Uruguay reconoce que no hay trámites iniciados para Botnia en la CARU

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País Uruguay

En la administración del gobierno de Tabaré Vázquez se reconoce que en materia de papeleras, no se consultó como corresponde al Estatuto del Río Uruguay e incluso dan a entender claramente que para el caso de Botnia nada se ha tramitado en el marco de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU)

EL ARGENTINO accedió no sólo a las declaraciones del ministro de Gobierno del Uruguay, José Díaz, quien reconoció -incluso públicamente en Radio 10 de Buenos Aires- que la administración del ex presidente Jorge Battle incumplió con el Tratado binacional; sino también a la versión taquigráfica del Senado uruguayo, donde la actual presidenta de la CARU, Martha Petrocelli, dice exactamente lo mismo; además de reconocer que por Botnia jamás se realizó trámite alguno.

En un trabajo de investigación realizado por EL ARGENTINO, llevó hasta los archivos oficiales e institucionales del Senado del Uruguay, donde el 12 de septiembre de 2005 -Distribuido Nº 432 de esa Cámara que levantó la sesión a las 15:21-, la Comisiónde Medio Ambiente del Senado recibió a los miembros de la actual delegación uruguaya de la CARU.

Fue en esa oportunidad -según constató EL ARGENTINO- que Petroccelli reconoció el incumplimiento al Estatuto del Río Uruguay, firmado por ambos países en 1975.

Petroccelli concurrió al Senado acompañada por el ingeniero Eugenio Lorenzo, ambientalista con postgrado en el exterior; por Alfredo Pereira, licenciado en Biología, quien durante varios años fue representante asesor de la DINARA; y por el Capitán de Navío Ernesto Serrón, quien fue asesor de la CARU durante muchos años, además de haberse desempeñado como Prefecto tanto en Paysandú como en Salto.

Lorenzo les explicó a los senadores uruguayos, que desde l987, CARU lleva adelante un Programa de Control de Contaminación para conocer la calidad de agua del río y que en ese entonces -septiembre del año pasado- estaba en la fase número 5 y que el antecedente más inmediato que se tenía databa del 2004, en el cual se han hecho dos campañas de monitoreo. De esta forma se monitorean nueve estaciones distribuidas a lo largo del curso de agua, desde Bella Unión hasta Nueva Palmira, la más austral.

En principio, esos estudios se hacen con participación de cuatro entidades estatales, dos nacionales y dos argentinas. Por Argentina, participan el Instituto Nacional del Agua y el Servicio de Hidrografía Naval de la Armada, y por Uruguay, el SOMA y la Dirección Nacional de Medio Ambiente. E incluso, afirmó "que hasta el momento se puede concluir que el río tiene un estado de calidad bueno".

Petrocelli expresó que por las actas de la CARU "vemos que el tema de M´Bopicuá (empresa ENCE) se trató (...) pero Uruguay fue extemporáneo (...) y para el caso de Botnia nada se ha tratado en la CARU".

Petrocelli continúa exponiendo en el Senado uruguayo y les aclara que ese país ha sido extemporáneo en el manejo para la habilitación de las pasteras: "Con respecto al tema del tiempo del famoso Artículo 7º (del Estatuto del Río Uruguay), no puedo decir otra cosa que la denuncia se hizo extemporáneamente; no se hizo exactamente en el plazo. Tanto que, ahora que entramos nosotros, le manifestaba a la delegación argentina que, jurídicamente, a mi entender el tema de las plantas es una cosa, pero todo lo conexo es distinto. Eso está ajeno a este desgajamiento de nuestra competencia en la Comisión Binacional. Incluso, presenté inmediatamente a la delegación la concesión de alveo realizada por Hidrografía y la Administración de Puertos, porque entiendo que ese tema no tiene nada que ver con las plantas. Así fue aceptado por la delegación argentina y lo realicé inmediatamente de recibida la resolución, a fin de no acumular problemas formales y jurídicos con respecto al tema. En realidad se trató, pero siempre se planteaba el problema de si la comunicación se había hecho en tiempo o no", sostuvo de acuerdo a la versión taquigráfica a la que accedió EL ARGENTINO. El senador La Paz preguntó "si las plantas de celulosa ¿solicitaron permiso a CARU previamente? ¿O el tema se trató porque se planteó por parte de alguno de los integrantes?"

Petrocelli respondió: "Fue planteado por los delegados argentinos y fue aceptado por los uruguayos, pero planteo formal no hubo. Por otra parte, de acuerdo al artículo 7º, es el Estado el que tiene que plantearlo. El particular se presenta por sorpresa. La parte -diplomáticamente hablando- es la que tiene que presentar y decir que se va a hacer tal obra, privada o pública, y se anuncia con tiempo (...) Pero realmente no hubo una denuncia de la parte; la que está obligada no es la empresa particular, sino que ésta comunica a la CARU".

