Tenemos derecho a disfrutar los recursos de nuestra tierra: indígenas guatemaltecos

Idioma Español
País Guatemala

De qué nos sirve el oro que otros se llevan, argumentan al oponerse a mineras. Niega ingeniero de trasnacional que haya contaminación por cianuro en Ixtahuacán

A cuatro horas de la frontera mexicana, la mina a cielo abierto Marlin I, de la trasnacional canadiense Glamis Gold, va imponiendo su presencia con enormes tajos que dejan a la vista el esqueleto rocoso de las montañas. Con menos rapidez pero con igual persistente voluntad, a escala humana se ha ido conformando una alianza del movimiento indígena de la región amplia maya de México y Guatemala en defensa del territorio mam y contra la minería.

Entre este municipio y el vecino de Sipakapa, departamento de San Marcos, quedará enclavado el proyecto Marlin, que abarcará 90 hectáreas, mismo que opera la filial de la Glamis, Montana Exploradora de Guatemala. Sergio Sáenz, gerente de Operaciones de esta empresa, ingeniero mexicano en minas, con estudios en Estados Unidos, aseveró que es infundado el temor a la contaminación de suelo, aire y agua con el cianuro que se utilizará para extraer los cuatro millones de onzas de oro que se calcula atesora en sus entrañas esta porción de tierra (a razón de 28.75 gramos por onza. El pasado 10 de enero la página en Internet de la Secretaría de Economía reportaba que "los mercados" estiman que este año el precio del metal rondará los 430 dólares la onza).

Sáenz sostuvo que "el cianuro no sale de nuestra planta, es un circuito cerrado ciento por ciento, no sale ni a la represa". Además, dijo, esta sustancia se descompone rápidamente al contacto con el oxígeno y la luz del sol y no se acumula, como el mercurio, en el organismo.

Los argumentos de los opositores a la minería de oro (considerada por ambientalistas una de las actividades "de por sí contaminantes por su alto costo medioambiental: basta con saber que para fabricar un solo anillo de oro de 18 kilates se generan ¡20 toneladas de desechos!") corren en dos vías: por una parte evitar la contaminación y proteger sus recursos naturales. Por la otra, ejercer su derecho a decidir el destino y a disfrutar esos recursos naturales existentes en los territorios que ellos, como pueblos indígenas, han poseído, habitado y preservado por cientos de años.

La campaña No al oro sucio, lanzada en 2004 por Oxfam America, en combinación con el Earthwork Mineral Policy Center, menciona además "el daño de las aguas subterráneas, los ríos cercanos, zonas marinas de alta biodiversidad, debido a la presencia de sustancias extraordinariamente dañinas en su proceso tecnológico, como es el caso del ácido sulfúrico que libera de las rocas elementos peligrosos para la salud, como el arsénico, cadmio, mercurio o plomo.

"En numerosas zonas de minería de oro intensiva las aguas subterráneas muestran índices de acidez más altos que el ácido de baterías, constituyendo un peligro de contaminación prácticamente imposible de erradicar por muchas generaciones."

Después de que a finales de junio se realizó en la ciudad de San Marcos la segunda Conferencia Regional sobre la Minería y el Patrimonio de los Pueblos Indígenas, organizada por el Consejo Regional de Pueblos Indígenas (CRPI) guatemalteco, a la que asistieron diversas organizaciones sociales mexicanas, tocó el turno a México de ser anfitrión. Los últimos días de julio, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, recibieron a 36 delegados de cinco de los seis departamentos (estados) de Guatemala.

Los visitantes del CRPI hicieron relaciones con las juntas de buen gobierno zapatistas, con la Coordinación de Organizaciones Autónomas del Estado de Chiapas (Coaech), Organización Popular Emiliano Zapata, Organización Campesina Emiliano Zapata, las Regiones Autónomas Pluriétnicas, la UNORCA, el magisterio de la sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el Centro Agroecológico San Francisco de Asís... "en la reunión se acordó apoyar a los compañeros guatemaltecos para construir una propuesta de ley indígena que llevarán a consulta a los pueblos mayas de Guatemala, y una vez consultada se enviará al Parlamento".

Posteriormente, el 13 y 14 de agosto se realizó una reunión en el ejido La Patria, municipio de Tapachula, en la que participaron 44 pueblos mames de cuatro municipios de la Sierra y cuatro del Soconusco. De Guatemala llegaron los alcaldes indígenas de San Miguel Sipakapa y Comitancillo, así como integrantes del Movimiento de Trabajadores Campesinos de San Marcos y de Huehuetenango. Ahí acordaron participar en el acto internacional por la Defensa del Territorio Mam en contra de la minería, que se efectuará 19 y 20 de noviembre próximos en San Miguel Ixtahuacán. También se invitará a organizaciones de Honduras, ya que en este país la Glamis Gold tiene también una mina, se informó a este diario.

Se indicó que otros asuntos en los que se acordó trabajar conjuntamente, además de la minería, son el apoyo mutuo en problemas ambientales, de recursos naturales y laborales, especialmente en lo que respecta al trato que se da en México a los trabajadores indígenas guatemaltecos.

Respecto al proyecto Marlin I, Sáenz indicó que se espera iniciar la producción comercial a principios de 2006, quizá antes "si todo sigue marchando bien". Se calcula que el rendimiento aquí es de cinco gramos de oro por cada tonelada de tierra que se procese, "es un buen promedio", comentó. Alrededor de 5 mil toneladas serán extraídas diariamente, trituradas, pasadas por molinos, para ser depositadas en los tanques, lixiviadas (bañadas) por un periodo de 72 horas con una solución de cianuro.

