Slow Food: hace 20 años defendiendo la biodiversidad y la calidad de los alimentos

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"Comer es fundamental para vivir”. Es basándose en esa premisa básica de la necesidad del ser humano de alimentarse, que el movimiento Slow Food difunde su filosofía hace mas de 20 años

Fundado en 1986 por el italiano Carlo Petrini, Slow Food, o ‘alimentación lenta’, surgió para hacer frente al modelo del fast food (comida rápida), al ritmo frenético de la vida actual y a la desaparición de las tradiciones culinarias regionales y locales. Hoy, este concepto ya está presente en más de 130 países, a través de los grupos llamados ‘Convivia’, reuniendo a cerca de 100 mil adeptos alrededor del mundo.

 

En Brasil, la primera ciudad en recibir a Slow Food fue Rio de Janeiro (RJ) en diciembre del 2000. Según la representante de Convivia en la ciudad, Margarida Nogueira, en el país existen cerca de 30 Convivia en estados como Amazonas, Pará, Bahía, Brasilia, São Paulo, Santa Catarina, Minas Gerais, Goiás, Rio Grande do Norte, Pernambuco y Rio Grande do Sul.

 

Ella explica que Slow Food se inspira en los conceptos de la Ecogastronomía, que une el placer y el valor nutritivo, con conciencia y responsabilidad, defendiendo la biodiversidad y con la utilización de alimentos regionales. Slow Food está fundada en tres conceptos: Bueno, limpio y justo. Bueno, para agradar al paladar, limpio porque no debe tener elementos tóxico, si fuera orgánico, mejor, debe ser cultivado lo mas naturalmente posible. Y justo, porque todos los involucrados en la producción, especialmente los trabajadores, deben recibir lo que es justo por su trabajo”, explica.

 

Margarita también comenta que el movimiento es dirigido a personas de todas las edades, siempre enfocándose en la buena alimentación y en la educación por el gusto y por el consumo. "Slow Food piensa siempre en la educación: educación del gusto para apreciar mejor el alimento”, expresa.

 

Para lograr esto, los grupos asociados al movimiento promueven actividades en escuelas, eventos de saborear alimentos y para grupos de pequeños productores. "Mostramos para los niños la importancia de los alimentos, de saber de dónde vienen, y que producirlos necesitó el trabajo de mucha gente”, ejemplifica.

 

Una de estas actividades e la Educación del Gusto que tiene como objetivo educar a los jóvenes a desarrollar sus habilidades sensoriales y ayudarlos a entender la importancia de los alimentos, como parte integral de la cultura de la sociedad, esto es explicado en sitio web del movimiento. Para la Organización, los alimentos, también significan placer, cultura y convivencia.

 

"Slow Food cree en la necesidad de la Educación del Gusto, como la mejor defensa contra el alimento de mala calidad y adulterado. Es la principal forma de combatir la invasión del fast food en nuestra dieta. Ayuda a preservar la cocina regional, los productos tradicionales, las especies vegetales y animales en riesgo de extinción”, detalla.

 

Margarita explica que en Rio "siempre pensamos en el público infantil, porque el mundo es de ellos. Entonces trabajamos con escuelas y hacemos talleres como el ‘Goma’, y la ‘Tapioca’, donde explicamos la importancia la mandioca, que fue el pan para Brasil, hasta la llegada de la familia real. También hablamos de historia, geografía, cultura, de leyendas”.

 

Ella destaca también la importancia de los eventos de degustación (probar y saborear los alimentos), a fin de presentar a los consumidores otros tipos de alimentos. "El consumidor es un co-productor, porque depende del consumidor lo que va a suceder en el mercado”, afirma Margarida.

 

Ella piensa, que las personas hoy están más conscientes del origen de los alimentos, de su higiene y de la impacto de la alimentación en la salud. "Hoy, nadie quiere una comida grasosa todos los días” opina.

 

"Los más importante es eso: que nosotros necesitamos comer, entonces Ud. puede comer saludablemente. Si las personas se concientizaren que comen demasiado, que compran demasiado y que los alimentos acaban muchas veces en la basura. … Ud. puede comer alimentos locales, regionales, y ayudar a desarrollar la producción local y hacer circular el dinero en su lugar”, destaca.

 

Proyectos

 

Slow Food trabaja con proyectos destinados a valorizar alimentos poco usados o amenazados con desaparecer. Ejemplo de ello son el Arca del gusto y las Fortalezas.

 

Para saber cómo asociarse en Brasil consulte las direcciones de los covivia o infórmese a través del e-mail: moc.lisarbdoofwols@orienajedoir

 

Para más informaciones, acceda: http://www.slowfoodbrasil.com/ o http://www.slowfood.com/

 

Traducción: Ricardo Zúniga

Adital, Internet, 2-9-11

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