Seguidamente, intervino el presidente del Senado: "El artículo 7º alude a la necesidad de que sea consultada la CARU y que las dos delegaciones consientan el proyecto de que se trate. La interpretación jurídica pasó por sostener que como no era un elemento que iba a causar contaminación, no era necesario ese consentimiento previo. ¿Es esa la interpretación?

Petrocelli respondió: "Sí. Si ustedes leen con detenimiento el artículo 7º, se puede encontrar una solución como todas las de Derecho Internacional Público, medio ambigua y de compromiso, donde aparecen dos o tres bibliotecas.

Incluso, lo que el artículo 7º consagra es un principio de Derecho Internacional Público. Cuando hay un río compartido o sucesivo, se consulta sobre las obras, y no hay ningún invento de parte del Estatuto. La parte A que va a hacer la obra, consulta a la parte B, y ésta tiene tiempo para hablar o no; o sea que no tiene que decir de entrada que es un perjuicio sensible, y después puede pedir la ampliación del proyecto. Ello significa que no es una etapa tan clara. Incluso estuve viendo jurisprudencia internacional en la que se aclara que si es una incomodidad, no es argumento para detener nada, lo que quiere decir que tiene que ser un perjuicio claro".

La presidenta de la CARU amplió: "Entonces, el sistema sería: primero anuncio a la planta el emprendimiento, doy tiempo, vuelve hacia mí y recién ahí presento el proyecto. Entiendo, que en el caso del Puerto estoy a tiempo (en ese entonces, septiembre de 2005, se refería a M´Bopicuá). Ahora, ese consentimiento previo para descartar la consulta, no es muy viable. Esta es mi modesta opinión".

Con respecto a los planteos jurídicos realizados por Argentina, Petrocelli les indicó a los senadores uruguayos que: "Jurídicamente, se pueden buscar mil vueltas con respecto a la creación de nuevos órganos. Esperamos que todo se arregle de otra manera. El tema es que Uruguay fue extemporáneo para tratar este asunto. Esa es la verdad". Es ahí donde nuevamente interviene el presidente del Senado y expresa -siempre de acuerdo a la versión taquigráfica- que: "Uno de los argumentos que se daba es que si hubiera consultado le hubieran dicho que no. Es una picardía. ¿Qué pasaba si le hubieran dicho que no?". Lo que es respondido por Petrocelli de manera más que elocuente: "No se hacía la obra. Teníamos que ir ante un tribunal internacional para ver qué perjuicio causaba una negativa arbitraria".

Y cierra esa perspectiva el propio presidente del Senado, al reflexionar: "Nos hubiéramos pasado un siglo discutiendo".

Contaminación transfronteriza

Lorenzo recuerda -en la versión taquigráfica a la que accedió EL ARGENTINO- que "en noviembre de 2004 se creó, en el ámbito de la CARU, una Subcomisión de Medio Ambiente con el cometido de llevar adelante un plan de monitoreo denominado: Plan de Monitoreo de la Calidad Ambiental del Río Uruguay en Areas de Plantas Celulósicas; ese es el pomposo nombre que se le dio. Hasta ahora, ha llevado a cabo una de las campañas".

Y referenció: "El Plan tiene tres componentes: agua y sedimentos, comunidades bentónicas y comunidades de peces. Hasta ahora se ha abordado la parte de agua y sedimentos y para el correr de este año está planificada una segunda campaña de agua y sedimentos y el comienzo de una que tiene que ver con comunidades de peces y bentos". "Vale decir que este Plan de Monitoreo surge a raíz de los emprendimientos de M'Bopicuá y de la empresa ENCE, ya que hasta ese momento el de la empresa Botnia no estaba en el ámbito de la CARU". Dice Lorenzo: "Intentando responder las preguntas de los Senadores, quisiera hacer un comentario para la señora Senadora Xavier. Es muy difícil que ocurra la mezcla de aguas de ambas márgenes, lo que no quiere decir que no exista la posibilidad de una contaminación cruzada, atendiendo a lo que preguntaba la señora Senadora Percovich. Si ocurre un proceso de floraciones algales, detonado porque en alguna de las márgenes existe un exceso de vertido de nutrientes y condiciones muy propicias -como bajo nivel de mezcla de las aguas, baja velocidad, alta temperatura y exceso de fósforo y nitrógeno- como las algas no tienen una aduana rígida se podría ver afectada cualquiera de las dos márgenes, sin importar que se haya iniciado en una u otra. Lo mismo sucedería si se acumulara una carga muy significativa de metales en el sedimento: los peces se alimentarían de eso, pasarían a la cadena trófica y serían ingeridos en cualquiera de las dos márgenes. Por lo tanto, desde el punto de vista hidrodinámico la cosa funciona como compartimentos más o menos estancos o más o menos inconexos, pero esto no quiere decir que los fenómenos de contaminación que se detonen vayan a tener una frontera rígida".

Diario El Argentino, Argentina, 10-12-06

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