Luego, la solución ya enriquecida por el oro y la plata presentes pasa por la planta, donde se le extraen los metales, y la solución de cianuro vuelve a los tanques, donde está circulando todo el tiempo. El mineral o la roca que queda ya sin el oro, es pasado por un sistema de lavado a contracorriente "que está recuperando la mayor parte de la solución cianurada junto con los minerales, y los lodos son depositados en una represa de relave; antes que eso suceda pasan por una planta donde se destruye el cianuro restante". La mina utiliza 160 metros cúbicos de agua por hora; la planta trabaja las 24 horas del día, todo el año.

Se le preguntó cuál es la probabilidad de riesgo. Contestó: "obviamente en todo hay un proceso de riesgo; si usted va conduciendo un carro tiene un riesgo, ahora nosotros tenemos planes de contención, estamos planificando los posibles riesgos, estamos tomando medidas de prevención, etcétera. Creemos que no tenemos algo que no hayamos previsto..."

La mina tiene una vida programada de 10 años, más otros tres de clausura y cierre ambiental después de parar toda la operación. "Nosotros le llamamos cierre y reparación ambiental, donde se reforesta, se restaura todo, se va cerrando todo para que quede, no en la misma forma, pero que el suelo quede en una mejor condición de lo que estaba, se distribuye el suelo orgánico de la mejor manera... todas las instalaciones que puedan servir para usos posteriores se van a dejar a las comunidades: oficinas, campamentos, si hubiera alguna universidad o alguien que esté interesado en poner una extensión universitaria o un programa agrícola, todo lo que sirva aquí se dejaría", aseveró el ingeniero chihuahuense.

Se le insistió en que los opositores a la minería del oro a cielo abierto advierten de que a largo plazo se ha registrado drenaje ácido de los residuos del mineral tratado, que después de cierto tiempo mandan metales pesados al subsuelo y pueden contaminar los mantos freáticos. Comentó que el drenaje ácido es uno de los problemas comunes de la minería hace 20 o 30 años, cuando los minerales "que no tenían suficientes carbonatos" no se encapsulaban con arcilla. "En minería moderna es algo que se maneja con buena planificación" afirmó.

Se le planteó que las comunidades cuestionan de qué les sirve el oro que otros se llevan. Comentó que hasta finales de mayo cerraron con 2 mil 239 empleados, la mayoría gente de la región. Se estima que una vez funcionando la mina habrá 300 empleos permanentes, cifra que puede llegar a duplicarse para los programas de reforestación. "Les puede preguntar a las personas que están mandando a sus hijos a la universidad porque trabajan aquí. Hay personas que han cambiado de nivel económico, pero ha cambiado también la mentalidad de la gente. Hace dos años venían y me preguntaban si podía trabajar su hijo de 12 años... ahora ya no, ahora ese niño se va a San Marcos a estudiar allá, eso no se lo quita nadie."

-Y si está así tan sensacional esta actividad, ¿tiene usted idea de por qué se prohibió en el estado de Montana, Estados Unidos? -se le preguntó.

-Porque hay muchos intereses como en muchos lados, pero Montana es sólo un estado de ese país, que tiene 50 estados, y en los otros se está utilizando este sistema.

Agregó que la minería "es muy viable para países en desarrollo... el norte de México es minero, no se qué tanto conozcan; Chihuahua y Sonora fueron fundados por la minería, es probablemente la industria más regulada en el mundo, es algo que trae riqueza, especialmente a áreas deprimidas como ésta, donde no había caminos, a nadie le interesaba venir a esta área antes, si pregunta en la capital, los que escriben de esto, nadie conocía dónde era San Miguel Ixtahuacán. Ahora todo el mundo está contra el progreso, hay muchos intereses".

Información difundida en Internet sobre la prohibición de la minería por lixiviación con cianuro a cielo abierto consigna que en Montana, en 1998, se tomó esta determinación al votar la gente en favor de una iniciativa del Centro de Información Ambiental de ese estado por 53 por ciento de los votos contra 47 por ciento. Entre las razones para ello se consideró que estas minas "consistentemente contaminan los recursos acuíferos de Montana con cianuro y otros contaminantes, poniendo en riesgo la salud de los seres humanos y el medio ambiente".

Se indicó que desde 1982 se habían registrado 50 escapes de cianuro en las minas de Montana, que liberaron millones de litros de solución de cianuro en la superficie y en los recursos de aguas subterráneas. El cianuro puede permanecer por periodos muy largos en las aguas subterráneas porque el sol y el oxígeno necesarios para descomponerlo en sustancias menos dañinas se encuentran ausentes. Además, los fondos que destinan las mineras para la recuperación de las zonas donde han operado han sido insuficientes, por lo que exponen a los ciudadanos que pagan impuestos a los costos de recuperación y dejan responsabilidades para las futuras generaciones.

La lixiviación por cianuro es el método que se pretende usar también en Minera San Xavier, en San Luis Potosí, con férrea oposición local. Dicha empresa fue hasta hace poco, propiedad de Glamis Gold. Hoy pertence a otra minera canadiense, Metallica Resources.

La Jornada, México, 18-8-05

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