Organizaciones ambientales exigen moratoria para pesca de arrastre

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La Coalición para la Conservación de los Fondos Marinos es una alianza de más de 40 organizaciones internacionales, que realiza una campaña para pedir a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas una moratoria de la pesca de arrastre en alta mar

Según denuncian, esta modalidad de pesca representa actualmente “uno de los mayores impactos del hombre sobre el planeta”, y su escasa importancia económica no justifica el “enorme daño” que provoca sobre los ecosistemas marinos. La pesca de arrastre de fondo se realiza con una gran red en forma de calcetín, remolcada desde una embarcación, y parte del dispositivo para mantenerla abierta es lastre en su parte inferior, que destruye algas, plantas y otros organismos del fondo marino.

Radio Mundo Real entrevistó a Matthew Gianni, coordinador internacional de la campaña quien explicó las consecuencias de esta actividad industrial y las alternativas planteadas por las organizaciones ambientalistas.

¿Qué importancia atribuyen a la preservación de los fondos marinos?

Las aguas profundas de alta mar son todas aquellas regiones que están por fuera de las jurisdicciones nacionales, o de lo que se conoce como Zonas Económicas Exclusivas, y representan aproximadamente dos tercios de los océanos del mundo. Constituyen un verdadero patrimonio de la humanidad, y por otra parte, los científicos están descubriendo que estos territorios tienen una importante riqueza en biodiversidad, con arrecifes corales de varios miles de años. El problema es que un número cada vez mayor de flotas pesqueras operan en alta mar y muchos ecosistemas se encuentran amenazados por su actividad.

¿Cuál es la procedencia de estos barcos?

Los barcos procedentes de Unión Europea, Nueva Zelanda y Rusia, concentran el 95 por ciento de las capturas registradas. Son países que agotaron los recursos pesqueros en sus aguas nacionales y buscan ahora recursos en alta mar.

Si bien el censo de la flota pesquera internacional registra aproximadamente unos 3,1 millones de barcos, los que practican la pesca de arrastre de fondo no son más de 200 o 300, aunque el número probablemente aumente, ya que los países de Europa, y principalmente España, están agotando los recursos pesqueros del Atlántico Norte y comienzan a desplazar sus flotas hacia alta mar.

¿Cuáles son específicamente los impactos negativos de esta pesquería?

En los últimos diez años, la comunidad científica descubrió la existencia de una enorme variedad de especies en la profundidad de los océanos, como por ejemplo el pez reloj anaranjado, que llega a vivir 150 años. Antes se asociaban estas zonas con la ausencia de vida, ambientes muy oscuros y poca vida animal.

Se especula que los mares que están fuera de la plataforma continental tienen una riqueza en biodiversidad semejante a la que se encuentra en las florestas tropicales o en los arrecifes de corales. Lo que sucede es que la pesca de arrastre utiliza equipamientos muy pesados en el suelo del mar, con redes que llegan a pesar cinco toneladas y dispositivos especiales para romper rocas.

Las concentraciones de biodiversidad en los picos de los bosques submarinos son arrasadas por la utilización de estos implementos y la riqueza de estos ecosistemas destruidos sufre algo similar a un proceso de deforestación. El mayor problema es que desconocemos las zonas de actividad de estos barcos y el número de montañas submarinas afectadas.

¿Es posible establecer la gravedad de los impactos?

La información está demasiado dispersa y refiere a zonas específicas. Sabemos que recientemente una flota de 20 barcos estuvo pescando en una región fuera de los límites nacionales de Australia, afectando a un grupo de cinco montes submarinos. Durante un año de actividad se capturaron 4.000 toneladas de pez reloj anaranjado, principalmente para exportar hacia Estados Unidos, y fueron destruidas unas 10.000 toneladas de corales de aguas profundas.

Hubo un colapso total de toda la pesquería, porque son innumerables las especies que están asociadas a los ecosistemas de corales. Muchos científicos creen que se está poniendo en riesgo de extinción a muchas especies que ni siquiera se conocen.

¿Qué tipo de restricciones establece la normativa internacional?

En alta mar prácticamente no existen restricciones y las pocas leyes que existen no son cumplidas. Si bien la ONU reconoce estas zonas como patrimonio de la humanidad, encontramos que estas compañías provocan efectos destructivos sobre los ecosistemas, sin generar importantes ingresos económicos.

El valor total de las capturas declaradas por pesca de arrastre de fondo en 2001 fue unos 300 millones de dólares, lo cual es muy poco en comparación con sus efectos sobre las especies marinas. O sea que se gana poco y se destruye mucho.

Estamos exigiendo una moratoria de estas actividades hasta que la comunidad internacional establezca reglas que contemplen la sustentabilidad de los recursos. Por otro lado, exigimos una situación más equitativa, para que no sea un pequeño grupo de países el que aproveche lo que pertenece a todos.

¿Qué alternativas proponen las organizaciones ambientalistas?

Existen artes de pesca para mares profundos que provocan menores daños, como la utilización de palangres u otras técnicas. Teniendo en cuenta el escaso peso económico de la actividad, propusimos a la Asamblea General de la ONU que declare una moratoria hasta tanto se pueda establecer una exploración responsable de los mares profundos. Planteamos que este problema no puede ser justificado a partir de la soberanía alimentaria de la humanidad, ya que los productos de esta industria están destinados exclusivamente a los países desarrollados.

Radio Mundo Real, Internet, 9-8-05

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