República Dominicana: buitres planeando

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Procesos de reconstrucción tras situaciones como la vivida en la República Dominicana pueden ser propicios para favorecer la participación de las organizaciones sociales locales a favor de su propio desarrollo

Naomi Klein, en su nuevo libro «La doctrina del shock», desvela cómo la aparición (natural o provocada) de crisis políticas, económicas o ecológicas han sido momentos clave utilizados para introducir, bajo el estado de shock o de parálisis en que se encuentra la población, cambios a favor de las políticas neoliberales.

En la República Dominicana las políticas neoliberales ya poco más pueden avanzar y la tormenta tropical Noel lo ha evidenciado, exponiendo el raquitismo del Estado y la desestructuración socioeconómica que vive: pobreza que alcanza en el campo al 70% de la población; precariedad del sistema energético que deja diariamente a más del 80% de la población sin luz; infraestructuras básicas, educación y salud totalmente deficitarias. En este contexto el medio rural vive en situación de fragilidad, sufriendo repetidamente las consecuencias de desastres naturales previsibles, como los últimos aguaceros. Miles de pequeños campesinos lo han perdido todo. Siendo la situación actual de máxima gravedad, más preocupante es el futuro inmediato. Sin cosechas ni ganado y sin un estado que apoye decididamente las fases de reconstrucción y rehabilitación del sector agropecuario, al desabastecimiento inicial de alimentos en los mercados urbanos seguirá el déficit de alimentos o la carencia total de ellos en las zonas rurales los próximos meses.

Ya tenemos el estado de shock, y hay buitres que planean. De entrada, organismos al servicio del modelo neoliberal como el BID y el FMI ya han ofrecido, y el presidente dominicano ha aceptado, préstamos con el consiguiente aumento de deuda externa y todas sus consecuencias. La falta de alimentos también supone la oportunidad de ingreso de alimentos y semillas de las grandes multinacionales, perdiendo el país parcelas de su soberanía alimentaria.

Pero procesos de reconstrucción tras situaciones como ésta pueden ser también propicios para favorecer la participación de las organizaciones sociales locales a favor de su propio desarrollo mediante el seguimiento y control de las ayudas internacionales. Esta posibilidad existe en República Dominicana, donde un conjunto de organizaciones de la sociedad civil (la Articulación Nacional Campesina, el Foro Social Alternativo y algunos sindicatos) han creado una alianza en este sentido. Como ellos dicen, «estas desgracias sólo terminarán cuando sea posible un verdadero cambio estructural político y social, y esto sólo será consolidado con el esfuerzo integrado de todas y todos a los que nos duele el destino de nuestro país».

- Gustavo Duch Guillot es director de Veterinarios sin Fronteras (España)

Alai - América Latina en Movimiento, Internet, 15-11-07

 

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