hutus en el Congo. “A la vez que un avión de carga aterrizaba con 45 toneladas de garbanzos de América para alimentar a los refugiados de los campos de la ONU, un segundo avión de la UE despegaba con 50 toneladas de pescado”, explica el cinesta.

Esta incoherencia y el descubrimiento de que los aviones que llevaban alimento para los refugiados también servían para traer armas hacia África le empujaron a llevar “este ejemplo del cinismo de nuestra época y de la globalización actual” a la pantalla a través del caso de Tanzania. Una realidad que, según Sauper, podía haber grabado y representado igualmente en otros países como Sierra Leona, Honduras, Irak, Nigeria o Angola y donde el pescado hubiera podido ser representado por otros recursos como diamantes, bananas o petróleo.

Más que denunciar, el director afirma que su objetivo es explorar y recoger información para incitar al espectador a la reflexión y éste se cree una opinión sin darle todo explicado. Por esta razón, aunque en La Pesadilla de Darwin se hace referencia en numerosas ocasiones al contrabando de armas por parte de los aviones, éstas no aparecen en ningún momento.

“Quiero provocar la duda para que el espectador, como me ocurrió a mi, en algún momento se pregunte si es verdad o no lo que ve. Yo mismo tuve la duda mientras lo rodaba; nunca hablé con los pilotos que transportaban el armamento hasta el final, y como nunca vi las armas llegué a pensar que no era cierto”, explica Sauper, que rodó la película sin desvelar que eran un equipo real de filmación.

Campaña ‘No te comas el mundo’

“Cada día dos millones de personas en el mundo rico comen Perca del Nilo. Esta cantidad cubriría las necesidades básicas de proteina de una tercera parte de la población desnutrida alrededor del lago (15 millones de personas)" afirman desde la campaña ‘No te comas el mundo’, impulsada recientemente por Veterinarios Sin Fronteras, el Observatorio de la Deuda en la Globalización, la red de Consumo Solidario y Acción Ecologista.

Según los promotores de la iniciativa, que pretende dar a conocer las consecuencias que el consumo del Norte tiene sobre las sociedades y el medio ambiente del Sur y promueve el reconocimiento de la deuda ecológica y la soberanía alimentaria, el caso recogido en el documental es uno de los más paradigmáticos. El filme se convertirá así en uno de los materiales de divulgación de la campaña entre la población del Norte.

La pesadilla de Darwin puede verse ya en cines de Barcelona, Madrid y Valencia

Más información:

La pesadilla de DarwinCampaña No te comas el mundoEl lago seco. Cuando nos comemos el Lago Victoria (África). La deuda asociada a la perca del Nilo

Canal Solidario, Internet, 5-7-05

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